La seguridad de la familia real neerlandesa ha sido una preocupación constante de un tiempo a esta parte, pero en los últimos tiempos, las amenazas se han intensificado de manera alarmante, algo que ha obligado a la Princesa Amalia de Holanda, heredera al trono, a abandonar su hogar en más de una ocasión. Recientemente, la princesa ha tenido que dejar atrás el majestuoso Palacio Huis ten Bosch, una de las residencias oficiales de la casa real de Países Bajos, debido a graves amenazas provenientes de organizaciones criminales.

La noticia tiene en vilo todavía a toda la familia, no solo por el peligro que corre la joven princesa, sino también por el hecho de que se ve forzada a distanciarse de un lugar tan emblemático y cargado de historia. Hoy, nos adentramos en la llamada 'Casita del Bosque' en la que viven Guillermo Alejandro, Máxima de Holanda, y las jóvenes Alexia y Ariane, ahora, sin la compañía de Amalia. 

El Palacio Huis ten Bosch, situado en el corazón del bosque de La Haya (sede del Gobierno de los Países Bajos), es una de las residencias más icónicas de la monarquía neerlandesa. Aunque su nombre se traduce como la 'Casa del Bosque' de cabaña tiene bien poquito. Este monumental palacio fue mandado construir en 1645 por la reina Isabel de Bohemia, aunque posteriormente se convirtiera en un lugar de ocio y veraneo para Federico Enrique de Orange-Nassau y su esposa, la condesa Amalia de Solms-Braunfels.

 

 

El Palacio Haus Ten Bosch, una de las residencias de los reyes de los Países Bajos

El Palacio Haus Ten Bosch, una de las residencias de los reyes de los Países Bajos

(Gtres)

El Palacio Haus Ten Bosch que deja atrás Amalia de Holanda 

Este lugar ha sido testigo de siglos de historia y ha albergado a varias generaciones de la realeza del país. A lo largo de los años, el palacio ha sufrido diversas renovaciones y ampliaciones, y se ha ido adaptando a las necesidades de sus residentes, pero siempre ha conservado su esencia clásica y su grandiosidad. La última reforma duró de 2012 a 2018 y aumentó en casi 4 millones de euros su valor.El precio actual de este increíble palacio asciende a los casi 63 millones de euros. Se estima que, solo de largo, Huis ten Bosch tiene unos 110 metros, aunque la extensión de toda la finca es de 9.000 metros. 

El interior de Huis ten Bosch es un verdadero museo de obras de arte y antigüedades. Es difícil mantener la vista en solo uno de las 150 habitaciones que componen esta casa, pues cada una de ellas tiene un estilo distinto. La decoración del palacio es un exquisito reflejo del buen gusto y la historia de la familia real neerlandesa. En sus paredes podemos encontrar valiosas pinturas, esculturas y tapices que datan de diferentes épocas, así como muebles antiguos, jarrones y otros elementos decorativos que han sido cuidadosamente conservados.

El vestíbulo del Palacio Huis Ten Bosch, la residencia de Máxima de Holanda, Amalia y Guillermo Alejandro

El vestíbulo del Palacio Huis Ten Bosch, la residencia de Máxima de Holanda, Amalia y Guillermo Alejandro  

(Gtres)

La distribución de esta inmensa residencia real de los reyes de los Países Bajos

Cada salón y cada habitación del palacio cuentan una historia diferente, desde la rica herencia cultural de los Países Bajos hasta las influencias extranjeras más insospechadas como China oJapón. Es un lugar en el que el pasado y el presente coexisten en armonía y que crean un ambiente acogedor, menos solemne y frío que otros palacios reales. 

El salón chino del Palacio Huis Ten Bosch

El salón chino del Palacio Huis Ten Bosch 

(Gtres)

La ecléctica decoración del Palacio Huis ten Bosch 

La distribución del Palacio Huis ten Bosch está diseñada para reflejar tanto la grandeza de la monarquía como la funcionalidad necesaria para la vida diaria de una familia real moderna. La planta baja del palacio alberga un majestuoso hall enmarcado por una doble escalinata pintada de verde oliva con detalles dorados que siempre está presente como elemento de fondo en las recepciones deMáxima y Guillermo Alejandro.

El salón comedor blanco del palacio

El salón comedor blanco del palacio

(Gtres)

 

De todas las habitaciones las más famosas son el Salón Chino y el Salón Japonés. Estas dos llamativas estancias son un reflejo de la fascinación europea del siglo XVIII por las culturas orientales, el estilo chinoiserie. El Salón Chino está decorado con paneles lacados en negro con mucho brillo y con detalles dorados que resaltan el lujo y el exotismo de esta cultura. Por otro lado, el Salón Japonés, más sobrio, destaca por sus paneles decorados con pinturas de flores, pájaros y paisajes montañosos

La original decoración del Palacio Huis ten Bosch

La original decoración del Palacio Huis ten Bosch

(Gtres)

La habitación 'joya' que esconde el palacio 

No obstante una de las verdaderas joyas que esconde el palacio Huis ten Bosch es la llamada 'Sala de los Orange' o Oranjezaal, el corazón histórico de la residencia y uno de los espacios más deslumbrantes que Amalia de Holanda deja atrás al tener que abandonar su hogar. A este increíble espacio se accede por la puerta central que queda entre las dos escaleras del vestíbulo y pasar de una sala a otra es una experiencia, casi, religiosa. 

'Sala de los Orange' o Oranjezaal, el corazón histórico de la residencia

La 'Sala de los Orange' o Oranjezaal, el corazón histórico de la residencia

(Gtres)

Este salón monumental está enmarcado por una serie de frescos que envuelven las paredes y el enorme techo abovedado en una explosión de color y simbolismo. Esta habitación fue construida entre los años 1648-1651 por Jacob van Campen y para la decoración buscaron a los mejores pintores de los Países Bajos que pintaban al estilo de Rubens para realizar un total de 31 pinturas. Aún hoy se considera uno de los lugares más destacados de la pintura holandesa del Siglo de Oro y, aunque no está abierto al público se puede visitar de forma online. 

La biblioteca azul del Palacio Huis ten Bosch

La biblioteca azul del Palacio Huis ten Bosch

(Gtres)

El Palacio Huis ten Bosch sigue siendo un símbolo de la monarquía neerlandesa, un lugar donde la historia y la modernidad se entrelazan. Está por ver cuándo podrá la Princesa Amalia regresar a su hogar y si este espléndido palacio seguirá siendo el refugio seguro que ha sido para ella –y para su familia–durante tantos años.