Las relaciones de pareja conllevan procesos emocionales nada sencillos de transitar. En el caso de enfrentarnos a una infidelidad podemos sentirnos muy vulnerables e inseguros. Sin embargo hay herramientas para poder volver a recuperar la confianza y la alegría perdidas.
Una infidelidad puede ser devastadora para muchas personas que han depositado su confianza en el otro y trabajado mucho en su relación. Acabe o no siendo detonante de una ruptura, lo cierto es que es esa deslealtad puede generar muchos miedos, ansiedad, trastornos de sueños, falta de confianza e inseguridad entro otros síntomas. Hablamos con una psicóloga para saber cómo se puede gestionar una infidelidad para que no arrase con todo dejando la autoestima aniquilada.
¿Qué síntomas desencadena una infidelidad?
Una infidelidad se vive como una traición y puede desatar síntomas emocionales intensos y variados. La psicóloga Ana Morales afirma que “cuando descubres que tu pareja ha sido infiel, el impacto emocional es comparable a un tsunami que destruye todo a su paso. La noticia sacude tu mundo, y es como si de repente, todo lo que creías que era seguro ya no lo es. A menudo, lo primero que sientes es incredulidad. Pero a medida que la realidad se asienta, un torrente de emociones se desata: ira, tristeza, confusión, humillación, desesperación. Estos estados de ánimo fluctuantes hacen que te sientas como si estuvieras en una montaña rusa emocional”.
¿Este proceso emocional puede provocar síntomas físicos por somatización? “Puede haber síntomas físicos y cognitivos tales como perder el apetito, o al contrario, recurrir a la comida como una forma de consuelo. En muchos casos, puedes empezar a sufrir de insomnio y cuando logras dormir, quizás te despiertes varias veces. La concentración en el trabajo o en las tareas diarias se vuelve una lucha, y cada pequeño recordatorio de la infidelidad, como una canción o un lugar, se convierte en un disparador emocional”, señala la experta.
En cuanto a la interacción social, Morales explica que hay personas que tienden a aislarse de amigos y familiares porque sienten que nadie realmente puede entender el dolor por el que está pasando. Otro comportamiento frecuente es pasarse horas en internet buscando respuestas o investigando sobre la otra persona.
Es importante entender que esta sintomatología, aunque dolorosa, es una reacción natural al trauma emocional que se está viviendo. Es una crisis y el cuerpo y la mente están reaccionando en consecuencia. Muchas personas han pasado por lo mismo y han salido más fuertes, más sabias y con un nuevo sentido de quiénes son.
¿Cómo afecta a la autoestima una infidelidad?
Cuando se experimenta un engaño por parte de la pareja la autoestima puede verse muy dañada. ¿Por qué tendemos a culpabilizarnos y a sentir que no valemos cuando la infidelidad la ha cometido el otro? “La confianza en ti misma puede verse profundamente afectada. Comienzas a cuestionar tu valía y a preguntarte cosas como ‘¿por qué no fui suficiente para mi pareja?’ o si te “falta” algo que hizo que tu pareja buscara a alguien más. Este tipo de pensamiento, aunque comprensible, puede ser extremadamente peligroso y, en el peor de los casos, convertirse en un ciclo vicioso: cuanto más baja es tu autoestima, más propensa eres a tomar decisiones que la erosionan aún más”, advierte la psicóloga.
¿Cómo nos afecta esa pérdida de autoestima en nuestra vida diaria y nuestro entorno? “En el pasado, tal vez te sentías segura sobre cómo te veías, cómo te sentías y quién eras en la relación. Ahora, cada uno de esos aspectos pueden estar en tela de juicio. Este declive en la autoestima no sólo afecta cómo te sientes en la relación, sino que puede tener ramificaciones en otros aspectos de tu vida. Podrías empezar a dudar de tus decisiones en el trabajo, alejarte de amigos y familiares por temor a más rechazo, como decíamos anteriormente, o incluso cambiar tu apariencia y comportamiento en un intento desesperado de recuperar alguna sensación de “control”, lo cual es una señal clara de que tu autoestima ha sido seriamente afectada”.
Lo que sí que hay que tener claro es que una infidelidad no es un reflejo de nuestra valía, sino que evidencia las elecciones y los defectos de la pareja.
¿Cómo podemos recuperar la confianza y la seguridad?
La experta nos da una serie de herramientas y estrategias para poder recuperar la confianza y la autoestima:
1. Comunícate con tu pareja: Si decides quedarte en la relación, abrir canales claros de comunicación es vital para la recuperación. Un enfoque podría ser establecer sesiones semanales de “comprobación emocional” donde ambas partes puedan hablar abierta y honestamente sobre su progreso y sus preocupaciones. Reconstruir la confianza lleva tiempo y solo es posible si ambos sois honestos
2. Pon límites: Revisar y comunicar tus límites personales es esencial para tu bienestar emocional. Si en estos momentos la privacidad de tu pareja con su teléfono ahora te causa ansiedad, por ejemplo, pedir más transparencia es un paso razonable y necesario. Estos límites te dan una sensación de control y seguridad, elementos que a menudo se sienten erosionados en situaciones de infidelidad.
3. Trabaja en ti: Mantener un diario puede actuar como un espejo para tus emociones, reflejando patrones y desencadenantes que quizás no hayas notado. Si escribes cada vez que sientes una emoción intensa y lo que la desencadenó, con el tiempo podrás identificar y manejar mejor tus respuestas emocionales. Este autoconocimiento te capacita para enfrentar situaciones futuras con una perspectiva más equilibrada.
4. Reconstruye tu autoestima: Una autoestima saludable es la piedra angular de la recuperación emocional y te ayudará a enfrentar futuros desafíos con mayor resiliencia. Aprovecha para empezar ese hobby que siempre has querido hacer, no sólo te ofrecerá una distracción saludable, sino que también te ayudará a recordar tu propio valor. Pasar tiempo con amigos y seres queridos que te hacen sentir valorada y respetada puede reforzar tu autoestima. Si sientes que la situación “se te va de las manos”, acude a un profesional que te aporte una perspectiva más clara sobre tus emociones y cómo manejarlas.