José María Sacristán Turiégano es su nombre completo. Trabajó en un taller mecánico siete años antes de ser actor y también vendió libros del Círculo de Lectores puerta a puerta en los tiempos difíciles de sus comienzos en el teatro independiente, donde actuó como aficionado antes de debutar como profesional, con pequeños papeles en el Teatro Infanta Isabel de Madrid en 1960. Su acceso al mundo del cine le otorgó popularidad a partir de 1964 en que Pedro Masó lo dio su primer papel en La familia y uno más, a la que le siguieron las comedias atrevidas de la época, donde coincidió con Paco Martínez Soria, López Vázquez y Gracita Morales, entre otros, dejando su sello personal en una multitud de películas del llamado «landismo», de destape y paletos, que le convirtieron en uno de los actores más taquilleros del cine español, junto con Alfredo Landa y José Luis López Vázquez. A mediados de la década de los 70, durante la Transición, dio un giro a partir de Asignatura pendiente, abordando personajes de más calado y dando prueba de un enorme talento dramático, con títulos como como Un hombre llamado Flor de Otoño, La colmena o El pájaro de la felicidad. Ha trabajado detrás de la cámara, destacando como director con títulos como Soldados de plomo, Cara de acelga o Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, en los que también era protagonista y compartía cartel con actrices como Concha Velasco. Como actor cantante ha brillado en 1997 en El hombre de la Mancha con Paloma San Basilio, con quien volvió a repetir en My Fair Lady, en 2001. Reconocen su labor interpretativa un Goya por El muerto y ser feliz (2012), dos Conchas de Plata, dos Cóndor de Plata, tres premios Feroz, un ACE en Nueva York... Con más de medio siglo como actor a sus espaldas, tras casi cien películas, veintitrés obras de teatro y una decena de series de televisión, es uno de los grandes actores españoles de todos los tiempos. Su reciente trabajo en la serie de televisión Velvet, ha permitido a nuevas generaciones apreciar el talento de un comediante de época. A comienzos de los sesenta, en la compañía del Teatro Popular Español conoció a su primera mujer, la actriz Isabel Medel, madre de sus dos hijos mayores: José Antonio (1961), e Isabel (1962). En los 70 y durante su consagración como actor cómico más taquillero, conoció en el rodaje de Lo verde empieza en los Pirineos (1973) a la actriz francesa Liliane Méric, con quien tuvo una hija, Arnelle (1978). Se habló de sus romances con las actrices Mónica Randall y Laura del Sol, y con la comunicadora Mila Ximénez de Cisneros, recién divorciada del campeón de tenis Manuel Santana (1986). Después fue su pareja la actriz Leonor Benedetto, entre 1987 y 1994. Desde 1995 fue su pareja la también actriz Amparo Pascual, con quien contrajo matrimonio en 2008 en Buenos Aires.