La expectación era máxima el pasado martes por el regreso de los Reyes Felipe y Letizia a la zona cero de la DANA que hace tres semanas desoló numerosas localidades, sobre todo en la Comunidad Valenciana. Una catástrofe de proporciones mayúsculas y sin precedentes en las últimas décadas que ha dejado 220 fallecidos y 10 personas desaparecidas, además de destrozos materiales todavía difíciles de cuantificar.
Un viaje que, a pesar de no constar en la agenda oficial de la Casa Real, se sabía que iba a producirse. Y así sucedió, con doña Letizia y Felipe VI entregados a la causa de acompañar a los damnificados de Chiva y Utiel, en Valencia, y Letur, en Albacete; tres de las poblaciones más golpeadas por el temporal. Las diferencias entre la primera visita de los soberanos a Paiporta, donde fueron increpados y recibidos con bolas de barro, y esta última son más que evidentes, para tranquilidad de su equipo de seguridad. Así se han tomado esta segunda 'intentona' los responsables de proteger a Sus Majestades.
El accidentado viaje a Paiporta de los Reyes Felipe y Letizia que dejó un escolta herido
Todos los ojos estaban puestos en los Reyes Letizia y Felipe y no defraudaron. Nada tuvo que ver esta, su última visita a la zona cero de la catástrofe por el paso de la DANA, con la que protagonizaron hace 16 días, cuando fueron víctimas del lanzamiento de barro y recibidos con insultos por una masa ciudadana indignada. Un encuentro muy tenso y por momentos violento que dejó una imagen de los padres de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía jamás vista que ya ha pasado a formar parte de la historia gráfica de nuestro país y de la propia monarquía española.
A Felipe VI le vimos tratando de dialogar con los afectados del temporal, al tiempo que les pedía que no creyeran todo lo que leían. La Reina, por su parte, estaba completamente desencajada, con la cara llena de barro y hecha un mar de lágrimas, mientras escuchaba los testimonios de varias mujeres.
El recibimiento de los Reyes en Paiporta fue algo que nadie en la Casa del Rey previó. Mucho menos su equipo de seguridad que se vio superado por las circunstancias y trato de proteger a Sus Majestades lo mejor que pudo, evitando que la tensión fuera a más. A pesar de lo complicado de la situación que se vivió durante la visita a la localidad, los hombres que acompañaron a Felipe VI siguieron al pie de la letra sus indicaciones, que les pedía insistentemente que le permitieran acercarse a la ciudadanía ahí reunida. Uno de los escoltas de doña Letizia acabó, incluso, con una herida en la frente tras recibir el golpe de un objeto lanzado por alguien de la multitud.
El alivio del equipo de seguridad de los Reyes Felipe y Letizia al comprobar el recibimiento de los ciudadanos
Nadie del séquito de los Reyes Letizia y Felipe quería que lo vivido en Paiporta se repitiera en esta segunda visita a Valencia y así fue. Éxito rotundo, con una ciudadanía entregada a los soberanos y viceversa, que fueron recibidos en las localidades afectadas al grito de "Viva el Rey" y "Viva Letizia". Un alivio no solo para los monarcas, sino para los responsables de garantizar su seguridad, que pudieron respirar tranquilos. Así se lo han confesado a 'Monarquía Confidencial' fuentes cercanas al Palacio de la Zarzuela.
"La primera vez lo pasamos francamente mal, fue una situación difícil de controlar y gestionar. Por eso, esta vez no podíamos permitirnos fallos", han asegurado en unas escuetas declaraciones donde han reiterado el alivio que sintieron al ver la acogida de los ciudadanos en Chiva. Una actitud unánime que se repitió en Utiel y Letur y de la que el equipo de seguridad de los Reyes recibió un importante aviso minutos antes de poner un pie en la primera parada de la visita. "Ha sido totalmente diferente. Antes de que llegaran la gente le decía a la seguridad que esto no iba a ser Paiporta, que no se preocuparan que el pueblo les iba a recibir con cariño", desveló a SEMANA un testigo presencial del momento.
La seria advertencia al equipo responsable de proteger al Rey Felipe y la Reina Letizia antes de llegar a Chiva
El martes 19, la plaza de Chiva se llenó de gente que esperaba a los Reyes Felipe y Letizia expectante. Todo estaba calculado al milímetro desde la Casa Real, que no podía permitirse que se repitiera una situación similar a la que se vivió en Paiporta. "El pueblo está bastante limpio ya con muchas señales de catástrofe pero bastante organizado todo", nos confirmaban a esta revista minutos antes de la aparición de Sus Majestades.
"La gente estaba con muchas ganas de hablarles con calma y de apoyarles", añadía esta misma fuente. Unas palabras con las que anticipó lo que las cámaras recogerían momentos después: una población valenciana agradecida con que los soberanos volvieran a su pueblo para conocer de primera mano la realidad de lo que se está viviendo.