Es habitual hablar de la Zarzuela o del Pabellón del Príncipe -la actual casa de Sus Majestades-, pero no del Palacio Real. Quizás tenga que ver que don Felipe y doña Letizia apenas se asoman a su balcón. En los últimos veinte años lo han hecho solo en tres ocasiones, la última durante el décimo aniversario de la Proclamación como Rey de Felipe VI. Es nueve meses después de este momento, cuando decidimos colarnos en su interior para contarte todos los secretos que esconde el palacio más grande de Europa Occidental. 

El Palacio Real tiene 3. 418 habitaciones

Según Patrimonio Nacional, este monumento de Madrid tiene 135.000 metros cuadrados, repartidos en 3.418 habitaciones y varias salas que han sido testigo de momentos que han hecho historia. Donde se han tomado decisiones trascendentales y cuyos rincones se pueden visitar, de hecho, cada año recibe a más de 1 millón y medio de personas. Y es que el Palacio Real está abierto al público, además de utilizarse para audiencias o actos oficiales. 

Aunque es la residencia oficial del Rey de España, ni el Rey Felipe ni Doña Letizia viven allí. Tienen su propia casa, una vivienda de 1.800 metros cuadrados de cuatro plantas y que cuenta con una piscina de 180. Pero volvamos al Palacio Real, el cual está decorado según los monarcas que lo habitaron en el pasado. 

Es allí, donde los Reyes posaron para la fotógrafa Annie Leibovitz, dos retratos individuales que dieron la vuelta al mundo y que se tomaron, por cierto, en la Sala de Gasparini. Esta tiene estilo rococó y se caracteriza por una versión italiana "muy exhuberante", siendo en 1879 la última vez que se redecoró. 

El Palacio Real, por dentro

El Palacio Real, por dentro.

Gtres

La leyenda que todos cuentan del Palacio Real en Madrid

Elaborado en piedra y ladrillo, fue Filippo Juvara su arquitecto. Quiso que fuera cuatro veces más grande, sin embargo, su altísimo coste provocó que su propuesta se desechara. Fue precisamente durante su construcción cuando algunos de sus obreros dijo haber visto fantasmas trepando por sus fachadas. La medida inmediata de aquel momento: un exorcismo y operarios lavados con agua bendita. 

Aunque esta historia no es la única que rodea a esta construcción. Las malas lenguas dicen que Felipe V, quien mandó construir el Palacio Real, pidió al arquitecto que jamás repitiera un edificio así. Ante su negativa, el monarca ordenó supuestamente que le detuvieran, le sacaran los ojos, le cortaran la lengua y los brazos. Una curiosidad de la que historiadores se han hecho eco en el pasado. También en la actualidad, siendo muchos los guías turísticos los que se hacen eco de ello. 

Tiene 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras

Pero, ¿cuáles son las estancias más destacadas? El Palacio Real data del siglo XVIII y llama la atención, entre otras cosas, por poseer 870 ventanas, 240 balcones y 44 escaleras, aunque no todas son iguales. Actualmente está gestionado por Patrimonio Nacional y tiene un alto coste de mantenimiento. Así lo reflejan los datos publicados en los últimos meses, en los cuales se explica que se han adecuado algunos espacios del palacio por un total de 4,5 millones de euros

La cocina del Palacio Real, digna de cualquier museo

La cocina del Palacio Real, al detalle

La cocina del Palacio Real, al detalle.

Patrimonio Nacional

Comencemos por su icónica escalera, la principal. Son dos gemelas y la de la derecha es para el rey, mientras que la de la izquierda para la reina. Con leones esculpidos, cuatro jarrones de mármol blanco y algunos frescos en la bóveda, el enclave en cuestión podría dejar sin palabras a cualquiera. Otro de los lugares que destacan es la real cocina. Ocupa una amplia zona en los sótanos del edificio y en ella hay fogones, hornos, calienta platos, neveras, cuchillos o morteros. 

El comedor de gala del Palacio Real: una mesa desmontable, 144 sillas y tapices por todas partes

Con el comedor de gala sucede algo parecido. Genera muchísima curiosidad, pues en su interior han sucedido cosas especiales. Se inauguró para la boda de Alfonso XII y la Reina María Cristina de Austria y se han ido añadiendo detalles decorativos como, por ejemplo, las cortinas. Destaca por una enorme mesa desmontable, que consta de varios tablones que facilitan aumentar su tamaño si fuera necesario. Por otro lado, es importante señalar cuál es el lugar de los Reyes: el centro de la mesa, en lugar de las cabeceras, en concreto, en unas sillas con el respaldo más alto. 

El Palacio Real por dentro

El Palacio Real por dentro.

Patrimonio Nacional

Es en el Salón del Trono, donde el soberano recibía todas las audiencias y en la que hay varias estatuas, entre ellas, Apolo y Minerva. Están situadas sobre enormes alfombras, cuyo coste, por cierto, es bastante alto. Se pagó hace algún tiempo 350.000 euros por lavar 38 alfombras, piezas que debían estar limpias durante 40 meses. Al menos este era uno de los puntos exigidos en el contrato, tal y como se cuenta en Business Insider

El banquete nupcial de los Reyes Felipe y Letizia se celebró allí

Una joya española que ha sido escenario de almuerzos con presidentes de otros países y donde la Familia Real Española ha acaparado todas las miradas. Esta vez no iba a ser menos. Del mismo modo que sucedió en el año 2004. En aquel entonces el Palacio Real fue el lugar donde Letizia y Felipe celebraron su banquete nupcial. Esto quiere decir que invitaron a más de 1.200 personas, ya que ese fue el número de personas que acudieron a su enlace. 

Entre sus muros tiene pasadizos secretos, que fueron construidos para que los Reyes abandonaran el palacio en caso de peligro. Actualmente no está habitado por Sus Majestades, ya que Felipe y Letizia viven en el Pabellón del Príncipe, en La Zarzuela, cuya distribución también te hemos contado en SEMANA.