La preocupación y "el estado de alerta" del Rey Felipe en sus últimos actos, según una experta en comunicación no verbal: su rotunda conclusión

Sin duda las últimas semanas han debido ser especialmente complicadas para cualquiera que guarde el mínimo rasgo de cariño a la Reina Sofía. Poder escuchar de boca de su marido el verdadero estado de su matrimonio y ver ventiladas sus intimidades para todo aquel que quiera echar un ojo ha debido ser especialmente complicado para la madre de Felipe VI. Posiblemente también esté educada para encajar este tipo de situaciones, pero esto no hace que no sean igualmente dolorosas.

Mientras el ojo público se posa sobre la relación de Juan Carlos I con Bárbara Rey y la cascada de nuevos audios que demuestran esa intimidad entre ambos continua incesante, la agenda pública del Rey Felipe VI y la Reina Letizia no tiene freno. La última semana los hemos visto en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura o presidiendo las celebraciones del 12 de octubre, entre otros compromisos. Ahora, con la ayuda de la escritora, grafóloga y experta en comunicación no verbal, Macarena Arnás, analizamos lo que esconde la letra del monarca y su comunicación no verbal.

Lo que la letra de Felipe VI nos dice sobre su personalidad

Nuestra experta grafóloga, Macarena Arnás, autora del libro ‘Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología’ (Arcopress, 2024), analiza tres manuscritos de Felipe VI para extraer conclusiones que le permitan crear un perfil del carácter del Rey. “La letra de Felipe VI se caracteriza por tener formas mixtas en las que predomina la curva y el ángulo, esto nos habla de una necesidad de equilibrio entre la parte emocional y la parte mental”. Macarena continúa destacando que “es una persona que siempre está buscando la forma de hallar la paz interior y el equilibrio. También se trata de una letra más bien rápida en el trazo en la que aparecen formas ligadas y otras desligadas, lo que indicaría que, aunque predomina el pensamiento lógico y racional tiene una gran parte emocional”.

El análisis de la creadora de ‘La magia de las letras’ asegura que Felipe VI “es una persona con gran capacidad de reflexión y análisis, bastante reflexiva y a analítica y también aparece cierta inteligencia”. Ahondando en sus trazos a la forma de escribir destaca que “las aes tiende a abrirlas por la zona de la derecha, que esto habla de una facilidad para comunicarse con los otros”. También que “prolonga incluso un poco el trazo, lo que nos habla de cierta cautela o desconfianza al entorno. Por otro lado, las oes están más bien cerradas y esto indica que hay cierta reserva”.

En definitiva, la letra del Rey Felipe VI según Macarena Arnás indica que “es un hombre al cual podríamos catalogarlo como una persona lógica, con una necesidad de equilibrio entre la parte emocional y mental” y que es “bastante objetivo en el análisis de su pensamiento”.  Para acabar, el monarca sería según Arnás “una persona realista, el trazo de su “y” se prolonga hacia la parte inferior llegando a pisar un poquito el renglón lo que nos dice que, en algún momento dado, aunque es muy paciente y analítico, también puede tener un punto de rebeldía”. El análisis concluye que el jefe del Estado “es un hombre escéptico que necesita hacer tangible todo lo que se propone”.

Su comunicación no verbal en sus últimas apariciones

Nuestra experta analiza también vídeos de dos de las últimas apariciones públicas del monarca y de ellas extrae conclusiones sobre lo que esconden sus gestos. “Frunce muchísimo el ceño y presenta la frente muy tensionada con las líneas de expresión más marcadas que de costumbre. Aunque esto es un signo de la edad, también nos indica que sus últimas apariciones públicas están cargadas de preocupación”. En detalle, “la zona de la frente es tensional, indica que puede estar pasando episodios de ansiedad o preocupaciones constantes a nivel mental. También la boca desciende un poquito, otro signo de preocupación o tristeza”.

Sobre las celebraciones del 12 de octubre, Macarena Arnás “la mirada de Felipe VI es de preocupación, fruncida, bastante fija, que esto habla también de desconfianza al entorno, habla de un estado en el que la persona está como en alerta”. De nuevo le llama la atención que “la boca, los labios, están en trayectoria descendiente, se comprimen y las comisuras se curvan hacia abajo y esto también es un símbolo de preocupación emocional”. Desgranando esa preocupación nuestra experta concluye que “es hacia lo que se puede contar o hablar, habla de estrés o incomodidad en este caso. Es importante destacar que la comunicación no verbal nos da información sobre el estado de la persona en el momento”. Para acabar, Macarena Arnás remata que “las imágenes de sus últimos actos públicos nos hablan de estar pasando por cierta preocupación y tristeza. De estar pasando un mal momento”.