La Reina Letizia ha cerrado su semana de trabajo visitando un colegio llamado Cortes de Cádiz en Madrid, donde ha demostrado su enorme empatía. También su destreza con los niños, quienes quedaron maravillados con el cariño tan evidente con el que se refería a ellos. Con un traje de chaqueta de Hugo Boss y unos zapatos prestados de su hija, la Princesa Leonor, llegó pisando fuerte, aunque luego se relajó cuando protagonizó un momentazo junto a unos pequeños. 

Su Majestad se sentó cerca de ellos, en el suelo, para leerles un cuento llamado 'Lara, la mariquita amarilla'. "Vamos a hablar de emociones", comenzó diciendo. Pero no, no se limitó a leer sino también a interactuar con ellos, consiguiendo así que muchos de ellos respondieran y avivaran la charla. Tras preguntar a una de ellas qué le hacía diferente del resto y ella responder que sus gafas de ver, Letizia dio la clave: "Todos tenemos algo que nos hace diferentes".

La Reina Letizia guarda con muchísimo cariño algo especial de sus hijas

Solo unos minutos después, ya con el cuento terminado, la Reina Letizia fue sorprendida con un regalo único. El obsequio era un retrato de Letizia hecho por los niños, siendo en ese instante cuando Letizia hizo una confesión. Una muy especial que confirma cómo es como madre. "Guardo todos los dibujos de Leonor y Sofía cuando tenían cinco años. Donde tengo los dibujos de Sofía y de Leonor voy a poner los vuestros, ¿Vale?", aseguró. 

Si bien esta charla duró poco tiempo, han sido muchos los que han reaccionado al vídeo de la Reina. Tildado como uno de los más tiernos de Letizia, hay quien resalta su cercanía e ilusión al hablar desde un rol de profesora que, a tenor de las imágenes, desempeña a la perfección. 

La destreza de la Reina Letizia con los más pequeños

La intención de esta visita no era otra que conocer de primera mano las actividades que realizan los más pequeños. Niños de tres a seis años que apuestan por un aprendizaje dinámico, aunque la Reina Letizia se ha centrado en los de cinco. Con ellos ha apostado por una lectura activa con la que ha conseguido captar la atención de todos y cada uno de los niños. Un espacio que ella conseguía que fuera íntimo, a pesar de la oficialidad y de la presencia de cámaras. 

Aunque ella no lo cuenta, es inevitable pensar en el síndrome del nido vacío. En cómo la Reina Letizia afronta la marcha de sus dos hijas, a quienes sigue echando de menos y a las cuales tiene muy presente, a pesar de estar orgullosa de cómo han ido dando pasos vitales. 

El síndrome del nido vacío de la Reina Letizia, analizado por una psicóloga

Sobre ello hablamos con la psicóloga Lara Ferreiro, experta a la que en SEMANA recurrimos con asiduidad. "El Síndrome del Nido Vacío lo atraviesan muchas personas cuando sus hijos, especialmente los adolescentes o jóvenes adultos, se independizan y dejan el hogar familiar. Este fenómeno puede generar una variedad de emociones en los padres, como la tristeza, la soledad, la ansiedad o incluso un sentimiento de pérdida de propósito", nos dice. 

Mientras la Princesa Leonor está inmersa en su formación militar y continúa su travesía a bordo de Elcano, la Infanta Sofía está volcada en su último año en Gales, donde estudia Bachillerato. Dos caminos muy diferentes que han alejado a las hijas de los Reyes del Pabellón del Príncipe, donde ambas vivían hasta hace poco. 

"Aunque los hijos ya no vivan en casa, la relación con ellos no termina. Es importante mantener una comunicación abierta y frecuente con los hijos. Establecer hábitos de contacto, como llamadas telefónicas regulares, mensajes o videollamadas, puede ayudar a aliviar la sensación de desconexión", recomienda Lara Ferreiro.