A 500 kilómetros de donde sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, disfrutaron anoche de una romántica velada solo para dos, la Princesa Leonor desconectaba junto a unos amigos antes de poner rumbo a la Escuela Naval de Marín. Para ello escogió Vélez, en Málaga, donde se dejó ver "sin protocolos ni formalidades", tal y como apuntan desde el propio ayuntamiento de la localidad, "disfrutando entre amigos de una tarde de verano en uno de los chiringuitos de Caleta de Vélez". Orgullosos, añaden: "La Princesa Leonor ha elegido nuestra tierra para disfrutar de una tarde tranquila y degustar lo mejor de nuestra gastronomía a pie de playa". 

Con esta escapada pone el broche de oro a un verano intenso tras los Juegos Olímpicos de París y disfrutar de unas vacaciones en familia. Lo ha hecho, tal y como apuntan diversos testigos a 'EFE' que la vieron disfrutar de la noche malagueña, junto a un grupo de cinco amigos en el conocido chiringuito Saladero, ubicado en la localidad Caleta de Vélez.

Dentro del local, la Princesa de Asturias y sus amigos no pasaron desapercibidos. Aunque la reserva, aseguran, no fue a su nombre ni se solicitó con ningún tipo de condición especial. El grupo se ubicó en una de las mesas que el chiringuito tiene sobre la misma arena de la playa, donde pudieron relajarse tranquilamente y degustar "un poco de todo", tal y como comentan a la agencia EFE. En este chiringuito, la heredera pudo disfrutar de pescados a la brasa, almejas, coquinas, gambas, ensaladilla, pescaito frito... una variedad de platos con mucho sabor malagueño. Además, el Saladero es conocido por sus deliciosas paellas y arroces marineros, preparados con ingredientes frescos y locales. Y todo en compañía de un grupo de amigos para despedir el verano por todo lo alto antes de marcharse, el próximo 29 de agosto, a la Escuela Naval de Marín para empezar una nueva etapa en su formación militar.

Princesa Leonor

Gtres

La Escuela Naval de Marín, preparada para la llegada de la Princesa

Mientras su hermana, la Infanta Sofía, vuelve a Gales para enfrentarse a su último año en el UWC Atlantic Collegetras el cual tendrá que decidir qué pasos seguir y hacia donde encaminar su formación, la Princesa Leonor ha de retomar sus estudios en la academia militar.

Leonor está a punto de comenzar una nueva etapa en Pontevedra y ya hemos descubierto los dos privilegios con los que contará en la escuela, además de algunos cambios a los que se someten a su regreso.

En primer lugar, uno de los privilegios con los que contará Leonor es la flexibilidad en horario y en salidas de la Academia, ya que puede salir todos los días por Marín o Pontevedra si así lo desea, y todo esto solo por ser alumna de tercero. Eso sí, antiguos alumnos del centro han confirmado que a veces es imposible hacer vida social fuera de la Escuela debido al intenso ritmo que se lleva día a día: "Habitualmente no se hace porque es inviable. Los horarios, los estudios y las actividades deportivas están calculados al milímetro y son muy duros".

En segundo lugar, tiene que ver con la logística del comedor. La princesa Leonor, a diferencia de sus compañeros de primer y segundo curso, no tiene un sitio asignado y podrá disfrutar de la comida con las que personas que ella decida y donde ella prefiera. Dos hechos que, sin duda alguna, marcarán y harán más fácil su día a día.

Además, la escuela ha hecho algunos cambios de cara al nuevo curso. De acuerdo con 'Monarquía Confidencial', son cambios relacionados con la alimentación.

Mientras que el desayuno y la cena se servirán, como hasta ahora, en formato buffet, en el caso de la comida, será en régimen de restaurante. Es decir, los alumnos contarán con un menú cerrado y pensado con antelación y un servicio a mesa. Para ello, se ha debido contratar una empresa de restauración que se encargará de proveer de los recursos materiales y humanos para proceder "al reparto de las raciones", ya que los medios con los que cuenta el centro son "insuficientes", para atender a los 500 alumnos con los que cuenta la escuela. 

Otro de los cambios es que se ha renovado por completo el mobiliario del comedor (sillas y mesas), lo que ha supuesto un gasto estimado de 649.440 euros sin IVA, tal y como apunta 'Monarquía Confidencial'. Dos gestos que ponen a punto la escuela para el regreso de la futura reina.