El 2024 y lo que llevamos de 2025, ha sido de lo más movido para la Casa Real española. En el pasado mes de octubre, la DANA que azotó a la Comunidad Valenciana provocó que Felipe VI y la Reina Letizia se trasladaran hasta las zonas afectadas protagonizando imágenes para la historia de su reinado. Los padres de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía no dudaron en brindar todo su apoyo a los más afectados por las riadas, un apoyo que sigue manteniéndose a día de hoy ya que han sido varias las veces en las que los Reyes se han trasladado hasta Valencia para conocer en primer persona cómo se sigue tratando esta situación.
También, Felipe VI y Letizia han continuado con sus compromisos profesionales y, debido al viaje de Estado que realizaron el pasado mes de diciembre por Italia, hemos descubierto la prohibición a la que tiene que hacer frente la Reina y que fue impuesta por su propia suegra, la Reina Sofía, años atrás. Una norma que no tuvo que cumplir solo en Roma durante sus encuentros con Sergio Mattarella (presidente de la República) y Giorgia Meloni (primera ministra italiana), también deberá llevarla a cabo en el resto de viajes que se le presenten. ¡Te contamos de qué se trata!
La norma que la Reina Sofía ha impuesto y la Reina Letizia ha cumplido a rajatabla
En cada viaje de Estado, y tal y como pudimos comprobar durante la estancia de los Reyes de España en Roma, tienen que afrontar distintas cita y una hoja de ruta muy bien marcada. Entre esas citas, siempre nos encontramos una cena de gala en la que Letizia siempre saca sus mejores galas para sorprender a todos los presentes y al país anfitrión. Sin embargo, la Reina no puede hacer uso de ninguna tiara del joyero real. ¿El motivo? Cumplir a rajatabla las órdenes de Doña Sofía.
La madre de Felipe VI exigió no utilizar ninguna de las diademas más icónicas de la Corona española durante los viajes oficiales a países no monárquicos, como es el caso de Italia. Una pauta que Letizia ha cumplido. Por ese motivo, y a pesar de la gran expectación que genera la Reina en todas y cada una de sus apariciones, su periplo por Roma no lució ninguna de sus joyas de pasar.
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La Princesa Leonor, enfocada en su viaje de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano
El pasado 11 de enero, la Princesa Leonor comenzó la segunda etapa de su formación naval y embarcó en el Buque Escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano, una aventura que durará seis meses (hasta el próximo mes de julo) y en la que recorrerá gran parte de América del Sur, Estados Unidos y algunos puntos estratégicos de España. Tal y como hemos podido saber ya, muchas han sido las paradas que ha realizado la hija de la Reina Sofía junto al resto de los guardiamarinas: Canarias, Brasil, Uruguay y ahora Chile. Después de visitar Punta Arenas, ciudad en la el velero atracó antes de lo previsto debido a las borrascas y a las condiciones meteorológicas adversas, la hermana de la Infanta Sofía ha continuado su periplo y el pasado día 23 de marzo puso rumbo a Valparaíso, donde no llegará hasta el 4 de abril.
En sus llegadas a puerto, la Princesa Leonor siempre ha seguido un mismo patrón. Un patrón que Lara Ferreiro ha detallado en SEMANA. En primer lugar, cada vez que reaparece siempre lo hace con una postura recta, sin inmutarse, algo que en el mundo de la psicología tiene un claro significado: "Es un símbolo del protocolo y la disciplina dentro de la formación militar que está recibiendo. Ella es la más disciplinada, la mejor estudiante, la mejor marine. Cuanto más recta esté, más demuestra lo aplicada que está y lo responsable que es con su misión a bordo del buque escuela", nos ha comenzado explicando nuestra experta.
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En segundo lugar, el patrón repetido por Leonor y que Lara Ferreiro ha analizado en esta revista tiene que ver con su mirada. La Princesa siempre apunta con sus ojos al cielo y ya hemos descubierto que mucho tendría que ver con su familia y el estar lejos de ellos: "Es un símbolo de ansia y deseo de libertad. Leonor mira al infinito para conectar con sus emociones. También puede que piense mucho en sus padres y en su hermana Sofía. Lleva mucho tiempo sin verles y, al ser una familia tan unida, es probable que Leonor los esté echando mucho de menos", nos ha aclarado también la autora del libro '¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta'.
La vida de la Princesa Leonor ha cambiado radicalmente desde que comenzara su formación militar, primero en Zaragoza y segundo en Marín (Pontevedra). La hija de Felipe VI y Letizia es consciente de que su peso y presencia en la Corona empieza a ser más que notable y sus responsabilidades van a ser cada vez más importantes.