Justo cuando la Familia Real española ha vuelto al foco mediático debido a la asistencia de la mayor parte de los miembros de la Casa Real a la boda de José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, Iñaki Urdangarin (56 años) vuelve a la actualidad. ¿El motivo? Este próximo martes 9 de abril volverá a ser totalmente libre, ya que termina oficialmente su condena por malversación, prevaricación, fraude, delitos fiscales y tráfico de influencias. Hay que recordar que fue condenado a cinco años y 10 meses de prisión. 

Iñaki Urdangarin recibe un subsidio de 463,21 euros

Su vida ha dado un giro radical desde que entrara en prisión y, por supuesto, desde que se separara de la Infanta Cristina a principios de este 2024. Y es que Iñaki Urdangarin ya no cuenta con la vida que tenía cuando pertenecía a la Casa Real española. Aunque no se han dado muchos detalles acerca de su nueva vida, lo cierto es que sí que trascendió, que había dejado ya de tener escoltas oficiales en su día a día. Un privilegio con el que sí contaba cuando pertenecía a la Familia Real española.

El insólito privilegio que Iñaki Urdangarin disfruta tras su divorcio de la Infanta Cristina

Iñaki Urdangarin con una mochila. (Foto: Gtres)

Atrás han quedado ya los grandes sueldos. Cuando dirigía el caso Nóos, Iñaki cobraba unos 710.000 euros, y cuando trabajaba para Telefónica en Estados Unidos, unos 1,5 millones de euros. Ahora su situación ha cambiado mucho. Y es que como preso en liberta recibe 463,21 euros al mes. Pero, ¿por qué?

La Ley General de la Seguridad Social, en su artículo 274, reconoce el derecho al cobro de un subsidio de desempleo durante 18 meses a las personas excarceladas tras un periodo de prisión superior a seis meses, cuando se encuentren en desempleo y no dispongan de recursos económicos suficientes. 

Sin embargo, hay que tener cuenta los requisitos. Y es que las rentas no pueden ser superiores al 75% del salario mínimo interprofesional, es decir, 750 euros mensuales. Además, debes de estar en paro y haber apuntado como demandante de empleo. Tienes el plazo de un mes para ello nada más salir de prisión. Una vez que la persona se haya apuntado, tendrá que esperar un mes para solicitar la ayuda. 

Empleado de una constructora en Vitoria

Tal y como publicó SEMANA el pasado mes de octubre, Iñaki Urdangarin estaba en ese momento trabajando en una constructora junto a Ainhoa Armentia, con quien coincide por segunda vez en una empresa. Este nuevo trabajo lo encontró en su tierra natal, donde vive, a las afueras de Vitoria. La pareja ahora trabaja en Nuño y Pescador, S.A., una sociedad anónima que cuenta con 20 empleados más.

Iñaki Urdangarin paseo calle

Iñaki Urdangarin dejará de tener escolta en los próximos días. 

Gtres.

Esta empresa fue fundada en diciembre de 1979. Su actividad económica demuestra que no es una mala empresa en la que trabajar. Y es que el activo total de la sociedad en el año 2022 asciende a la cifra de 3.223.332 euros. Además, el balance de ventas de ese mismo año son de 2.585.057 euros, tal y como consta en el Registro Mercantil. Sin embargo, en caso de que esté todavía en esta empresa, Iñaki Urdangarin podría no estar recibiendo este subsidio, ya que es condición para recibirlo estar en paro.

Una vida muy diferente: alejado de la vida pública

A pesar de que todavía conocemos detalles de cómo es su vida, Iñaki Urdangarin prefiere mantenerse alejado de la vida pública. Cuando se ha dejado ver últimamente ha sido para visitar a su hijo Pablo Urdangarin, que ha seguido sus pasos en el balonmano. No tiene grandes cargas económicas y no tiene que pagar ya la pensión de alimentos a sus cuatro hijos, porque es su exmujer, la Infanta Cristina, la que asume muchos de los gastos de sus hijos. Sigue enamorado de Ainhoa Armentia, con la que poco se deja ver públicamente. 

Eso sí, sigue muy centrado en el cuidado de su madre, Claire Liebaert. De hecho, fue en el domicilio de su madre donde se instaló después de haber recibido en junio de 2021 el permiso para cumplir el resto de la pena en el domicilio de la misma. Ahora ya vive en una casa que ha alquilado en esa misma urbanización para estar más cerca de su madre, con la que mantiene una relación muy cercana. Lo comparte con su pareja, Ainhoa, con la que lleva ya dos años de relación, y pagan por ella entre 1.200 euros y 1500 euros, dependiente del número de habitaciones que tenga la vivienda. Eso sí, esta está a caballo entre esta casa y el domicilio familiar en el que vive sus hijos.