La madre de Felipe VI ha hecho un hueco en su agenda para acudir al mercadillo más solidario de la capital.
La Reina Sofía ha cerrado la semana por todo lo alto. La madre de Felipe VI ha dado pistoletazo de salida al viernes haciendo entrega del XL Premio Reina Sofía de Composición Musical a Javier Quislant García, compositor de la obra galardonada ‘Unda maris’. Un acto oficial que se ha celebrado en el Palacio de la Zarzuela y tras el que la abuela de la Princesa Leonor ha puesto rumbo al Rastrillo de Nuevo Futuro, que ha abierto de nuevo sus puertas tras tres años de parón.
Ataviada con un traje antracita de raya diplomática, blusa cruda y chal con estampados florales y rosados a tono, doña Sofía se ha convertido en el centro de atención de todas las miradas. La que fuera Reina consorte ha inaugurado por primera vez el Rastrillo de Nuevo Futuro, una de sus citas anuales favoritas. Teniendo en cuenta su devoción por este tipo de obras benéficas, los organizadores han creído oportuno que sea ella quien coja el testigo de su cuñada, la Infanta Pilar, que fue presidenta de Nuevo Futuro hasta el día de su muerte.
A su llegada al enclave mencionado, la Reina Sofía ha hecho gala de su cercanía y simpatía a la hora de hablar con algunos de los invitados allí presentes. Entre ellos el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que ha ejercido como guía y no se ha separado ni un solo segundo de la esposa del Rey Juan Carlos con el objetivo de garantizar su bienestar. Además, también esta última ha saludado a rostros conocidos de la talla de Ágatha Ruiz de la Prada, que a menudo acuden a estos actos para afianzar su compromiso con la sostenibilidad.
Una vez que todos los asistentes han acudido a la cita se ha inaugurado la almoneda solidaria. Esta ha sido la antesala perfecta al posterior recorrido por todos los puestos y al almuerzo en el bar Puerta del Sol, que doña Sofía no ha querido perderse. En este restaurante, la madre del actual monarca ha podido degustar un menú donado por Sandro Silva.
El Rastrillo de Nuevo Futuro, una cita ineludible para la Reina Sofía
Esta inauguración ha estado dotada de un gran significado no solo para la Reina Sofía, sino también para los organizadores del Rastrillo de Nuevo Futuro. Se han cumplido 55 años desde que tuvo lugar su creación, y ha vuelto a Madrid por ello por todo lo alto. El alcalde de Madrid ha permitido que sea la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles la que acoja esta iniciativa, dejando atrás el Pabellón de la Pipa en el que solía celebrarse. No obstante, su duración será más corta de lo habitual, ya que tan solo será de tres días a diferencia de la semana que acostumbraba a permanecer en el corazón de la capital.
A lo largo de sus 44 puestos, este Rastrillo cuenta con artículos para todos los gustos y necesidades. Muebles, objetos de decoración, antigüedades, moda, bisutería, adornos navideños y productos de alimentación son algunos de los enseres que pueden encontrarse. Por otro lado, llama la atención que grandes firmas como Pertegaz, Kiombo Bugs, Mimoki o Jorge Vázquez estén dispuestas a colaborar con la causa y donar piezas que posteriormente son adquiridas a precios muy competitivos.
Como no podía ser de otra manera, en los alrededores del mercadillo habrá una amplia oferta gastronómica de la mano de los restaurantes y bares más emblemáticos de la ciudad. Han donado sus menús el grupo El Paraguas, el Qüenco de Pepa, José Luis y Susita. De hecho, esta última cadena asiática tiene previsto servir una cena el próximo sábado, 18 de noviembre, a 60 euros por persona.
Una vez más, con su asistencia la Reina Sofía ha demostrado su compromiso con las causas sociales. Siempre que tiene oportunidad, la madre de la Infanta Elena aprovecha los huecos de su agenda oficial para desplazarse hasta lugares que llevan distintos proyectos favorables para ciertos sectores de la población. Sin ir más lejos, la que fuera consorte reaparecía el pasado lunes, 13 de noviembre, en el acto solidario de entrega de los Premios BMW de Pintura en el Teatro Real, pero no lo hacía sola, sino con la fiel compañía de su hermana Irene.