La Reina Sofía está retomando poco a poco su actividad, sin prisa, pero sin pausa. Lo más curioso es que sus últimas apariciones no están circunscritas a la agenda oficial de la Familia Real, sino que pertenecen a su propia agenda personal. Con un marcado acento ecológico y social, la madre del Rey Felipe VI demuestra estar al quite y apunta a una idea de no desaparecer de la escena pública pese a la delicada situación que atraviesa su familia, especialmente desde que el Rey Juan Carlos decidiese marcharse del país. Esta vez la Reina emérita viajó a Albacete para visitar privadamente un Banco de Alimentos, que se dedica a facilitar productos alimenticios a las personas más desfavorecidas.
Vestida con un atuendo juvenil, con pantalones, chaqueta de cuadros pata de gallo y siempre con su mascarilla puesta, la Reina Sofía quiso reconocer la labor que desarrolla esta organización benéfica sin ánimo de lucro. En concreto este Banco de Alimentos se fundó en 1994 y precisamente la Fundación Reina Sofía, que ella preside, es uno de los patrones benefactores. La emérita recorrió las instalaciones acompañada por J. Antonio García, Presidente del Banco; y Juan Vicente Peral, Presidente de FESBAL; donde saludó a los voluntarios que colaboran con esta causa y se interesó por el funcionamiento y necesidades del lugar sobre todo a raíz de la pandemia.
UNA REINA EMÉRITA MUY ACTIVA
Doña Sofía no aparece últimamente en la relación de compromisos oficiales de la Agenda de Casa Real, pero eso no significa que no esté presente. De hecho, en las últimas semanas nos ha sorprendido en varios eventos: hace unos días ponía sus pies en una playa de la localidad malagueña de Rincón de la Victoria para participar en un acto de limpieza de residuos; y antes la habíamos visto liberando a una tortuga gigante en aguas mallorquinas después de ser curada de sus heridas en el Aquarium de Palma.
Todo lo cual nos deja un inequívoco mensaje: la Reina emérita es una mujer concienciada con el planeta, con el medioambiente, con los animales y, por supuesto, también con las personas. Sus labores al margen de la actividad oficial van en esta línea. Su implicación también con la Fundación Reina Sofía, especialmente con la enfermedad del Alzheimer, es una de las causas en la que más empeño ha puesto en los últimos 40 años.
Su último verano en Mallorca ha sido muy diferente. Con su marido lejos de España, tampoco ha compartido actos con los Reyes y sus hijas, y solo la pudimos ver junto a su hermana, Irene de Grecia, y una pareja de sus mejores amigos. Pero a sus casi 82 años (los cumplirá el próximo 2 de noviembre), nadie imagina una retirada para ella. Su popularidad ha ido creciendo con los años y actualmente es un personaje muy valorado dentro de la Monarquía. Su hijo, el Rey, sigue contando con ella como fiel escudera. No en vano, el próximo viernes 2 de octubre retomará su agenda oficial presidiendo el concierto inaugural del VII Ciclo de Música de Cámara en las Ciudades Patrimonio, a cargo de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que tendrá lugar en la iglesia de Santo Domingo Dalt Vila, en Ibiza.