Resulta curioso cómo tras una noticia muy feliz puede suceder otra triste... Así le ha ocurrido a la Reina Sofía y el resto de su familia griega, que en cuestión de pocas horas han pasado de la alegría por el anuncio del compromiso de Felipe de Grecia, hijo menor de los reyes Constantino y Ana María, al conocimiento de un hecho vandálico terrible sobre las tumbas de sus padres, los antiguos reyes Pablo y Federica de Grecia.
Así se lo comunicaba la Policía helena al comprobar que dichas tumbas, situadas en los jardines del palacio de Tatoi, la que fuera residencia de la Familia Real griega, a las afueras de Atenas, y actualmente un sitio prácticamente abandonado. Un lugar muy querido para nuestra Reina emérita, que creció junto a sus dos hermanos, Constantino e Irene, en este entorno privilegiado.
Según el Ministerio de Cultura y Deportes griego, la cruz de la lápida se encontró partida en tres piezas durante una patrulla rutinaria de los agentes policiales. Ya se está buscando a los causantes de este destrozo y poniéndose en marcha la restauración del monumento funerario. Así lo corroboraba el departamento griego de Cultura a través de un comunicado, en el que señalaba: "Hoy, durante la patrulla de la tarde de la Policía en el departamento de Tatoi, se localizó un acto de vandalismo en la tumba del rey Pablo y de la reina Federica. El Ministerio de Cultura fue informado inmediatamente y la restauración del monumento rápidamente iniciada".
UNA CITA FAMILIAR PARA EL RECUERDO
El cementerio de Tatoi es un recinto privado rodeado de jardines y bosque. La tumba en la que reposan los restos de los monarcas (el rey Pablo falleció en 1964 y la reina Federica en 1981) es un sencillo monumento con sendas lápidas de mármol blanco emplazadas a pie de tierra y con una gran cruz alzada. Desde hace décadas la Familia Real griega (derrocada en 1973 tras la llamada Revolución de los Coroneles) se reúne en este lugar cada año para rendir tributo a sus queridos familiares con una misa memorial.
Un solemne acto que preside Constantino, jefe de la extinta Casa Real, quien junto a su esposa decidió hace unos años regresar a vivir a su país. Ahora disponen de una maravillosa casa en la isla de Spetses, en la que suelen rodearse de los suyos. Dado que el exmonarca tiene ahora una salud algo delicada, siempre está encantado de recibir a su familia, entre ellos a sus hermanas, la Reina Sofía y la princesa Irene, a las que está muy unido. Justamente este año no ha podido celebrarse esta ceremonia de homenaje a causa de la pandemia del coronavirus.
En marzo de 2014 las Familias Reales griega y española se reunieron para conmemorar el 50 aniversario de la muerte del rey Pablo. Allí estuvieron todos, los todavía Príncipes de Asturias Felipe y Letizia (que serían proclamados Reyes en junio)y las Infantas Elena y Cristina. Una cita familiar en la que se vio a todos juntos por última vez.