La Infanta Cristina ha dado un vuelco a su vida. La separación de Iñaki Urdangarin después de casi 25 años de matrimonio y cuatro hijos en común fue un golpe muy duro. Máxime cuando se produjo a raíz de la publicación, a principios de año, de unas fotografías en las que él se paseaba por la playa de la mano de una mujer, más tarde identificada como Ainhoa Armentia, su compañera en el despacho de abogados de Vitoria en el que trabajaba por entonces. Pero la Infanta ha decidido pasar página.
Ha puesto en marcha el proceso de divorcio, que previsiblemente firmará este mismo verano; ha recuperado viejas amistades y hasta acaba de someterse a un pequeño retoque estético que dice mucho de sus intenciones: se ha quitado la verruga que tanto caracterizaba a su rostro. Ahora se muestra más rejuvenecida.
Su nueva vida ha comenzado. Y entre sus planes más inminentes está planificar este verano tan diferente. En agosto disfrutará de sus vacaciones en la Fundación La Caixa, para la que trabaja en el área de proyectos internacionales. Y parece que ha decidido regresar al lugar en el que lleva veraneando durante décadas: Bidart.
En esta localidad francesa, cercana al País Vasco, la Infanta y su familia han pasado sus vacaciones más felices junto con la familia Urdangarin. Es un lugar emblemático para el clan Urdangarin. Cristina tiene en su suegra, Claire Liebaert, y en sus cuñadas y sobrinos políticos a un grupo con el que forjó estrechos lazos y que le mostraron su apoyo y cariño durante el difícil proceso judicial de Iñaki Urdangarin.
La ruptura con Iñaki Urdangarin lógicamente ha podido trastocar esta relación hasta cierto punto, pero, pese a todo, ella no desea renunciar a una de sus costumbres ligadas a tan buenos recuerdos. El veraneo en Bidart es sagrado.
La Infanta Cristina desea volver al mismo enclave costero un año más. Eso sí, la hermana del Rey Felipe parece que no coincidirá con su exmarido. Urdangarin tiene previsto viajar a Estados Unidos por esas mismas fechas. El motivo es la boda de uno de sus sobrinos, que reside en Washington. En concreto de Iñaki Flood, hijo de Cristina Urdangarin, la hermana pequeña del exduque.
La matriarca, en cambio, prefiere no viajar tan lejos dada su avanzada edad, ya que este próximo 16 de julio cumple 87 años. La Infanta Cristina tiene intención de visitar a la que considera su suegra mientras el resto de la familia está fuera.
La nueva estrategia de Doña Cristina es clara: nada de esconderse y aparecer esquiva ante los medios. Poco a poco, la Infanta se está dejando ver en público con más frecuencia y con total normalidad. Sin dramas.
Aunque continúa residiendo en Ginebra (Suiza), sus visitas a España se han multiplicado. Tanto por motivos laborales como por causas familiares. Precisamente, hace pocos días Cristina reaparecía en un acto de La Caixa, en el que se confirmaba la ausencia de su verruga. Nueva estética para nuevos tiempos.
También se la ve mucho más sonriente y relajada. Comentan sus allegados que se ha apuntado al gimnasio y que acude hasta tres veces por semana. Se la nota más en forma y con un estilo más cuidado. Este verano será su primera prueba de fuego para empezar a superar la 'etapa Urdangarin'.