Su Majestad la Reina Doña Sofía ha vuelto a escena. ¡Por fin! Hacía tres meses que no la veíamos en público, justo desde que se iniciara el periodo de confinamiento a causa de la crisis del coronavirus. Pero así como a los Reyes Felipe y Letizia sí hemos tenido oportunidad de seguir prácticamente cada día manteniéndose al tanto de todo lo concerniente con la emergencia sanitaria, a la Reina emérita no. Tampoco desde la Casa de S. M el Rey se informaba de su paradero exacto, y hemos dado por hecho que se ha encontrado todo este tiempo en su residencia del complejo palaciego de La Zarzuela. Por eso mismo se había convertido casi en un misterio. Pues bien, su aislamiento ha tocado a su fin y esta semana ha regresado a sus actividades.
Lo hizo el pasado 3 de junio para presidir la reunión del Patronato de la Fundación Reina Sofía, que se celebró en uno de los salones de La Zarzuela. De manera que la madre de Don Felipe no tuvo que desplazarse y fue ella la que recibió a sus invitados. En esta cita se aprobaron las cuentas del ejercicio 2019 que derivan de la ejecución de los proyectos sociales realizados por la Fundación, y se reestructuró el Plan de Actuación de 2020 para incrementar aquellos proyectos sociales que ayuden a paliar la situación de emergencia social provocada por la pandemia COVID-19.
Un buen ejemplo de esto es que ya el pasado marzo la Fundación Reina Sofía donó 318.000 litros de leche, que fueron distribuidos entre los 54 Bancos de Alimentos de toda España, proyectos de ayuda a la alimentación a domicilio de mayores que viven solos y otras acciones solidarias.El gasto total realizado por la Fundación Reina Sofía en 2019 ascendió a 993.674 euros, de los cuales más de la mitad correspondieron a proyectos de investigación y sensibilización en Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
Sentada en el extremo de una gran mesa, oculta tras la prescriptiva mascarilla y observando la distancia de seguridad, la Reina Sofía lucía un excelente aspecto, vestida con un traje de chaqueta primaveral en tonos verdes. No faltaba su habitual sonrisa, que se atisbaba bajo la tela. La esposa del Rey Juan Carlos continúa manteniendo una agenda activa en paralelo a la de Don Felipe y Doña Letizia, y a sus 81 años presume de un aspecto y una energía envidiables.La última vez que había aparecido en público fue el pasado 6 de marzo, cuando no falló en su tradicional cita en la iglesia ante el Cristo de Medinaceli de Madrid, antes de la Semana Santa. Ya en ese momento se habían establecido algunos protocolos de seguridad, como impedir que se besasen los pies de la escultura. La Reina Sofía rezó ante la imagen y después regresó a La Zarzuela. Desde entonces ha guardado un confinamiento estricto, ajeno a cualquier actividad oficial ni dentro ni fuera de palacio.
Ahora suponemos que ya ha reabierto su agenda y, poco a poco, también volverá a recuperar su pulso público. En un plano más personal, con las medidas de desescalada imparables, debemos suponer que quizás también haya podido volver a juntarse con sus hijos y nietos. Los que tiene más cerca, sus vecinos en La Zarzuela, son los propios Reyes, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Al igual que el resto de ciudadanos españoles, el reencuentro entre los abuelos y sus nietos es una de las cosas más anheladas después de tanto tiempo separados.