En septiembre del año pasado, Irene Urdangarin tomaba una drástica decisión: aparcar sus estudios para tomarse un 'año sabático'. Eso sí, no ha estado parada. La joven quiso seguir los pasos de su hermano Juan, adentrándose en el universo de la cooperación, y ha estado trabajando como voluntaria en Camboya junto a la fundación de Kike Figaredo. Ahora su voluntariado ha terminado y le toca retomar su vida. ¿Cuáles son sus planes? ¿Retomará sus estudios? ¿Estará en Ginebra, junto a su madre, o viajará hasta Madrid para estar con su chico, Juan Urquijo?
Todo apunta a que la hija de la infanta Cristina hará una primera parada en Ginebra en su regreso a Europa, pero no será definitiva, pues tiene que volver a Madrid por dos cuestiones importantes: la primera, terminar de sacarse el carné de conducir. La segunda, reencontrarse con Juan Urquijo, con quien ha mantenido una relación a distancia.
El pasado diciembre, Irene aprobó la fase teórica del carné, pero le falta la parte práctica, por lo que probablemente dedique su verano a estas clases. Además, en Madrid podrá disfrutar de su chico después de varios meses de relación a distancia, y es que pese a la polémica que se ha generado desde que saliera a la luz esta sorprendente relación, la pareja no se ha separado (aunque sí físicamente).
Además, Irene tendrá que decidir qué hacer con su futuro después de rechazar estudiar en la universidad de hostelería de Lausana, donde había accedido después de pasar las pruebas de ingreso. Tal y como apunta 'Vanitatis', su futuro pasará seguramente por Reino Unido, donde estudiaron sus dos hermanos, Juan y Miguel, y donde hay varias opciones que le interesan, aunque todavía no se ha decantado por una. Eso sí, lo que es seguro es que retomará sus estudios en septiembre y lo hará en el extranjero. "Lo más probable es que, además, lo haga en un centro británico. Otra de las opciones sería quedarse en Suiza y estudiar allí", señalan desde el citado medio.
Así, Irene volverá a poner distancia en su relación con Juan Urquijo después del verano. ¿Conseguirán mantener a flote su relación?
Una relación muy sonada y polémica
Irene Urdangarin (18 años) y Juan Urdangarin (25 años) se han convertido en una de las parejas más sorprendentes y mediáticas de los últimos tiempos, y no solo por ser la primera relación mediática de la hija de la infanta, también por su parentesco.
Todo se remonta a sus abuelos. El Rey Juan Carlos, abuelo de Irene Urdangarin, es primo de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, abuela de Juan Urquijo. La criadora de caballos tiene tratamiento de Alteza Real y es que es hija del duque de Calabria, hermano de María de las Mercedes, la madre de don Juan Carlos. Un nexo de unión por el que se tienen un profundo cariño y por el que varios miembros de la Casa Real Española asistieron a la boda de Teresa Urquijo y el alcalde de Madrid, Almeida, el pasado 6 de abril.
Por tanto, Irene Urdangarin y Juan Urquijo son primos terceros, ya que sus abuelos son primos hermanos. Lejos de las críticas que pudiera conllevar el hecho de que son familia, han iniciado una relación sentimental haciendo 'oídos sordos' a todo.
Quién es Juan Urquijo
Tiene 25 años, es ingeniero agrónomo y ha sido uno de los protagonistas indiscutibles de la boda del alcalde de Madrid, y es que Juan es el hermano de la mismísima Teresa Urquijo, que ha conquistado el corazón de Almeida.
En el propio enlace, Juan pudo mantener una conversación con el abuelo de su chica, el rey Juan Carlos, uno de los invitados de honor a la celebración.
La postura de la infanta Cristina ante la relación de su hija
La hermana del rey Felipe conocía perfectamente a Juan Urquijo antes de ser novio de su hija, al ser familia directa, pero jamás imaginó que se convertiría en su yerno. Al parecer, no está del todo convencida con que su hija esté enamorada de una persona "de un entorno tan cercano", lo que la ha llevado a intentar a toda costa que su romance se mantuviera en la intimidad.
SEMANA ha podido saber que la Infanta Cristina no estaba convencida de que saliera la luz. "Es algo llamativo y a ella también le chocó. Se imaginaba el revuelo que la relación iba a provocar en los medios de comunicación. Ahora ya solo queda resignarse", cuenta a esta revista una persona de su entorno.
Pese a todo, ni Juan ni tampoco Irene han querido renunciar a lo que sienten porque sus abuelos tengan consanguinidad.