Don Juan Carlos lleva meses siendo el protagonista de la actualidad y ahora se suma un nuevo problema a la larga lista. Y es que Ingrid Sartiau lleva mucho tiempo intentando ser reconocida como hija del Rey emérito en una ardua batalla judicial. A sus 54 años, Ingrid sigue luchando para ser reconocida como hija del Rey. Su madre le aseguró que nació fruto de relación de ella con el monarca. A pesar de que le está resultando muy difícil, la belga asegura que seguirá luchando: "Tengo mucha paciencia, voy a seguir luchando", declara a Look.
Mientas espera a que se resuelva, Ingrid sigue con su día a día, con la pena de que su madre falleciera hace apenas unos meses. Ingrid está animada y piensa en el caso de Dolphine Boël, que fue reconocida como hija legítima del Rey Alberto de Bélgica tras años de batalla judicial, que acabaron en buen puerto.Ingrid ya tuvo que ver cómo consideraron que su demanda incurría en contradicciones y que resultaba "lisa, llanamente falsa y frívola". Pero la victoria de Dolphine le anima y le da fuerzas para seguir luchando para que le reconozcan lo que considera justo: "Estoy muy emocionada por Dolphine y por su familia. Ha tenido una gran batalla y su éxito me anima a continuar con la mía", declara el citado medio.Ella ya declaró que no quería seguir luchando por el dinero, sino que necesitaba ser reconocida como hija del Rey. Además, ha confesado a Look que tiene pruebas para demostrar que es hija de Don Juan Carlos: "Tengo carta que prueban que Don Juan Carlos efectivamente es mi padre".
Ingrid asegura que tiene pruebas que demuestran que es su padre
Como ha dicho ya en varias ocasiones, Ingrid no quiere ser reconocida como hija del Rey por el dinero y tampoco por llevar el apellido. Y es que tan solo quiere el amor de un padre, tal y como reconoce al citado medio: "No quiero ser princesa ni se me ocurriría cambiarme el apellido, por una cuestión de respeto a mi madre, pero podría añadirlo de manera puntual", asegura.Además, explica qué le lleva principalmente a seguir con esta batalla judicial: "Le pido al Rey que me escuche, que conozca a mis hijos, quiero poder contarle que voy a tener un nieto. Quiero el amor de mi padre, aunque sé que eso no va a ser posible", declara con tristeza.
Tantos años luchando le hacen mella
Está segura de que hará lo que sea por solucionar esta batalla. De hecho, Ingrid dice que no le temblará el pulso y que irá hasta el Tribunal de Estrasburgo si es necesario. Pero asegura que le está costando la salud: "Me ha costado casi una depresión y mucho dolor, porque el Tribunal consideró que estaba vendiendo una fantasía. Tengo la mala suerte de que sea un Rey, pero si hubiera un carnicero, habría dado los mismos pasos", reconoce.
Prefiere no opinar de las polémicas del Rey
Don Juan Carlos lleva ya unos meses siendo protagonista de una polémica que está recorriendo todo el mundo. Ingrid está al tanto de todo lo que está ocurriendo, pero prefiere mantenerse al margen y no dar su opinión al respecto: "Como no conozco el fondo de la historia de Juan Carlos, no tengo una opinión dada, aunque me parece lamentable que se haya tenido que exiliar", dice al citado medio.Las palabras de Corinna Larsen siguen copando titulares por todo el mundo. Y es que ha concedido diferentes entrevistas hablando de su relación íntima con el Rey e incluso aportando archivos fotográficos que confirman su historia de amor. Cada una de sus palabras ha acaparado cientos de titulares y horas de televisión mientras que el Rey Juan Carlos se encuentra «exiliado» a miles de kilómetros de España y de La Zarzuela desde hace ya más de mes y medio.
La Casa Real confirmó el paradero del Rey emérito
No fue hasta el pasado 17 de agosto, casi dos semanas después de que pusiera rumbo al extranjero, cuando la Casa Real emitió un escueto comunicado confirmando que Don Juan Carlos se encontraba en Abu Dabi después de que el periódico ABC lo situara allí. «Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha indicado a la Casa de Su Majestad el Rey que comunique que el pasado día 3 del presente mes de agosto se trasladó a Emiratos Árabes Unidos, donde permanece en la actualidad», decían desde la Corona.