La Familia Real Española celebró el 12 de octubre pasada por agua. De hecho, la Reina Letizia se vio obligada a saltarse el protocolo al levantarse de su asiento en el palco, pues la intensidad de la lluvia la estaba empapando. De un modo muy diferente lo celebró Froilán, quien se encontraba a más de 7.000 kilómetros de España. En concreto en Abu Dabi, donde el hijo de la Infanta Elena se mudó en el año 2023 y donde, según ha podido saber SEMANA en exclusiva, ha asistido a una fiesta por todo lo alto.
El joven, acompañado de sus amigos, acudió este fin de semana a una cita organizada por la Embajada Española en uno de los mejores hoteles de Emiratos. Cientos de personas estaban invitadas al Emiratos Palace Mandarin Oriental, un palacio de cinco estrellas en el que la noche supera los 500 euros. Pero, ¿qué detalles existen de este encuentro en el que Froilán se movió como pez en el agua?
Froilán, protagonista indiscutible de la fiesta organizada por la Embajada
Según cuentan testigos presenciales a este medio, Froilán se mostró "muy educado y atento" con todo aquel que quisiera charlar con él. Accedió a todos y cada uno de los selfies y peticiones de otros invitados, eso sí, siempre con una aclaración. "No quería que le llamaran Froilán. Pidió que, por favor, le llamáramos Felipe", cuentan a SEMANA. Un encuentro que comenzó pasadas las 7 y media de la tarde del sábado y que llegó a su fin sobre las 12 de la noche. Pero hubo quien se quedó con ganas de más.
La cena "de picoteo" de la que disfrutó Froilán en Abu Dabi
Tal era el buen rollo que existía que parte de los invitados continuaron la fiesta en una discoteca del hotel, una decisión que Froilán y sus amigos también tomaron. No sin antes haber bailado prácticamente todas las canciones con su círculo en esta sala del Emiratos Palace, uno de los hoteles más exclusivos de la zona. También de haber degustado parte del catering ofrecido en esta fiesta en honor al Día de la Hispanidad. "Sirvieron croquetas, jamón y picoteo. No era una cena sentados, sino un cóctel para que todo el mundo se pudiera relacionar", nos explican.
El dress code de Froilán y el resto de invitados
Una hoja de ruta muy similar a la del año pasado, donde incluso se sirvió paella en directo. Froilán se convirtió entonces en el centro de atención, del mismo modo que ha sucedido 12 meses después. Enfundado en un traje de chaqueta oscuro, de corte clásico y una corbata color verde como muestra de apoyo al Rey, el hijo de Jaime de Marichalar añadió un nuevo recuerdo inolvidable a su memoria.
La actitud del hijo de la Infanta Elena fuera de España
Lejos del Froilán esquivo al que estamos acostumbrados en España, se mostró muy sonriente, afable y cercano. Nada que ver con la rigidez que muestra cada vez que pone un pie en su tierra natal, a pesar del momento que vive ahora la Monarquía. Recordemos que los audios del Rey Juan Carlos y Bárbara Rey han desatado una polémica sin precedentes y es que en ellos el emérito da detalles sobre su matrimonio con la Reina Sofía.
La nueva vida de Froilán en Emiratos Árabes
El hijo de la Infanta Elena está muy feliz con su nueva vida. Tras trabajar durante varios meses en la organización de la cumbre del clima, estrenó un nuevo trabajo del que se conocen pocos datos. Lo que sí se sabe es que su deseo es cursar un posgrado que le permita ampliar su formación, pero también centrarse en su trabajo en Emiratos.
A pesar de haberse convertido en noticia durante este pasado fin de semana en España, el joven sigue con su vida fuera de nuestras fronteras. Acaparó todas las miradas tras ver la luz unas fotografías junto a su amiga, Belén Perea, con la que fue pillado en actitud cariñosa en el centro de Madrid. Si bien siempre han desmentido que exista algo entre ellos, fuentes cercanas a él mantienen que siempre que vuelve a España duerme en casa de ella, en vez de en los domicilios de sus padres.
Ni en el piso que su madre tiene en el barrio del Niño Jesús, ni en el fantástico tríplex que Jaime de Marichalar tiene en propiedad en una de las mejores calles de Madrid. Se trata de una casa de tres plantas de 735 metros cuadrados que, según cuentan, está decorado con un gusto exquisito. Con varias plazas de garaje y trastero, comparte patio con otro dúplex, un privilegio al que no tienen acceso todos los vecinos de su bloque.