La andadura de la Familia Real por Asturias ha llegado a su fin. Como de costumbre, sus miembros han puesto el broche de oro a los eventos relacionados con los Premios Princesa de Asturias 2024 con la entrega del galardón al Pueblo Ejemplar, que este año ha caído en Sotres. Una localidad muy especial, sobre todo para la Princesa Leonor, que de pequeña la visitaba a menudo junto a su bisabuela Menchu. Quizá por ello su discurso haya contado con ciertos toques emotivos, que denotan el vínculo que tiene la heredera al trono con su tierra materna.
Teniendo en cuenta que Sotres es la cuna del queso de Cabrales por excelencia, la Princesa Leonor no ha querido dejar pasar la oportunidad de llevar esta delicatessen a sus compañeros de la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. No hay duda de que la joven goza de una muy buena relación con el resto de cadetes, y así lo reflejan todas y cada una de las salidas que protagonizan dentro de su formación. Por ello, durante su intervención, ha reconocido que tenía muchas ganas de acudir al punto en el que se produce este alimento, para así llevar una porción directamente a Galicia.
Del mismo modo que ocurría en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2024 celebrada en el Teatro Campoamor, la Princesa ha conseguido dejar boquiabiertos a los presentes en Sotres con sus palabras. Como de costumbre, la joven ha hablado con mucho cariño en un discurso sumamente significativo.
El discurso íntegro de la Princesa Leonor en Sotres, Pueblo Ejemplar de Asturias 2024
Majestades, Alteza, autoridades, señoras y señores, queridos vecinos de Sotres, ¡nos está encantando vuestro pueblo!
Hemos empezado en el mirador y es impresionante comprobar la belleza del entorno cabraliego que enamrcan los Picos de Europa. De Sotres he leído mucho, que es el último pueblo de Asturias, que es el más alto. Es un lugar precioso en el corazón del Parque Nacional, dentro de la reserva de la biosfera, y un espacio natural protegido. Pero es mucho más que eso: este pueblo sois vosotros, los vecinos que regresasteis hace décadas tras las aventuras ultramarinas y europeas y los más jóvenes que os habéis instalado más recientemente. Sois un ejemplo por vuestra capacidad para cuidar las tradiciones y para innovar. Y no es fácil.
Vivir en un pueblo de alta montaña es un desafío constante. Por los servicios que necesitáis y demandáis y por la gestión sostenible de vuestros recuerdos. Cuando terminó la actividad minera, potenciasteis la economía de la zona con el desarrollo del turismo natural y el senderismo, e hicisteis muy bien esa transición. Habéis recuperado caminos y senderos antiguos, y todo viajero que venga a Sotres sabe que estará a gusto, que dormirá cómodo y que le prestará por la vida saborear la comida asturiana que preparáis en los restaurantes, hostales y tiendinas de pueblo. Con esa energía, ¡tiene que ser una maravilla ponerse en camino para llegar al Urriellu! Y habéis orientado además la ganadería de la zona para la producción del queso Cabrales. Ahora iremos a una de las cuevas, una cercana, donde madura con cuidado y delicadeza cada pieza que fabricáis con esmero y de forma artesanal.
Gracias por ser tan cariñosos y acogernos con tanta alegría. Hemos escuchado a los mayores, la memoria viva de cómo un pueblo de alta montaña que no tuvo luz hasta hace 43 años es ahora un lugar que progresa con vuestro esfuerzo. Vi en un reportaje que hay cinco niños viviendo en Sotres. Jaya, Alejandro, David, Andrés y Bruno. Ojalá los cinco podáis encontrar razones para seguir aquí, ojalá que las circunstancias lo permitan si así lo decidís. Gracias de corazón por hacernos sentir que en este rincón precioso de Asturias la vida nos presenta su mejor cara. Es la segunda vez que mi hermana y yo vemos al concejo de Cabrales. Y nos vamos, de nuevo, deslumbradas y admiradas por vuestro ejemplo. Siempre lo digo: nos gustaría volver y compartir con todos vosotros unos días, que nos hemos quedado con ganas de mucho más. ¡Gracias!
Con este testimonio, la Princesa no solo ha dejado constancia de la felicidad que siente cada vez que vuelve a Asturias, sino que también se ha acordado de su hermana, la Infanta Sofía. El vínculo que las une es inquebrantable, y siempre que tiene oportunidad, la primogénita de los Reyes hace mención a la menor en sus discursos. Mientras tanto, su protagonismo en eventos de gran calibre no deja de crecer. Algo con lo que está encantado el monarca, que incluso, a partir de ahora, le ha cedido el testigo para que sea ella quien tome la palabra en primer lugar en la entrega de los Premios Princesa de Asturias, y elogie a los galardonados uno por uno.