El pasado domingo estaba prevista una visita de autoridades a algunas de las zonas más azotadas por la DANA que ha convertido la Comunidad Valenciana en el epicentro de la tragedia estos días. Este acto tenía contemplada la visita a pie de distintas localidades azotadas por esta crisis climatológica por parte de Pedro Sánchez, Carlos Mazón y los reyes Felipe y Letizia. A su llegada al municipio de Paiporta los ánimos estaban caldeados. El ambiente comenzó a elevarse de tono mientras la comitiva avanzaba por las calles del pueblo.
Los objetos de todo tipo comenzaron a volar por los aires. El presidente del Gobierno es agredido con un palo y es obligado a abandonar la comitiva, un componente del personal de seguridad de Casa Real es alcanzado por un proyectil que le provoca una brecha por la frente y por su cara comienza a correr la sangre. Mientras tanto, Felipe VI y doña Letizia comienzan a ser bañados de barro que empieza a llover desde todas las direcciones. En un momento dado, la cara de doña Letizia es alcanzada de lleno por un puñado de barro.
Llegados a este punto del relato, Lara Ferreiro, psicóloga y experta en comunicación no verbal analiza cómo la Reina Letizia se desenvuelve en la que ha sido la primera vez en la que la hemos visto sobrepasada por una situación en sus veinte años de vida pública como parte de la Familia Real.
Letizia, por primera vez, desbordada emocionalmente
Le facilitamos dos vídeos grabados por vecinos allí presentes durante la visita de los Reyes a Paiporta a nuestra psicóloga de cabecera y lo primero que destaca es que “lo que vivieron los Reyes el pasado domingo al visitar Paiporta fue la reacción psicológica de toda una población indignada, que se sentía terriblemente abandonada por las autoridades del país, y que trata de buscar culpables para ayudarles a asimilar su dramática situación”. Lara Ferreiro continúa destacando que “en los primeros minutos del vídeo, podemos apreciar como Letizia está totalmente desubicada. Conocemos a Letizia por ser una persona con un carácter frío y racional, y es la primera vez que la vemos desbordada emocionalmente”.
Cuando uno quiere analizar la comunicación no verbal de alguien hay cosas como la postura, las manos o la mirada que nos dan muchísima información. Nuestra psicóloga analiza las de Letizia en momentos clave de esta secuencia. Postura: Se encuentra moviéndose de un lado a otro, sola, buscando a alguien con quien hablar o un lugar en el que refugiarse emocionalmente. Manos: Lleva las manos dentro de los bolsillos de la chaqueta como señal de autoprotección. No sabe dónde poner las manos o qué hacer con ellas, por lo que prefiere llevarlas guardadas. Mirada: Con la mirada escanea de un lado a otro para ver si hay alguna persona a la que pueda acercarse para mostrar su apoyo, hasta que da con una vecina que le dice “Hoy no era el día de venir, doña Letizia”.
En este momento del vídeo se produce una interacción más fuerte de Doña Letizia con la vecina que le comparte que no era el momento para esta visita. “Ante el gesto y la expresión de desesperación total de la vecina, Letizia, con sus manos, trata de calmarla y aportar serenidad a la conversación. Con el dedo índice hacia arriba, Letizia trata de responder y justificar su respuesta a el por qué habían ido a visitar Paiporta ese día. Es un gesto que indica que tiene carácter pero que está intentando contenerse. Unos segundos más adelante, Letizia coge con esas mismas manos a la mujer y se lleva sus manos al corazón, transmitiéndole toda su tristeza y empatía por lo sucedido”. Posiblemente el corazón de la Reina en ese momento fuese a todo latir. “La frase de esta mujer “Hoy no era el momento de venir” realmente encerraba su deseo de decirle que, si hubiesen venido el primer día de la tragedia, probablemente sí les habrían aplaudido, y no cinco días después”.
El momento en que la Reina Letizia llora desconsoladamente
La segunda secuencia que analiza para nosotros la psicóloga Lara Ferreiro es, si cabe, todavía más dura. En este segundo video se ve cómo Letizia trata de reconfortar a una vecina que le reprocha que han sido demasiadas muertes que se podían haber avisado si alguien los hubiera avisado. De nuevo, Lara nos cuenta qué tres puntos nos aportan información. Ojos de Letizia: Letizia se ha derrumbado y rompe a llorar junto con la vecina de Paiporta. Mira continuamente hacia abajo como muestra de ese dolor y empatía. Postura: Letizia abraza a la mujer con firmeza para intentar darle todo su apoyo, consuelo y comprensión y aportar algo de cariño hacia una mujer que lo ha perdido todo como consecuencia de la DANA.
También las manos de Doña Letizia nos dan información “sus manos están firmes y abiertas, sujetando con fuerza la espalda y los hombros de la mujer a la que está abrazando. Este contacto físico indica que de verdad está tratando de transmitirle todo el consuelo y comprensión que puede”. Para acabar, nuestra psicóloga de confianza nos recuerda que “estos gestos de consolación son mucho más poderosos de lo que podemos imaginar, pues pueden suponer la semilla y el inicio de un proceso de sanación en las personas que han acudido a los reyes para contarles su situación y simplemente, llorar y desahogarse”.