No diremos que la prensa sueca esté exagerando, pero mientras en España hemos visto la caída del bolso de la Reina Letizia durante un acto oficial en su viaje de Estado a Suecia como una mera anécdota, en aquel país parece recordarse ese percance con “consternación”. Al menos esa es la palabra que utiliza la revista sueca ‘Svensk Dam’, especializada en información sobre casas reales, para referirse a cómo vivió en primera persona la reina Silvia lo que se considera como un error de protocolo de la consorte española. Al inicio de dicha noticia podría pensarse que la esposa del rey Felipe VI ofendió de manera imperdonable a la familia real sueca al completo con su error, cuando en España tan solo recibimos este imprevisto como una oportunidad de saber qué lleva la Reina Letizia en el interior de su bolso durante los actos oficiales. Por cierto, quedó a la vista de todos que lo más precisado que atesora en su cartera de mano es su teléfono móvil y una barra de labios para retocarse el maquillaje llegado el momento.
“Pánico durante la visita de Estado: la reina Silvia conmocionada”, comienza a describir a sus lectores la citada revista sueca especializada en cuestiones de corona. Quizá estén alarmando un poco, pues no es tan grave que a una royal se le caiga el bolso por un descuido y se vea parte de su interior, sin que este sea inapropiado ni mucho menos. No es común, cierto es, de hecho se considera un error protocolario, más si tenemos en cuenta que la Reina Letizia tuvo el impulso natural de ser ella misma la que se agachase a recoger su propio bolso y el contenido del mismo desparramado por el suelo, mientras que lo idóneo hubiese sido que su equipo se encargase de disimular este percance siendo ellos quienes se agachasen a recogerlo. No fue así y mientras en España se entendió como un gesto de normalidad espontáneo, en Suecia lo han vivido como un suceso de “pánico” que ha dejado a su reina “conmocionada”.
Pero si el titular en sí parece algo sacado de contexto, más se profundiza en esta teoría a lo largo del cuerpo de la noticia, llegándose a asegurar que la reina Silvia de Suecia a punto estuvo de “sufrir una crisis” al ver cómo la Reina Letizia dejaba caer su bolso al suelo, dejando su contenido a la vista de todos. Quizá las esperanzas puestas en que todo fuese un éxito se vieron truncadas justo al final del viaje de Estado de los Reyes de España por suelo sueco y es que en su último acto conjunto, que tuvo lugar en la embajada española en Estocolmo, se produjo esta escena de supuesto “pánico”. La reina Silvia vio cómo la cartera de mano de pitón verde de Lidia Faro se precipitaba al suelo enmoquetado y casi “sufre una crisis”, siempre según este medio sueco. Al menos con este tono dramático es como se describe la escena del error de protocolo.
“Todos coinciden en que la visita fue un éxito”, comienzan a relatar desde el citado medio sueco cómo se desarrolló la visita del Rey Felipe y la Reina Letizia a su país. “La corte había preparado dos carruajes reales, uno para el rey y Felipe Vi y otro para Silvia y Letizia, que llevaron a las dos parejas durante un kilómetro y medio hasta el Patrio Interior del Palacio. Y por la noche, el glamour continuó con un banquete de gala donde también estaban presentes la princesa heredera Victoria, el príncipe Daniel, el príncipe Carlos Felipe y la princesa Sofía”, continúan. Hasta aquí podría ser una crónica más, pero pronto llegan los tintes dramáticos: “Todo estaba planeado y organizado hasta el más mínimo detalle, pero durante unos segundos estalló la conmoción. Sucedió cuando la pareja real se encontraba de visita conjunta a la embajada española”. Ahí pasan a describir el incidente del bolso, poniendo énfasis en que la reina Silvia estaba “conmocionada” por lo vivido y que habría dejado constancia de su descontento con una frase sentenciadora: “Esto no debió pasar”.
Para finalizar el artículo que condena a la reina Letizia por la caída de su bolso en pleno acto oficial en Suecia delante de todos los medios, este medio asegura que “tal error no debe ocurrir durante una visita de Estado solemne, donde todo está planeado hasta el más mínimo detalle”. Quizá la consorte española debería haber planeado la caída del bolso y haberlo añadido en la agenda oficial, pero se podría entender que un imprevisto tan nimio como este es inesperado y, como tal, inocente. Pero desde ‘Svensk Dam’ no lo ven así y dicen que “todos los involucrados lo saben, especialmente la reina Letizia, que ha estado en innumerables recepciones a lo largo de los años. Puedes ver cómo entra en pánico y trata de salvar la situación, sobre todo para que el bolso no desvíe la atención de la fiesta en la embajada española”, sentencian. Esperemos que puedan perdonar a la Reina Letizia por su error y en un futuro volver a abrirle las puertas de palacio, aunque deban dejar pasar un tiempo prudencial para superar ese “pánico” y “conmoción” que parece haber causado.