Este jueves, la Familia Real ha vivido un gran día: la Confirmación de la Infanta Sofía. La hija menor de los Reyes Felipe y Letizia ha recibido este sacramento en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en Aravaca (Madrid). Allí hemos visto a la Familia Real reunirse de nuevo con el clan Rocasolano -concretamente con los abuelos maternos- con los que llevaban tiempo sin verse. Los abuelos de la joven, Jesús Ortiz -que iba acompañado de su mujer, Ana Togores- y Paloma Rocasolano, así como la Reina Sofía, no han faltado a la cita. Este día familiar, marcado por la ausencia del Reu Don Juan Carlos, una imagen ha llamado poderosamente la atención. Y, curiosamente, no tenía nada que ver con la protagonista de la jornada. Y es que, poco antes de entrar en el recinto hemos visto cómo la Princesa Leonor ha recorrido sus primeros pasos hacia la entrada del templo fundiéndose en un tierno abrazo con su abuela.
El abrazo entre la Heredera al Trono y la reina emérita no ha pasado por alto ni para las personas allí presentes ni para las cámaras de la prensa. La instantánea de la futura Reina haciendo este gesto de cariño a su abuela paterna pronto se ha convertido en el momento más comentado del día. Y es que desde la polémica Misa de Pascua en Palma de Mallorca, tanto la Reina Sofía como su jovencísima nieta se han esforzado por proyectar una imagen pública de unión y afecto. Cabe recordar que en aquel encuentro religioso, celebrado hace tres años, La Reina Letizia pareció impedir la foto de todos juntos. Incluso se vio a la Princesa apartar el brazo de su abuela. Algo que en su momento dio mucho que hablar y despertó rumores sobre posibles desavenencias entre la madre del Rey Felipe con su nuera y con sus nietas.
A la vista está que no es así. Abuela y nieta mantienen una relación cordial y estrecha, tal y como ha quedado reflejado este lunes. Una vez más, la armonía vuelve a reinar en palacio. Dicen los testigos de la ceremonia que a la Reina Sofía le han preguntado si estaba nerviosa por la Confirmación. Esta respondía con un escueto: "Bueno". Más expresiva se ha mostrado la Reina Letizia, quien no ha dudado en llamar a su madre al grito de "¡Mamiiii!" cuando esta, al igual que Doña Sofía, se ha equivocado poco antes de acceder al templo.