Gran parte de los lectores de SEMANA recuerdan cómo se conoció la separación de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. Sucedió el 13 de noviembre de 2007, fecha en la que Casa Real envió un comunicado en el que anunciaban "el cese temporal de la convivencia de los duques de Lugo". Por aquel entonces, llevaban 12 años casados y tenían dos hijos en común, siendo en ese momento cuando se analizó el gran día de su boda. El mismo que ahora vuelve al presente por los secretos que el diseñador del vestido de novia de la Infanta Elena acaba de descubrir. 

Él es Petro Valverde, quien diseñó y vistió a la Infanta Elena el 18 de marzo de 1995. El resultado fue un diseño clásico, de corte princesa y bordados de hilo de seda, el cual acompañó con un velo de tul de más de cuatro metros. Un estilo nupcial que sentaba de maravilla a la primogénita de los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, y que lució en la Catedral de Sevilla. "Fue el día más importante de mi vida", comienza diciendo el diseñador. Pero, ¿qué más ha contado respecto a ese día?, ¿hay detalles que Petro siga teniendo en su memoria? Su respuesta es un sí rotundo. 

Petro Valverde, sobre la propuesta de la Infanta: "Me costó reaccionar"

"La estaba probando un vestido para que lo luciera en la cena de Nochebuena y de pronto me pregunta como si fuera lo más normal: ‘¿Petro quieres hacer mi traje de novia?’ Prepárame unos diseños porque después de Navidades hay que empezar a decidirse’, me dijo. Me costó reaccionar", recuerda ilusionado en 'Vanitatis'. Y es que esa decisión de la Infanta marcó para siempre su carrera. 

Instantánea de la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar en la Catedral de Sevilla en 1995

Instantánea de la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar en la Catedral de Sevilla en 1995

Gtres

Doña Elena siempre tuvo claro que quería un modelo cómodo y ligero, sobre todo teniendo en cuenta las altas temperaturas que tienen lugar en la ciudad hispalense. Por esa razón, eligió un tejido que cumpliera con las expectativas de la Infanta y que, además, ensalzara su belleza. Dicho y hecho. En cuestión de media hora el día de la boda se enfundó en su vestido de novia, ya maquillada y peinada, siendo ahí, en ese preciso instante, cuando el Rey Juan Carlos apareció. 

 

El gran momento, protagonizado por el Rey Juan Carlos

"Cuando la vio se quedó tan impresionado que después de decirle lo guapa que estaba se vino para mí y me dio un abrazo tan enorme que creo que las medallas aún las tengo marcadas en la cara", asegura Petro. Unos segundos que él no podrá olvidar jamás, dando igual los años que pasen. Fue después de este momento cuando el diseñador acompañó a la Infanta Elena hasta las puertas del templo, ya que había que montarle la cola del vestido. "Había que desmontar la cola, porque no cabía en el carruaje que debía llevar a los recién casados a la iglesia de El Salvador, donde dejó el ramo. Y, de nuevo, montar la cola y el velo", explica. 

Las grandes anécdotas de la boda de la hija mayor de don Juan Carlos y la Reina Sofía

Un sueño que pudo cumplir en su carrera y que siguieron más de 10 millones de espectadores. No solo por sus protagonistas, sino también porque se celebraba la primera boda real en España después de cien años, lo que la hacía mucho más atractiva si cabe. Acompañados de 1.500 invitados, hubo grandes anécdotas para el recuerdo como, por ejemplo, el despiste de la Infanta Elena o lo emocionado que estaba don Juan Carlos durante toda la ceremonia.

 

El ahora emérito fue el padrino de la boda y, por tanto, quien llevó a su hija al altar, un instante que, a pesar de la ruptura con Jaime de Marichalar, ambos siguen recordando. Da igual el tiempo que pase. Incluso de cuando a la Infanta Elena se le olvidó hacer una reverencia a su padre para que él le diera permiso para contraer matrimonio, un salto de protocolo que en su día copó titulares y que, a día de hoy, para muchos sigue siendo uno de los momentos más llamativos. 

 

Detalles del convite nupcial de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar

Recibidos entre aplausos, los recién casados se dirigieron hasta el palacio mudéjar de los Reales Alcázares, donde el chef sevillano Rafael Juliá les sirvió un exquisito menú. Este consistía en una lubina del Cantábrico con trufas y almendras, perdiz roja con café de almendra y salsa de caramelo, además de una tarta repleta de flor de lis, la típica de los borbones. 

Entre los asistentes a este enlace destaca la presencia de otras Casas Reales. Acudieron Beatriz de Holanda, Carlos de Inglaterra, Joaquín de Dinamarca o la familia real griega, los parientes de la Reina Sofía. Ninguno de ellos vaticinó lo que acabó sucediendo 12 años más tarde: la ruptura de la relación. 

La vida actual de Jaime de Marichalar

Además de anunciarse en 2007 el cese temporal de la convivencia, dos años después la Infanta Elena y Jaime de Marichalar firmaron el divorcio de mutuo acuerdo, por lo que él perdió el ducado de Lugo. Eso no ha evitado, en absoluto, que siga disfrutando de una lujosa vida y que actualmente viva en el barrio de Salamanca en Madrid. Allí posee un tríplex, que él compró a título individual en el año 2005, justo dos años antes de anunciarse que dejaba de vivir con la Infanta.