El curioso detalle sobre la Princesa Leonor que marca la diferencia con las travesías del Rey Juan Carlos y Felipe VI a bordo de 'Elcano'

La Princesa Leonor, a bordo del buque escuela 'Juan Sebastián Elcano', ya está rumbo a América. La heredera al trono se despidió de Las Palmas de Gran Canaria este jueves, 23 de enero, destino a Salvador de Bahía, Brasil. Por delante tiene 22 días de navegación en estrecha convivencia con los 75 guardamarinas de su promoción. Sigue los pasos de su abuelo, el Rey Juan Carlos, y su padre, Felipe VI, con este crucero de instrucción, pero con diferencias sustanciales. Te contamos cuáles son. 

La heredera al trono ha permanecido tres días en Las Palmas de Gran Canaria, procedente de Santa Cruz de Tenerife. Se trata de la visita número 60 que realiza a la ciudad el bergantín goleta de cuatro palos. Un símbolo de la Armada, construido en los astilleros gaditanos, que dentro de dos años cumplirá su centenario. Las travesías de don Juan Carlos y Felipe de Borbón en su momento también generaron una importante repercusión, pero con la Princesa Leonor se ha querido marcar la diferencia. 

Menos exposición pública para la Princesa Leonor

El cronista de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet, ha analizado para el diario 'La Provincia' cómo la visita de la heredera ha sido diferente a la de su padre y abuelo. La Princesa de Asturias ha asumido menos actos públicos y un perfil más discreto que, en su momento, su padre y abuelo. 

Ha recordado cómo fue la visita del Rey Juan Carlos a la ciudad a bordo del buque escuela en el año 1958, cuando no era ni príncipe ni heredero. Entonces tuvo la oportunidad de visitar el Hospital Militar, pero también contó con distintos momentos destinados al ocio. Y es que junto al resto de sus compañeros acudió un baile de despedida celebrado en el Gabinete Literario. 

El cronista de Las Palmas de Gran Canaria también ha rememorado cómo fue la visita de Felipe VI que tuvo lugar en 1987. El actual monarca visitó un local de moda de la época y también se dejó ver en distintas ocasiones paseando por la ciudad. El escritor ha recalcado que en su opinión, desde Casa Real se ha intentado que la Princesa Leonor sea "una guardamarina más", y no contara con excesivo protagonismo sobre sus compañeros. 

La Princesa Leonor tuvo que hacer la guardia de la noche 

La heredera, de 19 años, que en los últimos meses ha estado formándose en la Escuela Naval de Marín, está afrontando el crucero de instrucción como una más de la tripulación. Prueba de ello es que durante su visita a Las Palmas de Gran Canaria acudió junto al resto de guardamarinas a la recepción de bienvenida. Tras el brindis, y tal y como ha relatado Juan José Laforet, fueron a buscarla porque esa noche le tocaba hacer guardia. Una curiosidad que constata que asume la travesía asumiendo idénticas responsabilidades que el resto de guardamarinas, sin concesiones. 

La heredera no ha contado con una agenda expresa de actos oficiales. El único día libre que tuvo, el 22 de enero, pasó la jornada con sus compañeros más próximos. Durante estos días parte de los guardamarinas sí que han disfrutado de un tiempo de ocio en el  Real Club Náutico de Gran Canaria, pero allí no estaba la hija mayor de los Reyes. El citado diario, según fuentes consultadas, explica que mantuvo un almuerzo con un amigo de su padre que reside en la isla. 

Ya se avisó antes de que embarcara que la heredera iba a ser una más de la dotación que se compone de un total de 188 marinos. Está tomando parte activa en todas las actividades programadas, también en las guardias nocturnas. La joven comparte camarote con sus compañeras de promoción y viaja sin escoltas. 

Pasadas las 17:00 horas de este pasado jueves, el 'Juan Sebastián Elcano' abandonaba el Puerto de La Luz rumbo a América. Una vez más, la presencia del navío de la Armada acogía una importante respuesta por parte de los canarios que se acercaron a despedir a los guardamarinas y desearles suerte en la travesía. Sonriente y cercana, así se dejó ver la heredera al trono mientras saludaba amablemente. El grupo de guardamarinas se despedía hondeando su gorra. 

Será una experiencia inolvidable para la Princesa Leonor, igual que lo fue para Felipe VI. "La mar es un aprendizaje infinito, así que te deseamos, querida Leonor, que aprovechéis al máximo, tú y tus compañeros y compañeras guardiamarinas, el conocimiento y de experiencia que os ofrece este viaje; porque os seguirá valiendo, como me ha valido a mí, para toda la vida", afirmó el Rey durante el tradicional discurso con motivo de la Pascua Militar. Por su parte, el capitán del navío, Luis Carreras-Presas do Campo, señaló en su momento que el objetivo del crucero de instrucción era regresar "siendo mejores marinos" y a ser posible, "mejores personas".