El buque escuela de La Armada Juan Sebastián de Elcano ha abandonado este jueves por la tarde Las Palmas de Gran Canaria, la que ha sido su última parada antes de atravesar el Atlántico rumbo a Salvador de Bahía, en Brasil, en una travesía que durará 22 días. Con la Princesa Leonor a bordo, Elcano abandona España rumbo a América. Antes de hacerlo, la heredera y el resto de jóvenes guardiamarinas se han despedido de todos los curiosos que se han acercado hasta el muelle para presenciar, en primera persona, este momento que ya es historia. Y su despedida ha dejado imágenes para el recuerdo.
Fue el martes pasado cuando el buque escuela hacía su segunda parada en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria. Durante estos dos días, Leonor ha tenido la oportunidad de reunirse con la alcaldesa de la ciudad, Carolina Darias, y el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.
En esta última parada son muchos los canarios que han querido acudir a despedirse, y es que la presencia de la futura Reina genera una gran expectación. Ella, una vez más, se ha mostrado cercana y cariñosa con el público, sin dejar de sonreír y saludando a todos los curiosos. Los jóvenes han ondeado su gorra blanca y azul, que forma parte de su uniforme de La Armada, mientras decían 'adiós'. Entre tanto, llamaban la atención los gestos de complicidad entre los guardiamarinas, incluida Leonor, dejando constancia de lo bonita que está siendo esta experiencia y la gran unión que están forjando durante estos días en altamar. "Tienen que convivir todo el día y eso hace que la experiencia sea muy enriquecedora", señalaba la alférez marino Ida Blanco durante el recorrido que la prensa pudo hacer por el bergantín-goleta.
Tras dejar Las Palmas, Leonor y sus compañeros asumen el mayor desafío del 97º crucero de Elcano: cruzar el Atlántico. Tienen por delante 22 días en los que deberán asumir los mayores retos de la navegación y también vivir una estrecha convivencia hasta que el próximo 14 de febrero lleguen a Salvador de Bahía (Brasil). Tras atracar en Brasil, el barco se dirigirá a Montevideo, Punta Arenas, Valparaíso, Lima, Ciudad de Panamá, Cartagena de Indias, Santo Domingo y Nueva York, donde atracarán a principios de junio.
Con esta travesía oceánica comienza la llamada “fase de aprendizaje”, tras superar la etapa de “Acogida, Orientación y Adaptación a la Vida Militar”, tal y como indicó el comandante, capitán de navío Luis Carreras Presas do Campo, desde el muelle.
A comienzos de junio, la heredera iniciará su viaje de regreso a España para completar su sexto mes de formación en una fragata de la Armada. El 3 de julio retomará su embarque junto a sus compañeros, siguiendo la ruta hacia Ferrol y Marín, donde se ubica la Escuela Naval a la que ingresó en agosto pasado. Este crucero concluirá en la localidad de Pontevedra el 14 de julio.
Las 'heridas de guerra' de la Princesa Leonor
El pasado miércoles, 8 de enero, la heredera al trono llegaba a Cádiz para embarcar en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, donde pasará los próximos seis meses. Desde entonces son muchas las imágenes de la heredera a bordo del buque, hasta nos ha dejado ver sus primeras 'heridas de guerra', y es que su actividad a bordo del Juan Sebastián Elcano no está falta de peligrosidad.
En las últimas imágenes de la Princesa Leonor se puede apreciar, a la perfección, un moratón en su antebrazo, prueba de que la heredera está dejándose la piel en las maniobras.
Aunque el origen de este moratón es todavía desconocido, pero podría ser fruto de una de las actividades deportivas que realizan a diario. El deporte se realiza en la cubierta y se compagina entre las clases y las guardias. La citada alférez explicaba que la experiencia para los jóvenes que se embarcan año tras años es muy intensa.
Así es su 'día a día' a bordo de Elcano
La heredera al trono permanecerá en el bergatín goleta de la Armada aproximadamente seis meses en los que recorrerá ocho países junto a otros 75 guardamarinas. La jornada en el buque escuela arranca a primera hora. El día se inicia a las 6:45 horas. Los guardamarinas tienen tiempo, entonces, para poner a punto sus literas, ducharse y desayunar. Posteriormente, comienzan las clases hasta el mediodía. Antes de la comida, a las 13:00 horas, disponen de un pequeño receso.
Las clases se reparten entre la mañana y la tarde y dependiendo del día se realizan entre cinco y siete periodos de clases. Todos los días, además, realizan actividad física. Más tarde existe un periodo de tiempo libre que los alumnos pueden dedicar a distintas actividades: lectura, juegos de mesa, salida a cubierta y hasta acudir a misa.
En cuanto a la comida, hay un equipo que se encarga de elaborar los menús. A las 22:30 horas llega la hora del descanso, a excepción de los guardamarinas a los que les toca la guardia nocturna, que suele ser de cuatro horas.