Corinna asegura ahora que el Rey Juan Carlos le pidió matrimonio hasta en dos ocasiones y que incluso le ofreció un título nobiliario falso. ¿Por qué le rechazó, pero sí se quedó con la alianza de pedida? Ella misma lo confiesa

Corinna Larsen continúa en su empeño de contar hasta el más mínimo detalle de su relación con el Rey Juan Carlos, en medio de su batalla judicial con el Emérito. No se está guardando nada en el tintero, al menos nada que le beneficie, aunque seguramente hay cuestiones que prefiere barrer bajo la alfombra para asegurarse su triunfo judicial. Para ello, está desmontando al Rey Juan Carlos contando capítulos de su intimidad en común y lo hace de nuevo a través de su ya polémico podcast. Ahora desvela que el hombre al que consideró un día como su legítimo marido, como ella misma confesó, le pidió matrimonio en numerosas ocasiones, pero que en todas ellas su respuesta fue la misma: “No”. ¿Por qué? También lo cuenta.

Corinna Larsen
Gtres

En el nuevo episodio de su serie a modo de podcast, titulado como ‘La sangre es más espesa’, la aristócrata alemana habla de su tenso encuentro con la Reina Sofía en un hotel de Nueva York, de cómo el monarca le ha solicitado que devuelva los 65 millones de euros que le regaló por amor, las supuestas amenazas que ha recibido al no querer devolver su obsequio y, de paso, cómo el Rey Juan Carlos le pidió matrimonio en dos ocasiones, recibiendo una negativa por respuesta en ambas ocasiones. “Me llevó a uno de los salones y, básicamente, me dijo que me amaba, que quería casarse conmigo y que quería vivir conmigo para siempre. Entonces me pidió matrimonio ¡otra vez! Otra propuesta de matrimonio”, recuerda.Corinna Larsen vivió ese momento con incredulidad, pues veía al Rey Emérito muy nervioso y cuando le pedía matrimonio recuerda cómo le temblaba la voz y le entendió como un ser indefenso que estaba solicitando algo a la mujer que amaba, a sabiendas de que fuese cual fuese su respuesta no podría producirse su soñada boda. Principalmente, por que el Rey Juan Carlos es un monarca católico y, como tal, no podría divorciarse, por lo que no podría tomar a otra mujer por esposa, por mucho que fuese su deseo más íntimo.

Corinna Larsen y la razón por la que decía “no” al Rey Juan Carlos cuando le pedía matrimonio
Project Brazen.

Por ello, ella le considera como “un niño caprichoso”, aunque no oculta que, pese a su negativa de casarse con él, no lo dudó un segundo en quedarse la alianza de compromiso coronada por un gran diamante como recuerdo. Y es que el detalle había sido precioso, aunque su respuesta fuese igual de tajante: “No”. Pero le rechazaba principalmente porque entendía que el Rey Juan Carlos se veía impedido para darle el lugar que le correspondería en la esfera pública y ella no quería ser una consorte a la sombra. Pero no era la única razón de su negativa y es que, según relata la propia Corinna Larsen, se encontraba en un momento personal delicado, con su padre a punto de fallecer y con la certeza de la existencia de otras mujeres en la vida del Emérito, lo que ahondaba en su sufrimiento.“Tienes a cientos de personas a tu alrededor tratando de convencerte de que esa sería la mejor decisión que podrías tomar, porque estás podrida, y mira todos esos medios hablando de ti. Él estaba rodeado de persona que, claramente, querían hacerle feliz y lo animaban a seguir con este plan tan loco. Y lo tendría que hacer, simplemente, porque debes complacer al Rey. Ahí es cuando te das cuenta de que, para todos, sólo eres una plebeya que sólo tiene que hacer lo que le dicen. A mí no me criaron ni educaron así”, sentencia.

Corinna Larsen y la razón por la que decía “no” al Rey Juan Carlos cuando le pedía matrimonio
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Pero el Rey Juan Carlos no se dio por satisfecho y trató de convencer supuestamente a Corinna Larsen para que se convirtiese en su esposa. Como sabía que no podía darle su lugar como consorte, pues la Reina Sofía ocupaba tal honor, el monarca le llegó a ofrecer un título nobiliario con la condición de que aceptase su propuesta de matrimonio. El título ya tenía nombre y sería considerada oficialmente como Su Alteza Real la Princesa de Borbón, un título impostado que no fue suficiente para cambiar su respuesta: “Todo era una fantasía. No me lo tomé en serio. Me lo tomé como lo que era, un hombre bastante desesperado”, cierra.