La Reina Letizia ha hecho ya las maletas y ha embarcado rumbo hacia Cabo Verde. De hecho, se espera que este lunes 24 de marzo aterrice en el aeropuerto Internacional Nelson Mandela Praia, donde tiene previsto estar hasta el jueves 27 de marzo. Un viaje muy intenso de poco más de 72 horas en el que apenas habrá tiempo para el descanso, aunque sí podrá relajarse tanto a la ida como a la vuelta a España. Aunque no en el avión en el que suele realizar estos viajes, ya que esta vez no ha elegido el A-310, el cual nada tiene que ver a uno comercial, sino que está equipado con dos habitaciones, despacho e incluso ducha.
Dos habitaciones y sala de reuniones, las comodidades de Letizia también para su vuelo de vuelta
La Reina Letizia es la pasajera junto a su equipo más cercano de uno de los aviones VIP de la Fuerza Aérea Española, el cual llama la atención por tres enormes palabras que dicen "Reino de España". Lejos de lo que la mayoría tiene en su cabeza, este avión es exclusivo, prueba de ello que tenga sala de reuniones, cocina propia, duchas para refrescarse y hasta dos dormitorios disponibles para Sus Majestades o bien para su equipo de confianza. Un medio de transporte que, en nada se asemeja, al utilizado por el común de los mortales. Varias estancias que no solo permiten descansar sino también seguir trabajando junto a su equipo. Ya sea organizando los actos de la semana.
El sistema de seguridad que blinda a Letizia cuando vuela en el avión de las Fuerzas Armadas
Pero volvamos al 'hotel' sobre las nubes de Letizia. Está enmoquetado, sus paredes están recubiertas de madera y es muy seguro. Un blindaje que logra gracias a un sistema electrónico capaz de desviar un misil lanzado contra la aeronave. De hecho, se reformó incluyendo sistemas de comunicación encriptada, lo que ayuda a que los pasajeros reales se sientan a salvo.
Con 62 plazas de primera clase, el 'Air Force One' pesa aproximadamente 160.000 kilos en su despegue y la mitad vacío, siendo su capacidad lo que lo convierten en un transporte cómodo. Algo evidente, por ejemplo, en el recorrido sin repostar que pueden llevar a cabo: más de 12 horas.
Ahora da capacidad a 62 pasajeros en primera clase
Adquirido en el año 2003, por aquel entonces tenía capacidad para 220 pasajeros. Ahora tiene espacio para 62 pasajeros de primera clase, quienes pueden sentarse sobre asientos de piel color beige, en los que dormirse o hablar sobre asuntos pendientes. Separados por una mesa en la que hay un hueco para la bebida, Letizia tendrá tiempo también para ponerse al día y repasar lo último de la actualidad, por ejemplo, la denuncia de Casa Real para proteger a la Princesa Leonor.
Las enormes dimensiones del avión en el que se mueven los Reyes, Felipe y Letizia, de forma habitual
En él Letizia y Felipe saben manejarse como pez en el agua. Conocen cada rincón, ya que es el transporte que utilizan los Reyes en sus viajes oficiales. Tiene 46 metros de largo y 15 de alto, aunque lo que más valoran no es tanto el espacio, sino la velocidad con la que puede atravesar las nubes. Más de 900 kilómetros por hora, lo que permite que todo sea mucho más eficiente y hacer más fácil cada vez que tienen que salir del país.
Si bien es cierto que el personal de Casa Real lo utiliza con normalidad, también lo usa Presidencia de Gobierno. Del mismo modo, se ha destinado para evacuaciones médicas dentro y fuera del territorio nacional, lo que lo convierte en un avión todoterreno. Recordemos, por ejemplo, cuando portó efectivos para ayudar a las víctimas de un terremoto devastador en Ecuador.
El avión del que disfruta Letizia en Guatemala.
Gtres
Es uno de los aviones más grandes y ha sido testigo de momentos históricos. Por ejemplo cuando el Rey Felipe a Honduras, donde se reunió con la presidenta Xiomara Castro. Perteneció a la compañía francesa Air-France, pero se rematriculó con la designación española T.22-2, entrando así en el Ejército del Aire. Esta vez, ha sido elegido por los Reyes, tanto para la ida como para la vuelta de Polonia.
En su interior, la Reina Letizia tiene la oportunidad de vestirse, descansar y establecer la hoja de ruta para lo que queda del mes de enero. Un vuelo en el que, como siempre, estarán acompañados de su núcleo duro, que no son otros que su estilista, su maquillador o su secretaria, María Dolores Ocaña. Ellos se encargan junto a ella de que no falte un detalle, que su ropa esté a bordo y que siempre haya un plan B. Pase lo que pase y ante cualquier circunstancia.