Los Reyes Felipe y Letizia han regresado a España tras cumplir con el viaje de Estado a Países Bajos, los pasados 17 y 18 de abril. Un viaje que ha sido muy especial dados los vínculos tan afectuosos existentes entre ambas monarquías, tanto a nivel institucional como personal. La vida en Madrid de la princesa heredera Amalia (homóloga de la Princesa Leonor) es el mejor ejemplo de ello. Con todos los deberes hechos, pasamos a repasar los mejores momentos de nuestros 'royals'. ¡Pasen y vean!
Una vez desvelados todos los compromisos de un programa oficial de lo más apretado, nos quedan un sinfín de recuerdos. Imágenes, anécdotas y otras curiosidades que, afortunadamente, ahora podemos compartir para formar el cuadro completo de esta visita.
Si hay una imagen que se nos ha fijado en la retina es la Reina Letizia sentada durante el besamanos de la cena de gala en el Palacio Real de Ámsterdam.
Su dolencia de pies provocó que, "por prevención", según aseguró a SEMANA la Casa Real, la soberana utilizara un taburete para recibir y saludar a todos los invitados de la manera más cómoda... y menos dolorosa. Nunca antes le había ocurrido algo semejante. A su lado permanecía de pie una Máxima de Holanda majestuosa cubierta de espectaculares diamantes.
La complicidad 'de hermanos' de los reyes Guillermo y Felipe
Pero ha habido muchas más cosas para recordar. Nos hemos encontrado con unos soberanos muy cómplices y afectuosos. Felipe VI y Guillermo de Orange han demostrado que forman un gran equipo.
No solo han acudido juntos a varios eventos de carácter político y empresarial, con el hidrógeno verde como uno de los proyectos más importantes entre ambos países, sino que también han dejado ver una sintonía personal fuera de lo común.
El momento más simpático de los monarcas ha sido durante su visita a la Fundación Cruyff, enfocada en la ayuda a los niños con discapacidades a través del deporte. Allí Felipe y Guillermo bajaron a la cancha y participaron en algunos juegos.
Vimos a Don Felipe lanzar un tiro a la canasta de baloncesto y hacer el saque de honor junto a su anfitrión en fútbol. Con gran estilo, por cierto, y sin quitarse el traje y la corbata.
Lo más emotivo fueron las palabras que ambos se dedicaron en sus discursos durante la cena de gala. Ahí el rey Guillermo dio las gracias a los Reyes de España por haber acogido y estar pendientes de su hija Amalia durante su estancia en Madrid, donde se refugió huyendo de las amenazas de la mafia en su país. La heredera, por cierto, debutó en un banquete de Estado.
Como nota personal, cada uno recordó que los monarcas holandeses se habían conocido hace 25 años en la Feria de Abril de Sevilla. Eso les ha dejado un poso indeleble en el corazón respecto a España.
Letizia y Máxima, reinas y madres
Las reinas Letizia y Máxima también tuvieron su cuota en solitario dentro de este viaje. Compartieron la mañana del jueves 18 de abril para promocionar, entre otras cosas, el Festival de Cine Español de Ámsterdam.
A su salida fueron recibidas con vítores, y en especial para la invitada española. Ambas hablan español y el hecho de que Amalia haya vivido en Madrid, contando con el amparo de nuestros Reyes, las puede haber unido mucho más.
Una faceta más informal que la vivida la noche anterior para la gala en palacio, donde brillaron con impresionantes tiaras de diamantes.
Esa misma noche los cuatro reyes, y de nuevo la princesa Amalia, se dieron cita en el Straat Museum, dedicado a los graffitis y al arte urbano. Un guiño hacia el futuro y las nuevas generaciones, donde dejaron su impronta firmando en un cuadro. Amalia saludó al Rey Felipe con una reverencia.
Este ha sido el 16º viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia durante sus casi diez años de reinado. Y el primero de este 2024. Todo un éxito que resumimos a continuación en todos estos sorprendentes momentos.