Los periodistas Antonio Montero y Marisa Martín Blázquez son de los rostros más conocidos de nuestro país. Sin embargo, no suelen ofrecer declaraciones sobre su vida privada y, aunque es frecuente su actividad en las redes sociales, intentan llevar su faceta más íntima detrás de las cámaras.
Ambos trabajan juntos en algunos formatos, aunque siempre reina su profesionalidad, dejando su relación para fuera del plató y tratándose siempre como simples compañeros de trabajo. En 2015, se saltaron su propia norma y anunciaron su separación, aunque nunca dejaron de vivir juntos y tras meses, volvieron a darse una oportunidad.
Sin embargo, hay momentos en los que los periodistas se han ido de la lengua, confesando ante las cámaras los secretos mejor guardados de su vida personal. Un ejemplo claro fue el paso del paparazzi por el reality 'Pesadilla en el Paraíso', donde habló, como cualquier padre, de sus hijos, olvidándose de que estaba en un espacio público. Durante su relación, Antonio Montero y Marisa Martín Blázquez tuvieron dos hijos, Nicolás y Marieta, de los que están muy orgullosos.
Nicolás, el hijo de Antonio Montero y Marisa Martín Blázquez, un apasionado de los viajes
Aunque los periodistas han intentado siempre que sus hijos crecieran en el anonimato, ahora que son mayores pueden presumir de sus logros en sus redes sociales. Marisa Martín Blázquez es una madre orgullosa y preocupada, por lo que comenta con cautela cada una de las publicaciones que hace su hijo mayor en sus perfiles públicos.
El primogénito de la pareja es Nicolás. El joven comparte sus viajes en las redes sociales, siendo todo un creador de contenido. El hijo de Marisa y Antonio cuenta con casi 5.000 seguidores en Instagram, en la que se define como aventurero. Sin embargo, no vive de ello, sino que es arquitecto de profesión. Durante meses estuvo estudiando fuera, aunque ahora ha asentado su residencia en Madrid, donde convive con su pareja y con su perro, Tequila.
Marisa Martín Blázquez se deshace en halagos hacia su hijo mayor
El pasado mes de septiembre, su madre fue la encargada de hacer un repaso por su vida con motivo de su cumpleaños, compartiendo con sus seguidores imágenes desde su niñez a la adolescencia. "Llegaste cuando llegan las cosas que más deseas. Llegaste cuando lo que más deseaba eras tú. También era verano y, claro, quisiste que fuera en mi estación favorita del año", comenzó Marisa Martín en su Instagram.
"Aprendí a ser madre sin ensayo previo; como se aprende el lenguaje: sin darte cuenta y con avidez. Te aficionaste a mí y yo a ti desde el primer latido dentro. Hay ritmos inevitables y eternos. Hoy, por muy lejos que estés, no sabría latir sin tu compás. Y mira que andas siempre por todos los mundos. Te aficionaste a viajar, porque caíste en el vientre de una buscadora de señales y, para encontrarlas, hay que recorrer todos los caminos, así que no puedo reprocharte nada", continúa la madre de Nicolás, mostrándole su orgullo.
"La vida pasa demasiado deprisa. Me parece que fue ayer cuando empujaba con fuerza para que vieras la luz de fuera, mientras a mí tú me la dejabas –para siempre– toda dentro. Sé que siempre te andas yendo y siempre te estás quedando. En mí, digo. Pero aprende algo: yo –también siempre– voy contigo y a tu lado", explicó la periodista.
Por último, quiso darle un consejo como regalo. "Verás, hijo, la vida es esto. Como decía #Sabines: 'Los amorosos vivimos al día y no podemos hacer más, no sabemos. Siempre nos estamos yendo, siempre, hacia alguna parte. Y no esperamos nada, pero esperamos'. Ve, vuelve, no esperes nada. Espera todo. Yo, siempre. Tú, conmigo. Te quiere, Madre", concluyó la colaboradora de 'TardeAR'.
Nicolás tiene un tatuaje dedicado a su madre, Marisa Martín Blázquez
Además, la periodista ha desvelado en sus redes que su hijo cuenta con un el final de la publicación tatuada en su cuerpo. "¡Cómo me engañaste para que te escribiera con mi caligrafía, el final de esta felicitación, para tatuártela…!", relató la colaboradora de televisión, ya que este texto es su manera de despedirse en cada comentario.
Marieta, la hija anónima de Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero
Mientras que Nicolás es un habitual en las redes sociales de sus padres, ya sea mediante publicaciones o con comentarios, Marieta se mantiene en el anonimato. El pasado mes de diciembre, Marisa compartió imágenes para felicitar a su pequeña. Sin embargo, optó por instantáneas de ella de bebé, manteniendo en la intimidad su rostro actual y ayudando a su hija a seguir viviendo al margen de los fans.
Para felicitar a su pequeña en su gran día, la periodista le relató un cuento. "Érase una vez un día como hoy en el que estabas a punto de llegar a mi vida. Te adelantaste mucho. Eres –como yo– de las que les gusta resolver rápido las cosas. Y con vehemencia. Y también de las de dar sorpresas. Siempre buenas. Siempre en forma de música. ¡Ay mi Marieta!", comienza la historia escrita por Marisa Martín Blázquez. "La vida te puso a prueba y no sabía con quién se la jugaba. Tú no eres de las que se rinde. Nada te mermaba la fuerza. Me lo decías constantemente con tu mirada y con la sonrisa que brillaba desde antes de vernos.
"Dijeron que tú no podrías andar, sonreír, moverte. Cuánto y cómo se equivocaban. Tú, como si entendieras algo, me decías con tus ojos que estuviera tranquila, que nada de eso sucedería", continúa relatando, mostrando las dificultades a las que se enfrentaron en sus primeros días de vida.
"Comencé a aprender contigo que a caminar se puede aprender tarde. Que ir paso a paso es la manera de llegar muy lejos. Tuviste que venir para que aprendiera que la vida es la aventura más hermosa. Y más, si es a tu lado. Fue entonces cuando la Navidad comenzó a tener tu nombre", le dedica su madre.
"No sabría enumerar cuántos tipos de amor hay. Ni si se puede cuantificar. Creo que medir el amor es un ejercicio vacuo porque el amor, en sí mismo, es generoso y no sabe de cantidades.(...) Me he pasado su vida –y desde el primer latido dentro de mí– oyendo las puertas de su corazón. Mi vida transcurre a su lado desde ese instante. Somos un mismo ser desde el origen. Escribir, para mí, es un ejercicio curativo. Ojalá, con mis palabras, pudiera sanar", continúa la periodista.
"Siempre he tenido la absurda convicción de que el nombre que te imponen al nacer, define tu personalidad. También, que es una faena que te lo elijan y tú no puedas participar en la decisión. Pero creo que cada quien infunde la personalidad al nombre y que, por eso, puede convertirse en el más bello", concluye Marisa, relatando la gran forma de ser que tiene su hija pequeña.