Shakira vivió en Sevilla una noche que recordará para siempre. En los Latin Grammy 2023 ganó tres premios, entre ellos, el de mejor canción del año. Pero toda esa alegría ya quedó atrás. Ahora debe enfrentar un momento crucial en su vida. Este próximo lunes se va a convertir en la protagonista de un juicio que se va a celebrar en Barcelona. La artista colombiana está acusada de defraudar 14,5 millones de euros a Hacienda. Por esta razón, la Fiscalía solicita para ella una condena de ocho años y dos meses de prisión.
La Fiscalía pide una multa de 23,8 millones de euros para Shakira
El proceso judicial está previsto que dure 12 días, siempre y cuando las partes no acuerden antes una reducción de la condena a cambio de que ella reconozca que ha cometido fraude fiscal. Además de la pena de prisión, la Fiscalía busca imponerle una multa de 23,8 millones de euros. En la primera sesión, Shakira tendrá que declarar, mientras que los testigos presentarán sus testimonios a lo largo de las 12 sesiones.
Entre las personas citadas para dar su testimonio las hay de todo tipo: empleadas de centros de estética, peluquerías, hoteles, bares y restaurantes que atendieron a Shakira durante el tiempo que vivió en Barcelona. A este grupo se suman el chofer de la cantante, dos ginecólogos, sus profesores de zumba y fitness, y su estilista. Además, varios vecinos de los vecinos que convivían con ella en el mismo barrio también comparecerán en el juicio.
La cantante sostenía que era residente fiscal en las Bahamas
Shakira ha llamado a declarar en el juicio al CEO de Sony Music en América Latina y también a la presidenta de la compañía. También quiere que testifiquen su hermano y también manager, Tonino Mebarak, además de terapeutas, peluqueras y estilistas, entre otros. Fue hace cinco años cuando para Shakira empezaron los problemas con Hacienda. Recibió una acusación formal donde se le notificaba que había defraudado 14,5 millones de euros entre 2012 y 2014. Ella negó los hechos. Sostuvo que en esos años era residente fiscal de Bahamas. Desde España se consideró que eso no era cierto porque en el registro figuraba que había pasado más tiempo aquí que en el Caribe. Según la ley española, se considera residente fiscal a quien vive en el territorio más de 183 días al año.