Tamara Falcó e Íñigo Onieva han disfrutado de unos idílicos días en el Anantara Convento di Amalfi Grand Hotel, un lugar de gran historia y belleza. Tamara, conocida por su pasión por los lugares con encanto, ha compartido su entusiasmo en las redes sociales por este alojamiento: "Creo que una de las partes clave de un viaje es el alojamiento. Me encanta buscar hoteles nuevos, hoteles reformados y, en general, hoteles con historia y encanto". Por las imágenes se puede ver lo bonito que es el lugar, además de ofrecer unas vistas del Mediterráneo espectaculares.
La pareja ha disfrutado unos días idílicos en la costa amalfitana
Este hotel de cinco estrellas, era un antiguo convento capuchino y hoy en día sigue conservando la misma imagen majestuosa del pasado. Se construyó en el siglo XIII y se ubica sobre un acantilado que permite disfrutar de las vistas impresionantes de la costa de Amalfi. Se ha convertido en otro de los rincones de esta pareja que ya pasó unas vacaciones de ensueño en Suráfrica para celebrar su luna de miel. El hotel tiene 52 habitaciones y, aunque no lo han mostrado a las claras, es presumible pensar que se han alojado en la suite con jacuzzi que vale 1.500 euros la noche.
"Tiene un encanto difícil de explicar con palabras", confesaba Tamara después de su estancia, reflejando su fascinación por el lugar. La suite donde se ha hospedado la pareja ofrece una exclusividad sin parangón, con un fresco del siglo XIX adornando el techo. En el restaurante al aire libre La Locanda, o en la terraza panorámica del restaurante principal, la pareja ha disfrutado de unos platos exquisitos. "Nunca te cansas de las vistas al mar", ha afirmado Tamara, ilustrando la belleza hipnótica del entorno.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva disfrutaron otras vacaciones en París
A mediados de agosto y tan solo una semana después de haber disfrutado de una lujosa luna de miel en Sudáfrica, Tamara Falcó e Íñigo Onieva decidieron seguir de vacaciones y eligieron París. En la capital francesa, la pareja se instaló en la suite Le Poète del Hotel Crillon, un establecimiento que cuesta la nada despreciable cifra de 5.500 euros la noche.
Tal como ha sucedido ahora con Amalfi, Tamara también se hizo eco de su visita a París a través de sus redes sociales. "París siempre es una buena idea", dijo a sus seguidores. La pareja se dedicó a pasear por las calles parisinas y degustaron la gastronomía local. El Hotel Crillon, al igual que el Anantara Convento di Amalfi Grand Hotel, tienen una estética clásica actualizada y gozan de una piscina climatizada.
La experiencia gastronómica del NOMA maravilló a los dos
Para pasar la noche, la pareja eligió la suite Le Poète. Tiene 82 metros cuadrados y está ubicada en la última planta desde donde se pueden disfrutar de unas vistas de París maravillosas. Las mismas vistas que Tamara podría haber disfrutado de Madrid si no hubiera puesto en su ático por estrenar el 'muro botánico' que tanta polémica levantó y que incluso el arquitecto del edificio, el arquitecto Joaquín Torres, le dijo: "Cero polémica con Tamara Falcó. No me ofende nada de lo que ha comentado. No le gusta su ático, pues que lo venda. Polémica zanjada".
Más recientemente, Tamara Falcó e Íñigo Onieva viajaron hasta Copenhague, donde disfrutaron de una cena en el prestigioso y exclusivo restaurante NOMA. El precio medio de una cena aquí es de 775 euros. A la pareja le gusta disfrutar de la buena cocina y Tamara demostró sus dotes culinarios ganando la cuarta edición del 'MasterChef Celebrity'. Esta pasión y también curiosidad gastronómica fue la que les llevó al restaurante Noma. Y como en las ocasiones anteriores Tamara compartió la experiencia en sus redes sociales para sus seguidores. "Por fin venimos a Noma, que ha sido una pasión para nosotros desde hace mucho... un restaurante que es un referente en la cocina".
La Marquesa de Griñón se quedó maravillada con la presentación que en el restaurante hacen de los platos y no paró de mostrar su entusiasmo. "Estoy encantada con la preciosidad de este plato, parece un cristal de roca y es hielo", refiriéndose al menú degustación que estaba comiendo con su pareja. Añadió que el consomé de jugo de pera que estaba comiendo le recordaba un poco "a la sopa de melón". También aprovechó la ocasión para referirse a los camararos y chefs que realizaban el trabajo que calificó de meticuloso. Los llamó "las brigadas" del Noma y destacó de ellos esa especial cualidad que tienen para utilizar sus herramientas de cocina. No hay duda de que tanto Íñigo Onieva como Tamara se han tomado muy en serio lo de disfrutar de la vida de recién casados. No sabemos si, una vez se quede embarazada, seguirán el mismo ritmo de vida o se lo tomarán con más calma y empezarán una nueva etapa mucho más familiar.