No es un error ni mucho menos, pero Susanna Griso se 'arrepiente' de no haber hecho algo con sus hijos. Así lo desvelaba ella misma en 'Espejo Público', cuando antes de dar paso a su sección 'Más Espejo' en la que abordan los temas de actualidad de la prensa rosa y donde Sofía Cristo regresaba para hablar de la guerra familiar en la que está sumida, el programa debatía sobre un tema que está a la orden del día: el 'colecho'.
Se trata de una práctica que llevan a cabo muchos papás del mundo y que consiste en dormir junto a sus hijos, incluso hasta edades avanzadas de la niñez. En el plató de Antena 3, una madre que practica 'colecho', contaba que duerme junto a sus tres hijos, el mayor de 13 años, otro de 9 y el pequeño de 6. Defendía que le encanta hacerlo, ya que "descanso mejor" porque no tiene que levantarse varias veces de su cama y tener que volver a coger el sueño y que, además, le gusta mucho sentir ese "calor" de la familia unida en la cama.
Hay opiniones para todo, desde luego, y hay quienes ven esta práctica como todo lo contrario: menos descanso y hasta un peligro para los más pequeños, ya que corren diversos riesgos al dormir junto a padres que consumen tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
Sin embargo, Susanna Griso no ha dudado en declarar que se arrepiente de no haber dormido más con sus hijos: "Yo fui superestricta con ese tema y los separé muy pronto. Les puse la cunita y ya está", confesaba, "Si volviera a ser madre los tendría en la cama hasta mucho más adelante, porque luego se van y los echas de menos", aseguraba la presentadora, sacando a relucir su lado más familiar. "Me refiero a que ellos se van muy pronto de la cama, cuando les das la oportunidad de que vengan, por lo menos los míos, ya son grandes...", añadía.
Es madre de tres hijos, Jan de 20 años, Mireia de 18 y Dorcette de 11. Además, su familia se compone por un miembro más, Koudus, un joven de origen ghanés que la periodista acogió hace 5 años. Susanna ha hablado en varias ocasiones sobre los retos y alegrías de la maternidad, compartiendo cómo esta faceta ha enriquecido su vida y le ha proporcionado perspectivas únicas que, a menudo, han influido en su enfoque periodístico. Su familia se ha convertido en su mayor fuente de inspiración y motivación, ofreciéndole un refugio seguro lejos de las cámaras y los focos.
A principios de este mismo año, Susanna hablaba abiertamente de cómo son sus hijos. Lo hacía en el pódcast de una de sus compañeras, Pilar Vidal, 'Dramma Queen' donde la catalana mostraba su lado más privado.
Sobre Jan, fruto de su relación con el también periodista Carles Torra, contaba: "Lo tengo estudiando en Francia, en La Sorbona. Es un chaval impresionante, con la cabeza muy bien amueblada, culto, con unas ganas de aprender tremendas, lo lee todo, tiene muchas inquietudes intelectuales". El joven estudia filosofía, mientras que su hermana Mireia, quien vivió en Estados Unidos, hace una carrera híbrida con política y economía. "Con ella es con la que estoy conviviendo, es un genio", confesaba. "Escribe muy bien desde pequeña", añadía.
"El prohijado ya vuela solo. Está pluriempleado y le van muy bien las cosas. Es muy trabajador y su gran ilusión es adoptar un niño en Ghana y traérselo el día de mañana", decía sobre Koudus. Además, desvelaba que el joven desea "la reagrupación familiar con su hermana, a la que está pagando los cursos de peluquería. Es un chaval maravilloso".
La pequeña de la casa es Dorcette, a quien adoptaron en 2018, tras varios años de trámites complicados. Susanna Griso comenzó con el papeleo 8 años antes de que la asignaran a su hija. Empezó el proceso en Etiopia, aunque le derivaron a Costa de Marfil, lo que le obligó a repetir el certificado de idoneidad. "Nos marcamos un plazo y en verano nos llamaron. No sabes ni el sexo ni la edad, aunque yo me había planteado de 3 a 5 años, para que pudieran tener la experiencia de ser padres de un bebé personas que no lo habían sido y que seguro que lo disfrutaban muchísimo", indica. "Fuimos a por Dorcette y fue una de las experiencias más bonitas de mi vida, fuimos con sus hermanos y así conocieron las circunstancias en las que ella estaba viviendo. Ellos volvieron más empáticos y me ampararon mucho, ellos y su padre, evidentemente", terminaba diciendo.