Llevan años siendo compañeros de televisión. Una relación profesional que les ha llevado a forjar una gran amistad. Àngel Llàcer y Chenoa se conocieron en 2001 durante la primera edición de 'OT' cuando el catalán ejercía de profesor de interpretación. Ahora volvemos a ser testigos de lo mucho que se quieren. El jurado de 'Tu cara me suena' ha tenido un bonito gesto con su amiga sorprendiéndola durante el evento Loco Bongo XXL.
Àngel Llàcer subía por sorpresa al escenario del Palau Sant Jordi de Barcelona, mientras la cara de la cantante era de auténtica emoción. "Yo he venido hoy aquí a ver a Laura", afirmaba. Obsequiaba a su amiga con un gran ramo de flores. "He estado muy mal y Laura siempre me envía mensajes de amor", añadía. El actor y presentador recordaba que el amor es lo que nos hace vivir.
Unas palabras que emocionaban por completo a Chenoa. La mallorquina no podía reprimir las lágrimas cuando escuchaba que su amigo recordaba que es importante tener muestras de cariño con aquellas personas que son importantes de nuestras vidas. "Os pido a todos que le deis un beso a la persona que queréis, y cuando demos el beso sonará una música muy bonita". Muy emocionada, la cantante tan solo pudo dar las gracias a su amigo y decirle que le quería.
Chenoa y Àngel Llàcer se fundían en un fuerte abrazo y protagonizaban uno de los momentos estelares del evento con beso incluido. Muchos han sido los que han querido compartir el instante vía redes sociales.
La etapa más complicada en la vida de Àngel Llàcer
La delicada salud de Àngel Llàcer ha sido noticia este último año. Tuvo distintos ingresos hospitalarios debido a una grave enfermedad que contrajo durante un viaje a Vietnam. Incluso pasó varios días por la UCI y temió por su vida. Según él mismo ha contado, llegó a despedirse de sus familiares y amigos.
Recientemente, se sentaba en el plató de 'Y ahora Sonsoles' y reconocía que había superado la parte más dura. "Lo he pasado muy mal. Lo pasado, pisado. Yo me tuvo que despedir de mi familia, de todos. Fueron cuatro operaciones. Yo veía a todo el mundo con cara de preocupación".
El presentador reconoció que él siempre quiso estar al tanto de todo. Durante una de sus intervenciones le alertaron que podía perder una pierna, incluso no salir de la operación. "Si hay estas opciones, yo necesito decir adiós. Yo no quería irme sin despedirme para cerrar. Tienes que decir adiós a tus padres. Yo sé que lo peor para unos padres es perder a un hijo".
En ese momento de la conversación, sentado en el plató de televisión, no pudo reprimir las lágrimas sobre cómo se despidió de sus progenitores. Les dijo que había tenido mucha suerte de haber tenido éxito en su profesión. "Yo intentaba convencerles de que me moría, pero tenía 50 años. No era un chaval de 25. Yo había vivido. Ellos tienen 70 y pocos. Yo he vivido más que ellos. Yo solo quería que ellos se quedaran con esa sensación".
De esta experiencia también ha sacado lo mejor. "La gente me quiere mucho. Yo pensaba que no porque me he pasado la vida trabajando. Pensaba que tantas horas había dedicado a trabajar y que había dejado de lado a las personas. Pensaba que no me había dedicado lo suficiente a mis amigos".
El cariño que ha recibido le ha conmovido por completo. "Me quedé impactado por el amor que recibía de las personas que me conocían y de las personas que no me conocían". Esto también le hizo preguntarse por qué el público le quería tanto. "Soy lo que soy. Nunca he intentado engañar a nadie siendo otra persona".
Àngel Llàcer: "He convivido con la muerte"
El presentador cree que el contagio de la bacteria se debió a la ingesta de unas anchoas en mal estado. "Cuando comí las anchoas, justo cambié de Vietnam a Tailandia. Llegué al aeropuerto y empecé a tener fuertes vómitos. Estuve tres días en cama y me pincharon antibióticos".
Entre las secuelas que sigue sufriendo: le cuesta subir escaleras, saltar, correr y hacer ejercicio. "Me siento feliz. Yo he convivido con la muerte". Se ha sentido muy arropado, sobre todo durante su paso por la UCI. "Yo no podía moverme, estaba conviviendo con la muerte".
Tuvo una premonición antes de una de las operaciones. "Son cosas raras que pasan, y creo que me voy a morir esa semana". Incluso le dijo a un amigo que tenía que hacer el testamento. Finalmente, no le dio tiempo. "Me operan, me dejan una cicatriz enorme. Noté que no había acabado. Al día siguiente llegó la operación más dura. El bicho pasó del intestino a la sangre y suerte que se puso en el gemelo. Si se pone en un órgano vital, hubiese muerto".