Shakira está profundamente unida a los suyos, siendo ellos su pilar tras su ruptura con Piqué. El punto y final de su historia de amor con el padre de sus hijos ha sido un durísimo mazazo del que todavía se está recuperando, un camino en el que ha estado muy acompañada por su padre, William Mebarak. Aunque la salud de su progenitor no ha pasado por su mejor momento y han sido varios los sustos que ha tenido, la colombiana le agradece todo lo que le enseña, sobre todo, cuando la vida aprieta. Ahora ha aprovechado su 91 cumpleaños para gritarle lo importante que es para ella y todo lo que le quiere ante sus 76 millones de seguidores.
"Feliz cumpleaños al héroe de mi vida. Papito has pasado covid, dos caídas y dos operaciones. Has sido mucho este año y aún sigues a tus 91 años enseñándome cada día la resiliencia y el amor sin límites", dice la artista. Padre e hija tienen una relación inquebrantable, aunque este año ambos han sido para el otro todavía más importantes. Shakira por seguir de cerca cada uno de los problemas de salud que ha sufrido su padre estos meses y él por ayudarle a despejar la mente en el que es, sin ninguna duda, su momento más duro a nivel personal.A pesar de que antes sus padres, William y Nidia Ripoll, pasaban temporadas con su hija, desde hace tiempo están instalados en la casa que posee Shakira en Barcelona. Allí ella puede seguir de cerca sus avances y no les pierde la pista, más aún si se tiene en cuenta que los tres se necesitan más que nunca. Se llevan de maravilla y se definen como los mejores amigos del mundo, demostrando que la conexión que existe entre ellos va mucho más allá de tener la misma sangre.
Fue el pasado año cuando Shakira utilizó sus redes sociales para recordar a su padre que él había iluminado su camino y que siempre le había contagiado de alegría: "Papá lindo, has impulsado mis pasos y has iluminado mi camino. Me has mostrado que la vida es abierta y profunda como un mar y, así, le has dado sentido a la mía inundándola de tu alegría. Eres mi inspiración, mi cómplice y todo, mi mejor amigo. Felices 90 años espectacularmente vividos. Te amo con todo mi ser. Tu niña". Pocos meses después William sufrió una aparatosa caída que provocó que su familia estuviera mucho más pendiente de él si cabe.