La madre de Adara Molinero ha desvelado qué ha pasado entre su hija y Rodri Fuertes que ha supuesto el punto y final a su relación. Estos son los motivos reales de su ruptura
Adara Molinero vuelve a ser una mujer soltera, aunque esta situación siempre le ha desesperado hasta el punto de regresar a los brazos de un antiguo amor o estrenar uno nuevo en tiempo record. La estrella de los realities no se siente cómoda estando sola, aunque ahora asegura que va a aprender a valorarse a sí misma antes de buscar el respaldo de una pareja. Una determinación que ha tomado después de poner punto y final a su relación con Rodri Fuertes, con el que ha roto después de tratar de darse una enésima oportunidad e incluso dar el decisivo paso de mudarse a vivir juntos.
“A veces el amor no es suficiente y, aunque nos rompa, hay que saber irse y dejar ir. Me quedo con lo bueno, con las risas, con los cafés que sabían a tranquilidad, con los planes, porque, aunque todo llegue a su fin, fue muy bonito”, escribía Rodri en sus redes sociales para anunciar a sus seguidores de que estrenaba de nuevo soltería, a pesar de que aún tiene fuertes sentimientos hacia Adara Molinero. La reacción de la madrileña a este anuncio fue contundente: eliminó todo rastro de su expareja en su perfil de Instagram, quitaba fotos y añadía una nueva en la que mostraba su decisión más sabia: “Toca quererme”. Desde ese día se impuso el silencio entre ambos y la duda estaba en qué ha dinamitado su relación hasta el punto de hacer que una reconciliación sea impensable para ambas partes. Una duda ahora resuelta por Elena Rodríguez, madre de Adara, que lo ha contado todo en ‘Viva la Vida’.
A través de una conexión telefónica, la madre de Adara Molinero ha revelado algunas de las causas que han precipitado la ruptura de su hija con Rodri Fuertes. Lo primero que quiso dejar claro que “no han roto por terceras personas”, sino que el motivo que ha separado sus caminos es “incompatibilidad de caracteres”. No quiso entrar en culpas, en señalar aspectos que supongan reproches al que fuese su yerno, pero sí que pasaba a enumerar las maravillas de su hija, una forma velada de defenderla ante posibles ataques y de dejar claro que su hija es perfecta tal y como es, que no debe cambiar nada y menos por un hombre con el que no ha llegado a saber encajar por mucho amor que le profesase. “Es una preciosidad de mujer y de personas, igual que él, hay muchísimas personas en el mundo y esto no se acaba, la vida sigue. Adara es muy buena persona y se merece lo mejor”, sentencia Elena.