La actriz Eva Santamaría fue una de las grandes amigas Carmen Sevilla. Durante años ha guardado silencio, pero el pasado domingo, tras la muerte de la artista, ha visitado el plató de 'Fiesta'. Allí ha compartido con la audiencia unos audios inéditos de la artista. Se trata de unas 200 horas de grabación en las que la actriz y cantante confiesa momentos destacados de su extensa biografía.
En las grabaciones, Carmen Sevilla de
sus parejas, Augusto Algueró y Vicente Patuel, de su hijo, e incluso de su salud mental. Estas sinceras conversaciones han visto la luz por primera vez en televisión y resultan verdaderamente sorprendente. De las infidelidades de su primer marido, recordaba: "Nadie supo nada, porque antes no había eso que hay hoy en día, de decir a todo el mundo 'me pasa esto o me pasa lo otro'. Me dijeron que iba a haber una fotografías de Augusto con
Blanca Estrada. Yo dije: Me dijeron: 'Carmen, si es que no hay más remedio'. Si no a lo mejor no me hubiese separado de él". Asimismo, narraba cómo su hijo Augusto le pidió explicaciones tras escuchar de las infidelidades de su padre en el colegio: "Mamá, mira lo que me han dicho', me decía. Yo le decía: 'No hagas caso, eso es mentira, no es verdad... Yo siempre le decía lo mejor su padre".
"Después del parto tuve una hemorragia. Estuve mal", recuerda Carmen Sevilla
Con su característica naturalidad, Carmen Sevilla cuenta en esos audios que tras dar a luz a su único hijo empezó a sentirse mal:
"Después del parto tuve una hemorragia. Estuve mal, bastante fastidiada. Anímicamente estaba peor todavía. Lola Flores se asustó mucho cuando me vio las manos y las orejas. Me dijo: ¡Pero si están transparentes! ¿Qué te pasa?".
Al hablar de su vástago, explicaba que entendía que este tuviera sus planes: "Mi hijo tiene su vida". Eva Santamaría ha contado en Fiesta
"Cuando veía lo que yo transcribía me pedía que borrase muchas cosas, no por vergüenza, si no por no hacer daño a personas cercanas como su hijo o su exmarido". También ha contado que Carmen Sevilla llegó a arrepentirse de compartir sus revelaciones personales: "Cuando veía lo que yo transcribía
me pedía que borrase muchas cosas, no por vergüenza, si no
por no hacer daño a personas cercanas como su hijo o su exmarido".