Sara Carbonero (40 años) está viviendo unos días intensos. Y es que se encuentra en el hospital acompañando a un ser querido. La publicación que ha compartido desde allí ha emocionado y preocupado a partes iguales a sus seguidores. De hecho, muchos se preguntan qué ha ocurrido. La periodista ha preferido no dar muchos detalles, pero sí que ha dejado claro que nada tiene que ver con ella.
"Estoy segura de que ese sofá cama cuando se abre está dando luz a quien ahora toca sujetar. Porque al final, la vida va de eso...", "No sé si estás ahí ahora... o has estado. Sea lo que sea lo has expresado tan bonito. Te deseo lo mejor del mundo mundial. Eres luz Sara". Estos son algunos de los comentarios que le han dejado sus seguidores al leer la reflexión que ha hecho Sara Carbonero del hospital, donde se encuentra ayudando a un ser querido.
Sara Carbonero acompaña a un ser querido durante su ingreso en el hospital
Ella no ha querido dar muchos detalles del motivo que le ha llevado al hospital, pero sí ha dejado claro que no se trata de ella. Pero Sara Carbonero no ha dudado en contar cómo es su día a día en el hospital acompañando a un ser querido: "Me produce una extraña alegría que en la habitación 678, justo en este momento, alguien lee exactamente el mismo libro que yo, probablemente en el mismo sofá de polipiel, con la misma incertidumbre. En los pasillos y en la cafetería me cruzo con muchísimas personas que siempre dejan paso en el ascensor y saludan sonrientes, como lo hago yo", ha empezado diciendo. Porque Sara Carbonero está necesitando ratos de desconexión durante esta estancia en el hospital.
El tiempo que pasa en los pasillos del hospital le llevan a darse cuenta de lo necesario que es tener una buena actitud en estos lugares, a los que normalmente vamos por circunstancias no muy agradables. Lo mejor es convertir la habitación de estos sitios en un espacio más agradable: "Son los “códigos” de este lugar, donde todos sabemos la necesidad de cariño y afecto en estos días interminables. Entre estas paredes se valora mucho más cualquier gesto, cualquier detalle, cualquier soplo de aire fresco. Cualquier buena noticia".
Además de estar ayudando al ser querido con el que está, Sara se ha llevado entretenimiento para sobrellevar las horas muertas que pasa en el hospital como acompañante: "En la sala de al lado, han puesto unos juegos y unos libros para que la gente pueda matar el tiempo ahí. Ayer por la tarde me acerqué un rato y vi a un señor que no podía caminar, ni hablar, jugando al dominó con su nieto. Creo que este último se dejó ganar porque bromeaban sobre el asunto".
La música siempre ha sido su terapia
Y como no podía ser de otra manera, la música está jugando un papel fundamental en esta nueva rutina en el hospital. Desde siempre, la música ha sido una de sus aficiones más preciadas. De hecho, ha encontrado un aparato de música que ha utilizado para animar a toda la planta del hospital.
"También un aparato de música que funciona con CDs. Todos son de música clásica, elijo uno de Haydn porque me recuerda a los viajes en coche de pequeña. Y acabo pinchando para toda la planta. Los ramos de flores inundan las habitaciones y traen la primavera a cada rincón gris. A través de la ventana observo que la gente en la calle está de manga corta y yo duermo con dos mantas. Lo de dormir, es un decir. En la tienda de abajo he comprado unos crucigramas, pero me puede el Candy Crush".
Ni siquiera puede conciliar el sueño en ese sofá cama del que habla. Eso le ha llevado a pasar las noches dando vueltas por los pasillos del hospital: "De madrugada voy a la máquina dispensadora caminando descalza por el suelo de granito y encuentro las galletas que me gustan. Nunca me supieron tan bien. En la puerta de una de las habitaciones cuelga un cartel que reza: “Bienvenido a mi mundo, no es muy grande, pero al menos gira”. Y ya, con la noche bien entrada, abro a la vez el sofá cama y el libro que me tiene absorta, y leo uno de los proverbios, que dice: “Allá va la lengua donde duele la muela".
Es muy difícil conciliar el sueño en un hospital
Pero no hay nada como imaginarse escenarios más bonitos. Esto es algo que precisamente ha hecho ella: "De primeras reconozco que no lo pillo porque me estoy quedando dormida, pero rápido capto el mensaje. Cierro los ojos pensando en que estoy cerca del mar con una Super Bock. Por último, abro IG, llego a una ilustración de Mafalda y la leo en voz alta. “¿Pensaron alguna vez que si no fuera por todos nadie sería nada?”. Buenas noches 🌙".