Tras disfrutar de una sesión de entrenamiento en el timón de su popular barco, más conocido con el nombre del Bribón, Juan Carlos I decidió sacar el máximo partido al día y cerrarlo con una salida nocturna en compañía de sus amigos e hija, la infanta Elena, para cenar en uno de los restaurantes más prestigiosos de la zona gallega.

Y es que, si algo sabemos de Juan Carlos I, es que es un disfrutón y que le encanta disfrutar de los pequeños placeres de la vida tales cómo una buena comilona degustando los bienes y productos de la localidad gallega. Una estancia que repite cada año por estas fechas y que realiza a bordo del Bribón, su barco y refugio de confianza desde hace ya muchos años. Este fin de semana se realiza la regata en la que la Liga española navegará en la clase de seis metros de proa.

Juan Carlos I y la Infanta Elena fueron recibidos por el cocinero y dueño del restaurante

Juan Carlos I y la Infanta Elena fueron recibidos por el cocinero y dueño del restaurante.

Gtres

Sabemos que la infanta Elena es una gran aficionada a la práctica de la navegación, hobbie que ha heredado de la pasión de su padre por los deportes en alta mar. Y su gusto por las regatas no es lo único que ha heredado la Infanta Elena, también el de disfrutar de la gastronomía, algo de lo que dieron cuenta debidamente en su última salida nocturna este viernes noche.

Una mañana por la Ría de Pontevedra

Su hija la Infanta Elena, no solo es uno de sus máximos apoyos y pilares, así lo hemos descubierto tras haber permanecido a su lado en cada escándalo y polémica que ha salpicado a su padre en los últimos tiempos. Y es que a pesar de estar instalado en Abu Dabi, Juan Carlos I no ha dejado de asistir a su cita en Sanxenxo de cada año. En todas estas veces, la infanta Elena, ha vuelto a acompañarle, siempre fiel a su pasión en común. La duquesa de Lugo llegaba el jueves, un día después de su padre a la localidad gallega, para navegar el viernes, donde han podido ser fotografiados juntos mientras surcaban la Ría de Pontevedra.

Al mediodía del viernes ya les podíamos ver llegar a las instalaciones del Náutico, donde se les vio muy distendidos con sus compañeros de navegación, amigos de toda la vida y miembros del club. Tan cómodos estaban que hasta pudimos ver la faceta más tierna del emérito, protagonizando un curioso momento con un perro en brazos de una señora con la que mantenía una conversación mientras le hacía cucamonas al cánido de forma distendida.

Se trasladaron a Cambados en compañía de sus amigos

Y si algo sabemos de estas duras jornadas de entrenamiento bajo en sol y entre las aguas del Océano Atlántico, es que pueden resultar de lo más extenuantes y agotadoras, por ello, que mejor forma de coger fuerzas para estas importantes competiciones en las Rías Baixas que en una escapada a cenar por los alrededores de la popular localidad de Sanxenxo. Esta vez, el turno le ha tocado a un restaurante de Cambados, donde se encuentra la casa donde se hospeda y que pertenece a Pedro Campos, amigo de Juan Carlos I  y su mujer Cristina Franze, quienes hicieron de anfitriones llevándoles a la lujosa marisquería Ribadomar para degustar una suculenta cena.

Juan Carlos I y su hija la infanta Elena de camino al restaurante

Juan Carlos I y su hija la infanta Elena de camino al restaurante.

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Los cuatro llegaron al restaurante en coche, en la puerta fueron muy bien recibidos personalmente por el chef y propietario del local, Manolo Ribadomar, que no podía mostrarse más encantado con la visita, ya sea por al agradable compañía, por la suculenta cifra que tendría la cuenta final de la cena o por al publicidad que le supone al local una visita de estas características.

Don Juan Carlos I y compañía, se sentaron como otros clientes más, en el centro del restaurante, ante la atenta mirada de los comensales que allí cenaban los manjares del mar que con tanto mimo cocinan en Ribadomar. El diario local 'La Voz de Galicia', comentó cómo el menú elegido por el emérito y la Infanta consistió en lo que Manolo Ribadomar les aconsejó llevarse a la boca. Varias fuentes de marisco en el centro y un salpicón de lumbrigante, plato estrella de la casa, coronaron la mariscada que disfrutaron los cuatro comensales con gusto.

El restaurante de los rostros conocidos

Del restaurante conocemos lo justo, como que es un sitio de lo más acogedor, con una terraza pintoresca con vistas al mar, especializado en platos de pescado y marisco regados con vinos de la región de una calidad superior, algo que debió convencer a los miembros de la casa real pues salieron encantados de su cena.

Los propietarios del restaurante Ribadomar recibiendo a Don Juan Carlos y a la infanta

Los propietarios del restaurante Ribadomar recibiendo a Don Juan Carlos y a la infanta.

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Este restaurante no solo es un clásico, sino que entre sus muros ha recibidos a personajes de la talla de Mariano Rajoy o Amancio Ortega previamente, pues su calidad de productos le hacen ser una cita casi obligada si se vivista Galicia. El propietario, Manolo Ribadomar, confesó a los medios locales, haberse puesto algo nervioso con la visita, pues si antes ya había dado de comer a varias personalidades conocidas, jamás había recibido a un miembro de la Casa Real con anterioridad en sus mesas.