Rocío Carrasco ha sido una de las primeras en llegar al tanatorio de La Paz, eso sí, completamente rota y sin apenas poder articular palabra. Acompañada de Fidel Albiac y enfundada en unas enormes gafas que escondían su tristeza, se intentaba detener frente a los medios de comunicación. Sin embargo, era incapaz de dedicar unas palabras a la que ella consideraba su segunda madre, María Teresa Campos. "De verdad que no puedo decir nada, de verdad que muchísimas gracias", repetía. Consciente de que eran muchos los que esperaban sus declaraciones, pedía disculpas por no poder dar un paso al frente, aunque todos han entendido perfectamente su reacción.
Rocío Carrasco, abatida
Fidel Albiac seguía la estela de Rocío Carrasco y no se pronunciaba acerca de María Teresa Campos, a quienes los dos adoraban. Ambos han estado al lado de Terelu y Carmen Borrego desde que la periodista fuera hospitalizada en la Fundación Jiménez Díaz, donde ha permanecido ingresada durante dos días a causa de una insuficiencia respiratoria. Allí ha sido el lugar en el que fallecía este 5 de septiembre sobre las 5 de la mañana, la misma fecha en la que falleció su madre hace 17 años, una extraña coincidencia que llamaba la atención de todos.Era poco después de la llegada de Rocío Carrasco cuando se descubría la petición que Carmen Borrego había hecho a Telecinco tras la muerte de su madre. Un ruego al que, por supuesto, han accedido y que se materializaba minutos más tarde de que la hija de Rocío Jurado llegara al último adiós a María Teresa. Hablamos del cuadro de la periodista que estaba todavía en los pasillos de Mediaset y que dejaba ver lo importante que había sido para la cadena, un detalle que estaba junto a su féretro y con el que de nuevo se le ha rendido homenaje a nivel profesional.
Homenajes a María Teresa Campos
Han sido muchas las televisiones que le han recordado, siendo precisamente en la que fue su casa, Telecinco, donde ha habido un desafortunado comentario por parte de Alessandro Lequio. El tertuliano tratando de defender a su jefa, Ana Rosa Quintana, decía que ella había sido la auténtica reina de las mañanas, unas palabras sobre las que también se pronunciaba Ana Rosa a las puertas del tanatorio. Encumbrando a María Teresa y rememorando el respeto que siempre se tuvieron, ha tenido un bonito gesto hacia ella.