En la segunda parte de su documental, 'En el nombre de Rocío', Rocío Carrasco lanza dardos contra sus tíos, Gloria y Amador Mohedano.
"Yo me he callado muchísimo, pero ya no me callo más. Porque te calles o no te calles te van a seguir dando palos". Es una de las frases lapidarias con las que Rocío Carrasco arranca la segunda parte de su documental, 'En el nombre de Rocío'. En él arremete con más dureza que nunca contra el clan Mohedano. En especial contra sus tíos, Gloria y Amador Mohedano, a los que señala con el dedo acusador. Está convencida de que fueron los culpables de la separación de sus padres, ya que así se lo hizo saber su progenitor, Pedro Carrasco. Pero aún hay más. "Son unos hipócritas y unas malas personas", dice. Incluso califica a parte de su familia como "una jauría" al hablar del reparto de la herencia de Rocío Jurado.
Ha sido al revelar la existencia de un testamento inédito de su madre cuando Rocío Carrasco ha destapado la caja de Pandora. "Ahora mismo se está enterando una parte de que existe eso y una parte, de que yo lo sé", recuerda. Para ella, el legado que dejó su madre tras su fallecimiento, el 1 de junio de 2006, fue más que justa con los seres queridos de la cantante. Esta, a lo largo de su vida, sintió una enorme responsabilidad para con los suyos.
"Mi madre sabía que si a la jauría no la dejaba bien servida me iban a comer"
"Antes de morir, mi abuela le pide que se encargara de sus hermanos, que siempre los cuidara. Mi madre lo prometió y lo cumplió con creces", destaca la madrileña. "Pero creo hubo un punto de inflexión, que fue su enfermedad, en el que se dio cuenta de que había cumplido una promesa, pero que quizás no había hecho las cosas bien... para ella misma". Según su relato, 'la más grande' fue generosa en el reparto de su herencia para evitar posibles consecuencias futuras contra ella: "Mi madre sabía que si ella llega a fallecer y a la jauría no la dejaba bien servida me iban a comer. Pero al final es algo que no ha podido evitar porque son como son y quieren más".
"Mi madre sabía perfectamente quién era cada uno, pero yo no", continúa Carrasco en la segunda parte de su esperada docuserie. En ella llega también a acusar a sus tíos del divorcio de sus padres. Rocío Jurado y Pedro Carrasco se casaron en 1976 y se separaron 13 años después, en 1989. Para la colaboradora de Telecinco, estos "tomaron una determinación que no quería tomar ninguno de los dos". Aunque tomaron rumbos distintos fueron capaces de mantener una relación cordial: «Aún estando separados era maravilloso verlos juntos. Mi madre murió enamorada de Pedro Carrasco».
"Mis padres se entendían con una mirada", recuerda Rocío Carrasco
«Ella tenía adoración con él, y él con ella. Al final ellos dos eran como una balsa de aceite. Uno era como mirarse en el espejo del otro. Se entendían con una mirada. Él tenía una bondad en los ojos para con ella y para conmigo que era impresionante. Él era la bondad personificada y ella moría y mataba por él», sentencia Carrasco al hablar de la relación de sus padres. "Yo sí le he preguntado a mi padre: 'Papá, ¿por qué te separaste de mamá? Y él me ha dicho: Por tu tía Gloria y tu tío Amador".