Desde la intimidad de su hogar, Raquel Sánchez Silva ha querido hacer partícipes a sus seguidores en las redes sociales de la pérdida de una persona importante en su vida, "la tercera abuela" de sus hijos. La presentadora de 'Maestros de la Costura' ha explicado que se ha marchado una señora entrañable que en los últimos años se había convertido en una más en su familia, acudiendo a su hogar de forma habitual para disfrutar de sus pequeños. Carmen fallecía a los 83 años, pero para la extremeña se ha marchado "demasiado pronto".
"Se llamaba Carmen y era una luz brillante y sonriente. Hablaba sin parar y se vestía y arreglaba cada día con muuucha dedicación", con estas tiernas palabras que sirven como homenaje la recuerda la periodista. Añade que era una señora muy coqueta, preocupada siempre por su imagen: "La más coqueta de todas". Y la recuerda como "pequeña y chisposa". Una persona a la que denomina buena gente y que se mantenía muy activa a pesar de su edad.
"Esto ha sido demasiado fuerte"
Los últimos años, Carmen ha compartido mucho tiempo con Raquel, pero también con sus dos hijos, Bruno y Mateo, fruto de su relación con el argentino Matías Dumont. "Llevaba un tiempo algo triste pero siempre sacaba lo mejor cuando, cada jueves, traía croquetas a casa, jugaba y bañaba a mis hijos. Para ellos era su tercera abuela y así la llamábamos, abuela Carmen".
Aunque Raquel no lo ha confirmado, todo parece indicar que su fallecimiento se debe al temido coronavirus: "Era muy fuerte pero esto ha sido demasiado fuerte como para muchos". Concluye este sentido tributo enviando un "abrazo profundo y sentido para todos los que están pasando la peor parte de esta etapa. Dormid abrazados al amor por todos los que son importantes en nuestra vida. ¡Hasta mañana!".
La presentadora, que actualmente está al frente del talent show 'Maestros de la costura', es madre de dos niños mellizos, Bruno y Mateo, nacidos el 21 de septiembre de 2015. Un año antes comenzaba su historia de amor con el empresario argentino Matías Dumont con quien se convertía en madre. Una buena noticia después de un tiempo complicado tras la muerte de su marido, el cámara de televisión Mario Biondo. El italiano murió en extrañas circunstancias en la casa que ambos compartían, tenía tan solo 30 años y los hechos ocurrieron el 30 de mayo de 2013. Un sonado caso que se cerró en nuestro país y que la autopsia determinó que se trataba de un suicidio.
Raquel Sánchez Silva, en cuarentena
La periodista ha visto cómo la pandemia que sacude al mundo le ha tocado de cerca con esta muerte de su amiga Carmen. Como otros rostros conocidos, la presentadora acuñaba la semana pasada el "yo me quedo en casa" para comenzar su periodo de cuarentena. "Los efectivos sanitarios nos han pedido ayuda urgente. #15DíasPara es un movimiento social impulsado por la Sociedad Española de Medicina y de Urgencias (SEMES) que quiere ayudar a luchar contra el COVID-19. Es momento de PARAR, ya todos lo sabemos. Pero no se trata sólo de decirlo, se trata de hacerlo y de que nos ayudemos a gestionar esta nueva situación", aseguraba vía redes.
Raquel indicaba que esta periodo de confinamiento puede servir para realizar muchas actividades: "leer todos los libros que tenías pendiente, escribir ese libro que nunca te atreviste a publicar, aprender francés, componer una canci��n, pintar un cuadro, aprender a hacer yoga".
Y es que ella sabe que las medidas de confinamiento adoptadas tras el estado de alarma son de gran importancias. "Nunca en nuestra vida hemos tenido una mayor responsabilidad social que la que tenemos ahora. Las vidas de muchas personas dependen de nuestro comportamiento y nuestra solidaridad", ha indicado. Respecto a cómo llevan los niños este periodo en casa, Raquel explicaba que había empezado las clases de “mamá teacher". "Nuevas normas, nuevos días, otra forma de resolver y todos los minutos para cuidar de los nuestros en nuestros hogares y con ello, cuidar de todos".
Raquel mandaba un mensaje esperanzador de cara al futuro: "En un tiempo, esperemos que no muy lejano, volverán los besos, los abrazos, una cena para comentar cuánto nos hemos echado de menos, una caña para celebrar que seguimos juntos. Pero ahora, no. Ahora toca salvar vidas. Un fuerte abrazo para el extraordinario grupo de sanitarios que afronta este momento clave. Gracias por su esfuerzo y profesionalidad. ¡Vamos a ayudaros! ¡Contad con nosotros!".