Raquel Mosquera llevaba tiempo intentando vender su chalet situado en la localidad madrileña de Galapar y, por fin, lo ha conseguido. "He vendido la casa", ha confesado. También ha reconocido que durante los últimos meses se puso más a fondo con el objetivo de desprenderse de una propiedad que alberga muchos e importantes recuerdos familiares. "Han sido veinte años los que tenido la casa", ha contado.
La peluquera ha recordado durante su intervención en 'Viva la vida' que allí se habían criado sus dos hijos. También que disponía de un espacio muy personal, el que denominaba el "museo" dedicado a su difunto marido, Pedro Carrasco. Sin embargo, tomó la importante decisión de dar un giro a su vida. "Me he puesto seria y he dado el paso, en dos o tres meses la vendí", ha indicado. Además, ha destacado que era una casa excesivamente grande para su ritmo de vida. Por tanto, parte de la vivienda no la disfrutaba habitualmente. Según ha contado permanece muchas horas al día trabajando en su centro de belleza situado en Las Rozas y quería algo que estuviera más cerca. "Tenía que estar muy pendiente del jardín... Al final estoy todo el día en el centro de belleza y por la noche me daba mucha pereza coger el coche e ir hasta allí", ha explicado.
Un importante cambio para Raquel Mosquera
Con la venta de su vivienda de Galapagar, escenario de importante acontecimientos familiares durante las últimas dos décadas de su vida, también comienza una nueva etapa para Raquel Mosquera. "Tanto mi marido como mis hijos estamos todos muy contentos y muy felices", ha asegurado. Por el momento, ha decidido irse de alquiler hasta encontrar una posible nueva propiedad que se ajuste a la perfección a sus necesidades. "Me he quitado la pequeña hipoteca que ya me quedaba y ahora tengo mayor tranquilidad. Ahora nos hemos metido en alquiler. No queríamos meternos en una casa deprisa y corriendo", ha explicado.
El chalet contaba con 750 metros cuadrados y estaba ubicado en la exclusiva urbanización Parquelagos, a unos 33 kilómetros de Madrid capital, en un bello entorno natural. La viuda de Pedro Carrasco la puso a la venta inicialmente por un valor de 499.000 euros, pero bajó el precio alrededor de 30.000 euros a finales del año pasado. Se trataba de un refugio para la peluquera que adquirió en 2002, tan solo un año después de la muerte de su primer marido.La vivienda también ha sido el hogar en el que han crecido sus dos hijos, Raquel, fruto de su segundo matrimonio con Tony Anikpe, y Romeo de su actual marido, Isi. «Esta casa es enorme, tiene tres plantas y una de ellas no la utilizamos. Así que queremos una más pequeña y, de paso, también reducimos gastos. Al venderla, me quito de la poca hipoteca que me queda», afirmaba a finales del año pasado en la revista SEMANA.