En el nuevo número de SEMANA, Raquel Mosquera concede una amplia entrevista en la que se sincera sobre todo lo que ha vivido a lo largo de 2021. Un año tremendamente difícil en el que le ha tocado hacer frente a una "época muy mala". Además de sufrir dos brotes psicóticos, ha puesto a la venta la vivienda tiene en Galapagar para poder iniciar una nueva etapa, con menos gastos que antaño.
Y es que el estallido de la pandemia puso patas arriba la economía familiar. La viuda de Pedro Carrasco se vio obligada a echar el cierre de su peluquería en la localidad madrileña de Las Rozas. Por su parte, su pareja -Isi- también tuvo que dejar de atender a los clientes del restaurante que tiene en Móstoles. A estos casi 100 días de forzoso parón se sumaron las restricciones de movilidad y de aforo impuestas por las autoridades de la Comunidad de Madrid para impedir el avance del virus. Todo ello tuvo como consecuencia una importante descenso en sus ingresos.
La economía familiar, al igual que la de cientos de miles de españoles tras comenzar la crisis sanitaria, se ha visto seriamente afectada. Ante el nuevo panorama, la peluquera y su pareja han decidido deshacerse de la vivienda familiar. Un enorme chalet de 750 metros cuadrados en la exclusiva urbanización Parquelagos. Inicialmente lo puso a la venta por un valor de 499.000 euros, pero lo ha bajado de precio y en estos momentos se puede adquirir por 469.000, (30.000 euros más barato que el importe de salida).
Su chalet de Galapagar "sigue en venta"
El inmueble, tal y como ha confirmado a esta revista, "sigue en venta. Quiero dejarlo bien claro por si alguien está animado a comprarla". Raquel compró esta casa en el año 2002, meses después de la muerte de su primer marido -y padre de Rocío Carrasco- fallecido el 27 de enero de 2001. Allí creó un refugio que la ayudó a superar la ausencia de su pareja y que, años después, se convertiría en el hogar donde han crecido sus hijos: Raquel, de 16 años, fruto de su relación con Tony Anikpe, y el pequeño Romeo, de seis, nacido de su idilio con su actual compañero sentimental.
Ahora lo vende para poder vivir de una manera más desahogada. Pero también por motivos prácticos. "Mi centro de belleza está en Las Rozas y el restaurante de Isi, en Móstoles y hasta donde vivimos son todos los días muchos kilómetros. Por eso queremos una casa más cerca de Las Rozas", ha destacado en SEMANA. Su propósito es mudarse a un lugar más pequeño, que suponga menos gatos y en el que no tengan que invertir tanto tiempo en desplazamientos.
"Por otro lado, esta casa es enorme, tiene tres plantas y una de ellas no la utilizamos. Así que queremos una más pequeña y de paso también reducimos gastos. Además, al venderla, me quito de la poca hipoteca que me queda", confiesa la peluquera. En su amplia entrevista en exclusiva con SEMANA, a la venta en todos los quioscos y supermercados del país, Raquel Mosquera detalla, además, que no tiene problemas con Hacienda. Y que con su decisión de quitarse de encima su chalet conseguiría sanear muchísimo sus cuentas.
Raquel Mosquera habla en SEMANA del testimonio de Rocío Carrasco en su documental
Otra de las cuestiones de las que habla a corazón abierto tienen que ver con sus problemas de salud mental. Hace apenas unos meses sufría varias crisis que la obligaron a permanecer en un centro hospitalario de Madrid. Aquellos contratiempos se produjeron poco después de que diese su opinión sobre el testimonio que dio Carrasco en el documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'. Nunca estuvo de acuerdo con el relato que hizo la hija de Rocío Jurado y hablar nuevamente de lo que sucedió en el pasado le causó un profundo dolor. Ahora sigue teniendo muy clara cuál es su postura sobre el relato de la madrileña, con la que no mantiene relación. Y de la que habla de manera sincera en su encuentro con tu revista favorita.
En estos momentos, Raquel Mosquera afronta el futuro con optimismo. Lo más importante para ella sigue siendo su familia. "Lo único que me podría separar de mis hijos es una enfermedad", admite.