Rafa Nadal se ha tomado con mucho humor las preguntas sobre su hijo, pero ha respondido con gracia a cuestiones algo surrealistas
Rafa Nadal ya ha regresado. Después de haber estado varias semanas alejado de las pistas de tenis y los circuitos profesionales, a consecuencia de su recién estrenada paternidad, el tenista se ha presentado este martes ante la prensa en París de cara a su próxima participación en el Masters 1000. Se trata de uno de sus grandes retos profesionales, pues este premio siempre se le ha resistido desde que comenzase su carrera y ahora como número 2 -detrás de Carlos Alcaraz- en el mundo del tenis tiene la intención de levantar el galardón, aunque su deseo no está en recuperar el primer puesto: “Que quede una cosa clara, ya no lucho para ser el número 1, solo lucho para ser competitivo en todos los eventos que disputo, hace tiempo que luchaba por serlo y ya lo logré”, sentencia.
Pero como no podría ser de otra manera, las preguntas sobre su faceta deportiva pronto han derivado a su faceta personal, pues todos quieren saber cómo lleva sus primeros días como padre primerizo y cómo está disfrutando las mieles de tener un bebé en casa. Más ahora que es la primera vez que se aleja de su retoño tras su llegada al mundo y los periodistas deportivos han querido saber cómo está llevando el separarse de él y si ha tenido ocasión de poder comunicarse con su bebé desde que saliese de casa. En sí la pregunta es algo extraña, teniendo en cuenta que el pequeño tan solo tiene tres semanas de vida, pero Rafa Nadal no ha tenido reparo alguno en responder con su característico sentido del humor.Entre risas, el tenista de Manacor ha reconocido que aún su hijo, quien no ha cumplido su primer mes de vida, “no habla del todo”. El hijo de Rafa Nadal sin duda tiene sus técnicas y herramientas para hacerse entender, solicitar necesidades y transmitir deseos y sensaciones, pero de ahí a que puedan “hablar” quizá sea algo apresurado. De ahí que el tenista haya reconocido que su relación con su hijo en estas tres semanas no ha cambiado demasiado de forma significativa: “Mi relación es igual que ha sido siempre, al final no he tenido ningún tipo de interacción con él. Por lo que verás, es difícil interactuar con un bebé”, decía divertido en la rueda de prensa en París, despertando las carcajadas de los allí congregados. Eso sí, ha confesado que sí realiza videollamadas para sentir más cerca a su hijo: “Es positivo tener las videollamadas, porque puedo ver al pequeño todas las veces que quiera, algo que las otras generaciones no podían hacer. Se hace menos duro”.
Para Rafa Nadal, el hecho de ser padre lo cambia todo. Sus principios y prioridades se han visto alteradas en los últimos meses, pero más desde que ha tenido la oportunidad de tener a su hijo en brazos. Pero también es un momento difícil, muy ajetreado y plagado de incertidumbre, “un cambio muy distinto”, como él mismo reconoce, por lo que necesita “un tiempo para adaptarse” a esta nueva etapa que le ha tocado vivir junto a su mujer, Xisca Perelló. Unos momentos de cambios, pero que están cargados de emociones que sin duda merecen la pena vivirlas.