El 14 de enero, Julián Contreras Jr. celebra su cumpleaños en el anonimato más absoluto de su joven vida: ha desaparecido por completo del mapa mediático. Ya ha pasado un año desde que lo despidieron de su último trabajo en televisión. Y lleva tres meses sin actualizar sus redes sociales. Ironías de la vida, el hermano pequeño de Fran Rivera y Cayetano Rivera cumple 33 años. La edad de Cristo. Una edad en la que el benjamín de Carmina Ordóñez vive su particular vía crucis, luchando por salir adelante tras sufrir severos problemas económicos y personales.
Un año fuera del foco mediático
Ha sido, quizás, el año más anónimo en la vida de Julián, acostumbrado desde la cuna a ocupar portadas de revistas y titulares de la prensa rosa. Desde que prescindieron de él, hace más de un año, como colaborador en el programa 'Corazón', de TVE, apenas se le ha visto. Ni delante de una cámara ni detrás de ellas. Apenas un sarao. Apenas presentación pública. Tampoco ha dejado rastro en sus redes sociales, donde no publica una nueva foto desde octubre de 2019. Es como si se lo hubiera tragado la tierra.
Se sabe de él que trabaja como relaciones públicas en un bingo de Móstoles. Poco más. Ya no vende exclusivas. Ya no posa delante de los focos. Ya no se deja ver en eventos con la prensa. En su 33 cumpleaños, soplar las velas de su tarta nunca será un momento tan privado y tan alejado de la actualidad.
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Sin actividad en sus redes sociales
Un detalle que confirma el rotundo mutis que reina en la vida de Julián es su inexistente actividad en las redes sociales. No publica una foto o un post desde hace tres meses. Su último Stories es de hace 64 semanas. O sea, más de un año. Ni cabe duda de que no encuentra nada relevante que compartir con sus 45,800 seguidores en Instagram. O es que, simplemente, no le apetece hacerlo.
Su trabajo como colaborador de TVE solo duró dos meses
Ahora se gana la vida en una empresa privada que nada tiene que ver con los medios de comunicación. Pero es probable que Julián Contreras aún eche de menos su labor como colaborador en el espacio de Anne Igartiburu.
Aquel trabajo, en el que compartía plató con su cuñada
Lourdes Montes y
Rosanna Zanetti,
apenas duró dos meses. Pero le llegó en un momento especialmente delicado.
Desalojado de la casa en la que vivía con su padre
Y es que firmó el contrato con el espacio de La1 pocas semanas después de ser desalojado de la casa en la que vivía de alquiler junto a su padre por no poder hacer frente al alquiler. Junto con la muerte de su madre, en 2004, aquel fue uno de los peores reveses a los que se ha tenido que enfrentar.
Sin el apoyo de sus hermanos
Julián y su padre fueron desahuciados de la casa en la que vivían en septiembre de 2018. La falta de ingresos de ambos les hizo imposible poder hacer frente a la mensualidad que le solicitaban. Tras tan duro golpe, Julián se quejó de la falta de interés de sus hermanos, y se lamentó públicamente de que ninguno de los dos había hecho nada por ayudarle.
Así contó haberlo perdido todo
Entonces, el joven narraba con una brutal sinceridad su precaria situación económica. "Ahora tengo toda mi vida en tres maletas y mi padre, en cinco. Es lo único que hemos podido salvar después de que nos echaran de la casa. El resto, mi ropa, muebles, fotos, los libros, que son mi vida, eso está todo perdido", confesaba. Vivía con 160 euros al mes.
Publicó su experiencia vital en dos libros
La falta de su madre dejó a Julián huérfano en cuerpo y alma. Quedarse sin Carmina fue el golpe más duro que le ha asestado la vida. Dos años después, en 2006, publicó 'Querida mamá'. Un libro en el que revelaba detalles desconocidos de 'la Divina', que le sirvió como terapia para superar su pérdida. Y que también le distanció de sus hermanos. Ni a Fran ni a Cayetano les hizo mucha gracia que aireara las intimidades de su madre, y no le acompañaron en la presentación.
En 2011 volvió a repetir experiencia literaria. Publicó su segundo libro, 'De Rivera a Ordóñez', en el que transcribió una entrevista con Fran. A aquello le sucedieron varios años de estrecha relación con sus hermanos.
Su depresión y su ruina económica
Pero en 2014 los vínculos entre los hermanos se habían vuelto a difuminar. En una entrevista en 'Sábado Deluxe', Julián admitía haberse arruinado después de haber montado un restaurante italiano. También confesaba sufrir una depresión. Una depresión tan profunda que lo llevó, incluso, a perder interés por seguir vivo.
Adiós a sus años como personaje mediático
Muy lejos quedan los tiempos en los que Julián recorría con frecuencia los pasillos de las televisiones o dejaba grabar su voz en exclusivas previo pago. A día de hoy, el silencio y el olvido parecen ser sus grandes aliados.
Nueva etapa como 'coach'
Aunque Julián ha dicho adiós a su fama de antaño, aquella popularidad aún le sirve para ayudar a los demás. Además de su trabajo en un bingo, ejerce de 'coach' ocasional contando su experiencia y ayudando a todo aquel a quien pueda servir como ejemplo. Porque de lo malo siempre se puede sacar una lectura positiva. Que de eso él sabe, y mucho.