Ana Boyer (35 años) está viviendo una de las etapas más frenéticas de su vida. Y es que desde que se convirtió en madre por tercera vez el pasado 24 de abril, la joven no ha parado de encontrar la manera de organizarse para atender de la mejor manera a sus tres hijos. Eso sí, ha contado con la ayuda de su madre, Isabel Preysler (73 años), ya que hasta que vuelvan a Doha, está instalada en su casa de Puerta de Hierro, por lo que tiene la posibilidad de que la socialité le eche una mano siempre que lo necesite ella y su marido, Fernando Verdasco (40 años).

Han sido tres meses intensos en los que Ana Boyer ha estado centrada en su reciente maternidad. De hecho, han sido contadas las veces que ha reaparecido en las redes sociales. Sin embargo, ahora que están a punto de cumplirse tres meses de la llegada de su tercer hijo, la joven ha encontrado el momento perfecto para salir de casa de su madre y disfrutar de un plan en solitario para desconectar.

Ana Boyer se hace un tratamiento de lujo tres meses después de dar la bienvenida a su tercer hijo

¡Y qué mejor desconexión que hacerse un tratamiento de belleza para verse mucho mejor! Ana Boyer no ha dudado en visitar un centro para someterse a un tratamiento de maderoterapia, que "es una técnica natural, de origen oriental que se dirige a fines estéticos y de salud", tal y como explica la página web del centro de estética en el que Ana Boyer se ha hecho este tratamiento de lujo.

Ana Boyer, tratamiento de belleza.

Ana Boyer disfruta de una sesión de maderoterapia.

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"Hoy tocaba maderoterapia", escribe la hija de Isabel Preysler junto a una imagen en la que se puede ver las piernas de Ana sobre una camilla y varias herramientas de madera que usan las profesionales para hacer estos masajes, con los que se consiguen resultados estéticos increíbles. Ella, que acaba de convertirse en madre por tercera vez y que está a punto de ponerse ropa de baño durante sus vacaciones de verano, siente que es el mejor plan para recuperar la figura.

El plan perfecto de cara a lucir cuerpazo en la playa en verano

Pero, ¿en qué consiste estos masajes? La maderoterapia consiste en realizar masajes especializados sobre el cuerpo del paciente donde se utilizan diferentes elementos de madera que se elaboran de acuerdo a las diferentes partes del cuerpo, como rodillos, copas, tabla, etc, asimismo se obtiene un efecto de relajación total tanto física como mental en el paciente", detallan desde la página web de Bêlessa Centro de Estética Facial y Corporal.

Ana Boyer, rodeada de vegetación.

Ana Boyer enseña otra zona exterior de la casa de Isabel Preysler.

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Este tratamiento se usa para diferentes finalidades. Y es que dependiendo de las necesidades del cliente que acude a la clínica se pueden conseguir grandes resultados, "tanto a niveles estéticos como fisiológicos". Además, las herramientas de madera que se utilizan en estos masajes se pueden utilizar en todas las zonas del cuerpo, ya sea el rostro, el abdomen, las caderas o los muslos.

Pero Ana Boyer no ha sido la única famosa que ha querido probar esta técnica tan conocida. Y es que son muchos los rostros conocidos los que han encontrado grandes beneficios en su cuerpo tras hacerse varias sesiones de maderoterapia. Ana quería conocer qué tal se sentía ahora que está a punto de iniciar sus vacaciones de verano y que se tiene que poner ropa de baño en la playa o en la piscina.

De una sesión de maderoterapia al cine en familia

Pero este planazo en solitario, que no solo le ha permitido sentirse mejor físicamente, también mentalmente, no ha sido lo único que ha hecho Ana Boyer en las últimas horas. Y es que tras este tratamiento, la hija de Isabel Preysler ha recogido a su marido y a sus dos hijos mayores para irse al cine.

Ana Boyer, en el cine.

Ana Boyer disfruta de una sesión de cine en familia.

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Ana ha pasado unos meses más centrada en el pequeño de la casa, pero sentía la necesidad de pasar un rato con sus dos hijos mayores. "Vamos a pasar la tarde con Gru y los Minions", ha escrito la hija de Isabel Preysler junto a varias fotos de la tarde que han pasado en el cine. Sus hijos Miguel y Mateo, de cinco y tres años, respectivamente, no podían estar más felices de poder pasar una tarde increíble con sus padres, que en los últimos meses han estado más centrados en el pequeño Martín, que llegó al mundo el pasado 24 de abril en Madrid. Ahora que quedan menos para volver a Doha, estos no dudan en aprovechar el tiempo en la capital española.