Se acaba de comprar la casa de sus sueños y la ilusión se refleja en su cara. Nada más entrar y después de pedir que nos descalcemos, lo entendemos todo. Pablo Puyol (49) y su mujer, Beatriz Mur (35), han creado su nidito de amor en este reluciente dúplex en el centro de Madrid. La vida de casado le sienta bien. Nos reconoce que la llegada de su mujer a su vida acabó con su etapa díscola y que, gracias a ella, está más centrado. El malagueño se abre con nosotros para hablarnos de las subidas y bajadas de esta profesión y cómo está viviendo esta etapa que define como “la mejor”.

Pablo Puyol en su casa

Joan Crisol

Has comentado que fotografiemos lo que queramos porque estás muy orgulloso de esta casa.

Es que está hecha con muchas ideas distintas y, sobre todo, con amor porque teníamos muchas ganas. Tuvimos un piso antes que estaba muy chulo y que decoramos también con mucho cariño, pero se nos había quedado un poco pequeño. Entonces surgió la oportunidad de comprar esta casa y no nos lo pensamos. Primero, porque el precio estaba superbién y, segundo, porque con la reforma ha quedado muy bonita. Hemos conseguido exactamente la casa que queríamos.

¿Cómo habéis llevado la reforma?

Era una casa que tenía 50 años y no se había tocado durante todo ese tiempo. Yo vi que tenía muchas posibilidades de que quedara bien, aunque mi mujer no tanto... De hecho, con el piso anterior que nos compramos fue igual, fue a verlo y lo primero que me dijo fue: “¡Vaya mierda!". Pero luego, cuando ya estaba acabado, le gustó mucho. Con esta casa ha sido igual. Creo que me podría dedicar a ser decorador (risas). En la parte de arriba de la casa había tres dormitorios, lo hemos tirado y hemos construido dos habitaciones con mucha luz.

Uno para vosotros y ¿el otro para quién?

(Risas) Para los invitados...

En 2022 SEMANA cubrió en exclusiva vuestra romántica boda. ¿Cómo llevas la vida de casado?

Exactamente igual que la vida de novios, pero con un anillo de por medio y una firma. He de decir que los dos juntos hemos vivido poco en la casa porque mi mujer está de gira con el musical Chicago y pasa mucho tiempo fuera.

La casa de Pablo Puyol, antes y después de una espectacular reforma

SEMANA.

Siendo actriz como tú, imagino que entenderás estos gajes del oficio.

Hombre, la entiendo bastante. De hecho, nos ayuda mucho a llevarnos bien. Los dos viajamos mucho. Yo también estoy de gira, pero la mía, al ser de teatro, es más corta. Obviamente, los días que tiene libre, se viene para acá. Estamos muy acostumbrados a hacer y deshacer maletas, pero volver a casa siempre es una maravilla.

¿Y hay un Pablo antes y después de que entrara tu mujer en tu vida?

Sí. Yo antes era un viva la vida y ahora soy una persona mucho más tranquila en muchos aspectos. Yo nunca he sido ni fiestero ni nada de esto, pero era más díscolo y ahora no lo soy.

¿Cómo comenzaste tu carrera?

De casualidad, con 18 años. Yo estudiaba Biología, como la Obregón, pero con la diferencia de que ella terminó la carrera. Yo hice el primer año y dije: "Esto no es para mí".

¿Te imaginabas que acabarías viviendo de esto?

No. Cuando empiezas en esto, o por lo menos era la sensación que yo tenía, lo llevas desde un punto más amateur. Me gustaba mucho y me entusiasmaba, pero nunca sabías la suerte que ibas a tener. Después de 32 años casi de profesión que llevo, la elección fue buena. En Biología no hubiera sido feliz y estar metido en un laboratorio creo que no era lo mío. Por mucho que me guste la naturaleza, creo que este tipo de vida me gusta mucho más. Ahora estoy viviendo un momento muy chulo. Yo soy cero de alabarme, pero, a veces, uno también tiene que decirse las cosas buenas y estoy aprendiendo a hacerlo.

Pablo-Puyol-bufanda-morir

Foto: Instagram

¿Y cómo ha sido el proceso hasta llegar a eso?

Durante años, he sido supercrítico conmigo. Eso, por un lado, es bueno porque te hace crecer, pero, al mismo tiempo, hay veces que ni siquiera te deja hacerlo porque tú mismo te estás poniendo trabas y estás pensando todo el día que no eres lo suficiente bueno.

¿Y cuándo se produjo el click?

Viendo a otros compañeros... No te sabría decir qué pasó exactamente, pero sí aprendí que nadie es perfecto y que tenía que permitirme cometer errores para poder crecer. Esto sucedió hará unos siete años más o menos. Empecé una evolución que me ha llevado a donde estoy ahora mismo. A nivel mental, ha habido un cambio muy bestia. Ya no me juzgo tanto y, cuando estoy actuando, simplemente disfruto de lo que hago.

¿Y cómo has gestionado el tema del ego a lo largo de todos estos años?

Hay que ser egocéntricos, pero tiene que ser un egocentrismo medio porque, si te pasas, vas a ser un egoísta. Solo vas a pensar en ti mismo y te puede traer muchísimos problemas, tanto a nivel social como laboral. Por otro lado, si tienes muy poco ego, tus inseguridades van a hacer que tampoco crezcas.

Parece que lo tienes bastante claro.

Por suerte, durante mucho tiempo hice deportes de equipo y, en este oficio, trabajar en equipo es vital y eso nunca lo he perdido. Eso me ha ayudado también a crecer, porque estás siempre escuchando y aprendiendo del resto de compañeros.

 

pablo-puyol

Pablo Puyol (© Gtres.)

La fama llegó a tu vida de repente. ¿Cómo la gestionaste en ese momento?

Cuando te viene la fama, como a mí en Un paso adelante, es muy fácil que se te vaya la cabeza porque es muy invasiva y todo el mundo se me te en tu vida yen tus relaciones. También es muy traicionera, en el sentido de que es muy golosa, y si a alguien le gusta salir o la fiesta... Es muy fácil creerte más de lo que eres, porque todo el mundo te adora y te dice cosas muy guais. También hay gente que te hace daño simplemente porque eres famoso.

¿Y a título personal cómo lo viviste?

Por suerte, yo en ese momento ya tenía 26 años, no me pilló con 18 o 17. Y creo que también la educación que he tenido siempre del trabajo y de que todo se consigue con esfuerzo me ayudó cuando me llegó el momento. Yo, cuando llegaba a casa por la noche, me repetía ante el espejo: “Todo es mentira”. En mi caso, tuve un boom brutal durante tres o cuatro años y luego me he mantenido en un nivel medio bajo.

Ahora tienes una fama más relajada.

Ahora puedo salir a comer o cenar sin que me interrumpan. Soy feliz así; la fama nivel Dios no creo que me hiciera serlo.

¿Te cansa que siempre te pregunten por la serie Un paso adelante?

No, porque es un periodo de mi vida que fue muy chulo y la serie no deja de emitirse por todas partes. Estoy muy agradecido. Aunque pasó hace 20 años, entiendo que forma parte de mi vida. Una vez me encontré con Concha Cuetos, la actriz de Farmacia de Guardia, y le comenté que, aunque ya habían pasado muchos años desde que se emitiera la serie, en casi todas las entrevistas me preguntaban por UPA. ¿Y sabes qué me dijo? "Tranquilo, que para mí ya han pasado 30 años y sigo siendo la de Farmacia de Guardia" (risas).

¿Y has vivido momentos en los que no ha sonado el teléfono?

No he tenido grandes periodos sin trabajo, pero sí que he estado siete u ocho meses sin que me suene el teléfono. Tengo muchos amigos que han tenido que dejar la profesión o que durante periodos de su vida han tenido que dedicarse de nuevo a ser camarero o a lo que sea. Esto es muy complicado.

Pablo Puyol en su casa

Joan Crisol

¿Y cómo se lleva?

Intentando confiar en que en algún momento pasará. Hubo una vez que me quedé en paro y un colega estaba más o menos en la misma situación, y nos escribimos un show que se llama Venidos a menos con el que estuvimos siete años de gira. A veces, uno mismo tiene que gestionarse su propio trabajo. De ahí, por ejemplo, que también me haya dedicado a la producción.

¿Eres productor?

Sí, desde hace un par de años. Esta vida es tan inestable que debes tener los huevos puestos en diferentes cestas. Desde que hicimos nuestra productora, que se dedica única y exclusivamente a hacer teatro de comedia, estamos encantados. Ya tenemos tres comedias en cartel y este año estrenamos dos nuevas. Además, también he participado en un corto que nos está dando muchas alegrías.

Cuéntanos...

Se titula Cava y está siendo toda una revelación. Es un corto que ha dirigido Jandro (El Hormiguero), que aparte de ser una excelente persona y un gran artista, es un tipo con mogollón de inquietudes, entre ellas el cine. Lo que pasa es que todo el mundo lo conoce por su faceta como mago, pero desde hace muchísimos años se ha estado preparando. Este corto en concreto lleva ya más de 15 premios tanto nacionales como internacionales. Nos está dando muchas alegrías.