Las constantes disputas entre Ana María Aldón y Gloria Camila en televisión han provocado que José Ortega Cano pierda la paciencia. Tan cansado está de ver a su mujer y a su hija cruzarse reproches en la pequeña pantalla que este lunes ha tomado una inesperada y drástica decisión. Ha lanzado un 'basta' en el mismo medio que utilizan ellas para dejar constancia de sus diferencias. Así, en una intervención telefónica en 'Ya son las ocho', ha puesto la voz en grito. "Estoy cansado ya, estoy agotado por ser buena persona. No se puede ser tan buena persona como yo soy. Es la primera vez que digo esto. Pido a todos los míos primero, a Gloria que la quiero a morir, a mi mujer, que la quiero a morir, a mi niño que está en casa. Quiero que me dejen que yo haga mi vida".
"Si cada uno tiene su vida, yo las apoyo en todos los sentidos, tanto a Ana María como a mi hija. Hay cosas que hay que respetar en la distancia", se ha lamentado el diestro. "Yo no voy a ser siempre el intermediario en todos los programas. ya con esto no voy a hablar nada más en televisión. No quiero saber nada más de la televisión".
Con la voz agitada y visiblemente enfadado, el torero ha dejado claro que no desea estar en medio de una guerra mediática que tiene enfrentadas a las mujeres más importantes de su vida. Por ello, no ha dudado en lanzarles un mensaje que bien podría haberles transmitido de manera privada: "Me tenéis que respetar, soy un hombre que respeta mucho a los medios. Pido a mi hija, a mi mujer y a todo el mudo que me dejen vivir tranquilo, que dejen de hablar de mí. Yo las aplaudo y estoy con ellas, con una y con otra para que estén contentas. Pero que me dejen a mi vivir".
"Estoy súper cansado. Pido que este tema ya lo dejen. Si tienen que ir a televisión que hablen de sus cosas, pero que me dejen", ha añadido, tajante. "Entiendo que tienen que ir a televisión y trabajar. pero que dejen mi nombre a un lado, tanto la una como la otra. Estoy regular de salud y un día me va a dar un patatús".
La cara de Gloria Camila era un poema. Su padre no dejaba espacio para que ella interviniera. Parecía tener claro su discurso, y proseguía: "No quiero polémicas, menos con mi familia. Y que me dejen a mí en un punto alejado de los medios de comunicación. Yo no hablo con nadie. No digo una palabra a nadie, ni a los que vienen a mi casa todos los días".
Al terminar la intervención de su padre, Gloria Camila se defendía: "Yo no he hablado de nada, solo he respondido cuando me han preguntado. Entiendo que me haya tocado a mí, pero no he participado en nada... Soy la primera que digo que las cosas del matrimonio se tienen que hacer en casa".