Llevaba 40 años retirada de la vida pública. Cuatro décadas que se dice pronto y el paso del tiempo no ha hecho mella en la figura de Pepa Flores como parte del imaginario colectivo imborrable de los españoles. En mayo del año pasado, la icónica Marisol regresó por todo lo alto al foco mediático con el estreno en cines del documental 'Marisol, llámame Pepa', nominada a mejor película documental en esta pasada edición de los Premios Goya.
Un regreso que se produjo poco más de seis meses después del fallecimiento repentino de Massimo Stecchini, quien había sido la pareja de Pepa Flores durante 35 años. Un duro batacazo que incidió más si cabe en el retiro autoimpuesto de la niña prodigio de España, quien con 35 años decidió apartarse de la primera línea de actualidad, convertido en un símbolo de la cultura de nuestro país. Y hasta ahora con alguna que otra aparición esporádica.
El gran batacazo de Pepa Flores: el adiós a su gran amor durante los últimos 35 años
Decidió dejarlo todo y apostar por una vida de a pie, anónima, en su Málaga natal, rodeada de los suyos y de quien fue uno de los grandes amores de su vida, Massimo Stecchini, quien fallecía de forma repentina a causa de un infarto a los 64 años en septiembre de 2023. Desde que la eterna Marisol se alejó del foco mediático en 1985, el italiano se había convertido en su gran apoyo, con quien era normal verla por las calles de su ciudad mientras hacían planes tan cotidianos y mundanos como hacer la compra juntos o disfrutar de una terraza con amigos.
"Vivo de una manera muy sencilla y es lo que yo he querido. Lo que llena mi vida es lo cotidiano", confesó Pepa Flores en el año 2000, durante una de las pocas entrevistas que ha concedido en estas décadas de ausencia pública.
Massimo Stecchini era una persona muy querida y popular en La Malagueta, donde regentaba la conocida pizzería El Trastevere, propiedad de su hermano y ahora de sus sobrinos. Aunque él y Pepa Flores no tuvieron hijos en común, las tres hijas de la exactriz, María, Tamara y Celia, se mostraron completamente devastadas durante el último adiós a quien fue una figura clave en sus vidas y en la de su famosa madre.
La malagueña conoció al italiano cuando tenía 38 años y, desde entonces, se convirtieron en inseparables. Fue la relación más duradera de Pepa Flores, tras sus mediáticos romances con Carlos Goyanes, con quien contrajo matrimonio en 1969, y Antonio Gades, con quien se casó en 1982 y tuvo a sus tres niñas. Tras su último divorció, Pepa Flores regresó a Málaga y quiso la casualidad que entrara en la pizzería donde trabajaba Massimo Stecchini, uno de los primeros establecimientos de comida italiana en la ciudad andaluza.
El resto es historia: tras varias comidas y cenas en el local, algunas acompañadas por amigos y sus hijas y otras solas, la pizzería pronto se convirtió en uno de los favoritos de la inolvidable Marisol. Así, entre idas y venidas y comida italiana, surgió el amor. Un amor de esos de película que duró cerca de 40 años, los mismos que Pepa Flores se ha mantenido a la sombra de su fama.
La vida simple de la imborrable Marisol rodeada de sus tres hijas, amigos y un huerto donde escaparse de Málaga
Una de las últimas veces que hemos podido ver Pepa Flores tras el triste fallecimiento de su pareja fue el pasado 31 de diciembre. Lo hizo por un motivo más que especial para ella: celebrar el 50 cumpleaños de su hija, María Esteve. En las imágenes que compartió en sus redes sociales la también actriz, incluyó una foto de su madre, en la que se la veía radiante y sonriente mientras posaba ante las cámaras, rodeadas de sus seres queridos.
La nueva vida de la malagueña sigue centrada en lo simple, en las pequeñas cosas, como ella misma aseguró en la citada entrevista del 2000. Continúa viviendo en La Malagueta, donde hace planes con amigos y recibe la visita de su hermana Vicky, su otra gran compañera de viaje y persona incondicional. De tanto en tanto se traslada al huerto que compartía con Massimo Stecchini en Moclinejo, a 30 kilómetros de Málaga, donde el italiano recolectaba productos frescos para elaborar los platos de su restaurante.
El mito de Marisol que Pepa Flores nunca quiso "matar"
A pesar de su retiro autoimpuesto para alejarse de su personaje, si hay algo que Pepa Flores ha tenido siempre claro es que no ha renegado nunca de Marisol. Así de tajante quiso aclararlo su hermana Vicky durante su paso por el programa de televisión española 'Lazos de sangre'.
"Ella no mató al personaje que le llevó. Se alejó de lo que fue el mundo del cine, pero a Marisol la dejó intacta", sentenció tajante, dando luz sobre la postura de uno de los iconos más importantes de todos los tiempos en nuestro país.