Después de vivir un año especialmente difícil, Norma Duval está dispuesta a cerrar una importante etapa de su vida. Después de décadas afincada en una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, la vedette ha tomado la decisión de poner a la venta su mansión de La Moraleja. Su determinación se produce tres meses después de la muerte de su madre, Purificación Aguilera, a la que estaba muy unida y que perdió la vida a los 89 años después de 11 años de lucha contra el Alzheimer.

Desde que perdiera a su progenitora, su vivienda le ha quedado muy grande. Hace tiempo que de ella partieron sus tres hijos: Marc Iván, Yelko y Cristian para emprender cada uno su camino. Más tarde se independizarían sus sobrinas, Paula y Andrea Paredes, hijas de su hermana Carla. La persona que convivió con ella durante más tiempo en los últimos años fue su madre, cuya ausencia se hace tan marcada que ya no desea seguir instalada en la misma casa.

En la actualidad vive sola en su casa a las afueras de la capital. Una vivienda que adquirió durante su matrimonio con su primer marido, Marc Ostarcevic, a principios de la década de los 90. Ahora ha llegado el momento de desprenderse del que ha sido su hogar durante media vida. La propia artista adelantó la noticia durante los Mallorquines de Verano 2021, hace apenas unos días.

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Entonces, Norma Duval explicaba en detalle cuáles son sus planes de futuro. "Hoy tengo aquí a mi amor", reconocía al diario 'Heraldo'. "Pero pronto se tendrá que marchar porque él ahora vive en Suiza. Yo aquí tengo un problema importante". Dejaba claro que n o tiene intenciones de vivir en el país centroeuropeo. Tampoco se atisban planes de boda: "Lo nuestro de momento funciona. Tuvimos un bache en 2015 pero lo superamos. Y pronto se cumplirán 12 años desde que nos conocimos". Los planes de convertirse en marido y mujer han quedado aparcados, de momento. Lo que no descarta la pareja es iniciar una nueva vida juntos ... quizás a caballo entre Madrid, donde Norma Duval tiene un piso, y Mallorca, donde está disfrutando de unas vacaciones estivales. Y en donde se encuentra tan a gusto como en casa.

Mientras se pone en marcha con las gestiones de compraventa de su inmueble, Norma Duval no descarta volver al trabajo como terapia para minimizar el dolor de su luto. Y para ponerse de nuevo las pilas en una profesión que la apasiona. Teatro, televisión... está abierta a escuchar ofertas. El futuro se presenta optimista y prometedor para ella. A sus 65 años, no pierde la ilusión ni las ganas de emprender un nuevo proyecto.